El compromiso estorba.

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Por primera vez, pude darme el gusto de ponerme mi armadura, mi verdadero yo, mi Katana esta en mi espalda, pero....
-Si alguien la ve, lo golpeas, si alguien le habla sin pedirle permiso, lo golpeas, y alguien le reza...
-¿Lo golpeo?
-No, dale uno de estos amuletos del templo.
Ah, ahora soy guardia y marquesina.
-Pero solo sale una vez al día y disfrazada.
-Pero hay quienes la identifican.
Después del curso introductor e inútil de dos horas que me surtió un monje, que parece mas viejo que el templo, me fui caminando por los pasillos del la mansión que estaba detras, al parecer la residencia verdadera de Minerva es la mansión no el templo, ahí vi a un joven , que, debo admitirlo aun que sea yo un hombre, es bastante atractivo, tan así que las aves se le acercan, siempre hay uno de esos pero, o son doble cara o son muy sensibles, el miro en mi dirección y sonrío.
-Ah...
-Yue.
Minerva estaba detrás de mi, eso lo explica.
-Minerva, oí que te atacaron.
-Y no estabas ahi, por que no me sorprende.
-Llegue hoy en la mañana.
-Si me entere.
-Ah Minerva, ya casi es hora de tu aparición diaria.... Lo que sea que eso signifique.
No puedo creer que me obligaran a memorizar su rutina diaria, sus compromisos y sus deberes.
-Minerva, si no mal recuerdo tu rutina puede cambiar si es mi voluntad que sea así ¿Quieres ir a algún lugar?
-No, solo quiero reposar, aun no cicatriza mi herida, era muy profunda, verdad Hidesato.
-Si, uno diría que te salvaste de milagro.
Nos miramos resentidos, ella por lo que le hice y yo por lo que me obligaron a hacer despues.
-Déjame curarte entonces, solo debo de...
Acerco su mano al vientre de ella, ella la sujeto molesta y le dijo de forma directa.
-Oh cielos mi prometido sabe de medicina, enséñame lo que has aprendido para que no tengas que tomarte esas molestias Yue.
Prometido, que palabras tan fuertes, seguro fue arreglado, como el matrimonio de su hermana.
-Minerva, ahora que recuerdo, si eres una deidad, deberías ir a... Asegurarle un parto seguro a tu hermana, escuche que esta embarazada.
Aun sigo sin digerir bien lo de deidad, pero creo que necesita algo para alejarse de el y nada me cuesta ganarme su confianza.
-Ah si es verdad, bueno, Yue si quieres hacerle un favor a tu prometida, di que quieres ir con nosotros a ver a mi hermana en la Zona Este.
-La tribu del trueno no acepta forasteros, ni a tu guardia ni a mi nos dejaran pasar.
-Es eso o nada.
-Bien, mandare un comunicado.
El se alejo, algo enfadado, pero ni así se le quitaba la cara de modelo, sabia que era doble cara.
-La..¿tribu del trueno?
-Es la tribu que se apodero de la Zona Este, su hijo mayor, Dante, se caso con mi hermana el año pasado.
-¿Pero que no fue obligada?
-Ella tuvo suerte, se hicieron amigos, al menos no lo odia.
-¿Y por que es necesario el tuyo?
-El hijo mas hermoso del pueblo, o hija, deberá casarse con la deidad y engendrar un bello hijo.
-Que estupideces.
-En eso concuerdo.
Yue regreso, cambiado de ropas, y se nos acerco.
-Partamos ya.
-Perfecto.
Salimos de la mansión, subimos al auto de Yue y nos encaminamos a la Zona Este.
Había un silencio tan denso que creo que se podía cortar, cuando llegamos a la entrada tuvimos que bajar del auto.
-Intruso, identifique su persona.
-Minerva Taisho Unyted.
-¡Taisho! ¡En verdad Kaito no Taisho existio!
-Es mi abuelo Hidesato.
-¿¡Tu abuelo!?
-¡Silencio!
El guardia nos miro seriamente.
-Usted puede pasar, pero elija solo a una persona para acompañarla el otro deberá esperar aqui.
Oh, interesante, creo que me elegirá a mi, no soporta a Yue eso se nota.
-Yue, tu vienes conmigo.
Ah.
-Hidesato, usa los arboles con precaución.
Los arboles, claro, Yue no tiene mis habilidades.
-Bien.
Ambos sé alejaron, yo me dirigí al bosque y los seguí desde las copas de los arboles, pero aun me pregunto, por que tanto ocultismo entre las tribus.

Oh my poor goddess.Where stories live. Discover now