Mirar A Través De Ella

4-MIRAR A TRAVÉS DE ELLA

Capítulo 4:

SEBASTIAN:

¿Que le pasa? Solo quería ser amable con ella, las mujeres son raras.

Ayer apenas llegué un poquito... Bueno llegue borrachote pero no recuerdo haber golpeado su pared.

Mario me llamó hoy para saber que haría con el adorno que me regalo mi abuela, el me dijo que lo intentó pegar pero lo único que hizo fue hacer toda una masa con él pegamento, haber si lo intento yo.

—¡Uy, las que te vas a ver con mamá!

—Usted callese Juan, si quiera a ver si me ayuda—Le grito desde mi cama, él esta parado en mi puerta.

Es mi hermano menor, lo amo mucho pero a veces es fastidioso y tenemos muchas peleas como dos hermanos comunes y corrientes.

—¿Usted cree que no lo note?

—Si no dice nada quizá—Le saco la lengua y el me mira con cara de que quiere algo.

—¿Recuerdas el helado de 'Ben 10' que le pedí?—Tiene una sonrisa en su pequeño y chantajista rostro.

—Pues si, pero no le voy a comprar eso, come muchos dulces ya.

—Oiga Sebas... ¿No es ese el numero de mamá apuntado en él refrigerador?

—Ok, ok tendrá su helado pero ya no me atormente mas—Digo de mala gana, desde cuando ese niño es tan inteligente.

—Mire que lo esta prometiendo—Me advierte y se va él dulce niñito chantajista.

Y así son las cinco y cuarenta y siete, no fue fácil pero conseguí que si quiera se vea decente, no tardará en llegar así que será que le compre él bendito helado a Juan.

—¡Juan!—Grito desde él baño.

—¡Digame!—Se oyen sus pasitos.

—En un momento saldremos a comprar su... Helado—Pongo los ojos en blanco.

—¡Muy bien!—Se oyen sus pasos de nuevo corriendo.

Ya bajando las escaleras del edificio nos encontramos a mamá de camino al departamento.

—Hola mami, ¿Como estas?—Sonrío nervioso.

—Hola mamá—Saluda Juan con un abrazo.

—Hola hijos, pues algo cansada, el viaje estuvo un poco pesado, ¿A donde van?

—Iré a comprarle un helado a Juan, es que lo amo mucho—Digo sarcásticamente y lo jalo de la mano antes que pueda salir información de su boquita.

—Si, ya regresamos mami—Dice despidiéndose con la mano.

Caminamos hasta la tienda y la amable de señora nos atiende.

—Tome, Sebastian, esta usted muy grande como ha crecido—Me despeina.

Río y le regalo una sonrisa.

—Ay, señora me vio hace dos días apenas.

—Si, es cierto pero él que si esta muy grande es Juan—Lo samaquea de los cachetes con el helado en la boca.

—¡Ay señora Rosa! Me ve todos los días jugar aquí—Ríe mientras le hace cosquillas.

—Chicos los voy a extrañar mucho—Se pone triste.

—¿Que pasó?—Pregunto preocupado.

Conozco a Rosa desde que me mudé aquí y es la señora mas dulce que conozco, nos cae muy bien a Juan, a Mamá a mi Tía Kelly y sobre todo a mi.