B.R.O.N.X. [H.S] (Adaptada)

Capítulo 10

''Sé que disfrutaste de eso, Brooklyn''

Brooklyn Reed

Abrí la puerta y caminé dentro de mi vestuario y suspiré una vez que vi todo el trabajo que tenía por delante. ¿Por dónde empiezo?

Fui a la parte de atrás de la pequeña habitación y subí a un pequeño taburete que me permitió llegar a los cajones superiores. De pie sobre él, abrí la puerta de un viejo armario que estaba en la cima donde guardaba algo de ropa que era demasiado pequeña para mí o estaba anticuada, cogí la caja grande con toda la ropa y la puse con cuidado en el suelo, me arrodillé junto a ella y levanté la tapa cubierta de polvo, se formó una nube de polvo que me hizo toser sonoramente a la vez que la disipaba con la mano, esta caja debía de estar ahí desde hace siglos, empecé a examinar el contenido de la caja encontrándome con todo tipo de camisetas, camisas y pantalones que podrían corresponder a una niña de 10 años, lo doble todo perfectamente y lo volví a meter en la caja, había decidido seguir buscando cuando alguien llamó a mi puerta.

-¡Ya voy!- Grité y me acerqué a la puerta, esquivando los obstáculos que había dejado rociados por el suelo de mi dormitorio.

Abrí la puerta, dejando entrar a mi madre bien vestida y con su pelo y maquillaje bien hecho.

-Buenos días Brooke. - Dijo sonriéndome.

-Buenos días. - Dije alegremente intentando ser lo más agradable posible ya que todavía no sabía mi castigo. - ¿Por qué estás así de bien vestida mamá?-

-El Hallbert ha organizado una comida y nos ha invitado a tu padre y a mí. - Me informó con una amplia sonrisa. -Pero no te preocupes que Niall no va a ir así que no te vas a perder nada. - Me guiñó un ojo y me dio un leve empujón con el codo.

Me sonrojé. - ¡Mamá!- Ella se echó a reír.

- ¿Qué estabas haciendo, por cierto?- Me preguntó mi madre mirando hacia la leonera que era mi habitación en ese momento.

-Um, estoy reuniendo un poco de ropa vieja, de esa que no voy a usar mas y este en más o menos buen estado para llevarla a la iglesia, igual aquí no hacen nada ¿no crees?. -Mentalmente choqué palmas a mi misma por la gran mentira. Me estoy convirtiendo en una experta en esto.

- ¡Pues la verdad es que es muy buena idea!-Exclamó. -Si quieres te puedo dar algunas de mis cosas también. - Ella sonrió y desapareció de mi habitación.

Volví a mi armario y cogí un par de zapatillas que había utilizado sólo una vez (No me gustan mucho los deportes) y las metí en una bolsa donde decidí que iba a meter todo lo que iba a donar encontré una sudadera con capucha azul con la palabra 'unicornio' estampada en la parte delantera y un cuerno saliendo de la 'o' y nada más tocarla decidí que eso iba directamente a la bolsa, no me lo iba a poner jamás, no recuerdo ni si quiera habérmelo puesto cuando era pequeña, seguí buscando y puse un par de cosas más en la bolsa.

-No voy a utilizar esto nunca más. - Mi madre anunció que venía dentro de mi habitación con una enorme bolsa. Ella la dejó caer junto a todo lo demás que había puesto allí. Va a ser difícil de llevar todo esto por mí misma.

-Perfecto, lo llevaré después de darme una ducha. -Asentí contenta.

-Acerca de eso. Tu padre y yo hemos estado hablando y hemos decidido que no podrás salir durante una semana.

Abrí la boca y por poco llega al suelo. - ¿Qué?

-Sólo de la casa a la escuela, de la escuela a recoger a tu hermano al fútbol y de ahí a casa otra vez, pero no vas a salir hasta el próximo fin de semana. - Dijo en un tono serio.