Capítulo 8.

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Aritz después de escuchar la conversación entre las dos personas anónimas, decidió volver a entrar en la tienda. En un descuido de las empleadas logró buscar la dirección y el teléfono de contacto de Thalía. Nada más obtenerlo salió del negocio a la velocidad de un rayo.

Por otro lado, Thalía acababa de llegar a la escuela de danza, fue al tablón de anuncios para comprobar en qué grupo se encontraba y finalmente entró en el aula que se le había asignado.

Nada más desaparecer la muchacha dio la casualidad que Aritz entró a pedir información, lentamente se acercó al mostrador.

—Disculpe, ¿Quedan vacantes para el curso de danza? —preguntó a la secretaria.

La secretaria lo miró y le acercó un formulario.

—Sí, ¿Se desea inscribir? —le contestó y formuló una nueva cuestión.

 —Sí —contestó Aritz.

—Tuvo mucha suerte, nos acaban de confirmar que un alumno no puede asistir así que su vacante está libre. Además, solo faltan cinco minutos para que se cierre el plazo de inscripción —le explicó.

Aritz esbozó una amplia sonrisa.

—Es increíble la suerte que he tenido sin proponérmelo —dijo sin parar de sonreír— ¿Tengo que rellenar eso? —preguntó mirando el formulario.

—Sí —dijo mientras le ofrecía un bolígrafo.

Aritz rellenó el formulario y le devolvió todo en orden.

—Gracias señorita ¿Cuando empezamos? —preguntó con curiosidad.

La secretaria cogió los documentos, los selló y le dio una copia, Aritz se la guardó en el bolsillo.

—Ahora mismo, primera puerta a la derecha. Mucha suerte, allí le darán mas información —anunció.

Aritz se quedó con la boca abierta.

—¿Ahora mismo? —preguntó sorprendido.

—Sí, vaya ya, están a punto de cerrar las puertas —le aconsejó para que se diera prisa.

Aritz sonrió agradecido y entró donde le había dicho. Era sorprendente lo hermoso que podía llegar a ser una simple aula de baile, antes de detallar el lugar buscó con la mirada a Thalía.

—Poneros todos agrupados por favor —dijo el profesor.

Todos los alumnos incluidos Thalía y Aritz obedecieron la orden del profesor. En segundo lugar, se dispuso a comentar los horarios y en que se iban a basar las clases. Por último, hizo parejas de dos.

—Thalía, un paso adelante por favor —ordenó el profesor.

La muchacha acató la orden de su superior.

—Usted será la pareja de Aritz —le informó—.   Aritz un paso adelante también.

Aritz al ver la pareja que le había tocado no lo se podía creer, definitivamente no podía tener más suerte. Aunque para él era maravilloso, en el fondo sabía que una gran tempestad estaba por llegar,

Thalía al verlo se quedó a cuadros y no se podía explicar como él había llegado hasta ese mismo lugar.

—Esto no puede ser verdad..  —se dijo a si misma—.  Justo tenía que ser él ¿Mi pareja?Esto debe de ser una broma..

Aritz triunfador la tomó de la mano y la llevó a un sitio alejado de la pista de baile.

A continuación, cuando ya estaban las parejas organizadas el profesor puso música y les explicó los primeros pasos. Todas las parejas bailaron al son de la música, era sorprendente la rapidez de concentración y aprendizaje que tenía el alumnado.

Thalía y Aritz se dejaron llevar y bailaron como si fuesen una pareja profesional. No se notaba nada que era la primera vez que bailaban de esa manera.

Una hora después, la clase se daba por finalizada. Los alumnos se fueron a su vestuario a cambiarse, Aritz como no llevaba ropa solo se echó su perfume favorito y salió a la calle. Se apoyó sobre el edificio y esperó a que saliera Thalía.

Minutos después Thalía salió cambiada.

—Bailas muy bien —anunció el muchacho mientras se acercaba a ella.

Thalía lo miró sin dar crédito.

—Tu en cambio pareces un pato mareado ¿Me estas siguiendo? —le preguntó.

—Yo para nada patita —dijo burlándose—¿Tiene algo de malo que me guste el baile? —le devolvió la pregunta.

Ella se empezó a reír.

—Viniendo de ti.. me espero cualquier cosa —contestó ella—.  Nunca te ha gustado el baile, ¿Recuerdas? —preguntó en modo de recordatorio.

Aritz se mordió el labio de forma seductora.

—Quizás antes no, ahora me encanta —dijo guiñándole el ojo.

—¿Tengo que saber algo más? Me tengo que ir —dijo ella seria.

Aritz se acercó a ella y le susurró.

—No, bueno si.. —añadió—.  Puedes ir buscándote otro vestido de novia porque yo ya lo he visto, ya sabes si lo ve el novio da mala suerte. Tu nunca te vas a casar con él —le volvió a repetir desafiándola.

Ambos se dejaron llevar por la furia y empezaron a discutir en plena calle.

—Te odio Aritz, no te quiero ver en mi vida. Aléjate de mí  —gritó ella.

—Tú me odiaras pero jamás te vas a casar con otro que no sea yo. Desde el momento en que nos vimos por primera vez, supe que eras mía y siempre lo serás. Me perteneces —dijo autoritario.

Por caminos distintos los dos huyeron a su casa, entraron desconsolados y se tumbaron en la cama. Justo en ese momento solo se escuchaba una canción en el exterior y en las propias mentes de la joven pareja.

Thalía y Aritz empezaron a recordar cada momento juntos y no podían parar de llorar. En su cabeza solo cabía una serie de versos. Esos mismos no podían narrar mejor el sentimiento que le estaba afectando en ese momento.


Aléjate de mí y hazlo pronto antes de que te mienta,
tu cielo se hace gris, yo ya camino bajo la tormenta,

aléjate de mi, escapa, vete ya no debo verte,

entiende que aunque pida que te vayas, no quiero perderte.


La luz ya no alcanza,

no quieras caminar sobre el dolor descalza,

un Ángel te cuida y puso en mi boca

la verdad para mostrarme la salida.

Y aléjate de mi amor,
yo se que aun estas a tiempo,

no soy quien de verdad parezco,

y perdón no soy quien crees, yo no caí del cielo.


Si aun no me lo crees amor,

y quieres tu correr el riesgo,

veras que soy realmente bueno en engañar
,
y hacer sufrir a quien más quiero, a quien más quiero.

Aléjate de mi pues tú bien sabes que no te merezco,

quisiera arrepentirme, ser el mismo y no decirte eso,

aléjate de mi, escapa, vete ya no debo verte,

entiende que aunque pida que te vayas, no quiero perderte.


La luz ya no alcanza,

no quieras caminar sobre el dolor descalza,

un ángel te cuida y puso en mi boca,

la verdad para mostrarme la salida.


Y aléjate de mi amor,

yo se que aun estas a tiempo,

no soy quien de verdad parezco,

y perdón no soy quien crees, yo no caí del cielo.


Si aun no me lo crees amor,

y quieres tu correr el riesgo,

veras que soy realmente bueno en engañar
,
y hacer sufrir,

a quien más quiero, a quien más quiero.



Aléjate de mi.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora