Aquella noche me la pase llorando. Yo lloraba y mi hermana lloraba. Es lo que pasa al ser gemelas, llora una y llora la otra.
En momentos como este a quien mas hechaba de menos era a mi madre. Mis padres se mudaron a argentina cuando mi hermana y yo cumplimos 16 años. Desde entonces no volvimos a verlos. Solo hablabamos por telefono una vez al mes, era muy triste.A la mañana siguiente me desperte a las doce y media. No quería vivir pero aun habia algo que me impedia suicidarme. Tormenta.
Mi querido Tormenta. En cuanto me levanté me puse mis pantalones de montar, una camiseta blanca con un gaticornio en la espalda y mis botas.-A donde vas con tanta prisa?- me preguntó mi hermana cuando salí de mi habitación.
-Tormenta.-no dije nada mas.
Coji el móvil, el casco de montar y salí corriendo escaleras abajo. Cijí la bici de mi hermana y empecé a pedalear camino de la granja de caballos donde vivían Tormenta, Cometa y Azahar, la yegua castaña de mi hermana.Tras pedalear un rato llegué por fin a la hipica. Necesitaba desestresarme.
-Hola bonito, que tal?- dije con voz dulce a Tormenta. Me contesto con un suave relincho.
Lo cepille y ensille. Monté y empezamos por dirigirnos al paso hacia el sendero del río. Al llegar puse a Tormenta al trote y luego al galope.
Era feliz cuando montaba en aquel frisón negro tan alto. El me hacia feliz.
Al cabo de un rato llegamos al lugar donde había estado llorando el día anterior y la tristeza invadió mi cuerpo. Antes de que de diera cuenta estaba llorando de nuevo. Joder Kike, joder!-Hey tu!
Mierda, otra vez no!
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Olvidandote
RomanceLa vida es una estafa; cuando crees que todo va bien, que no hai de que preocuparse, que alguien empieza a quererte de verdad, todo se va a la mierda. Todo.