¿A dónde irás?.
Narración Normal.
¿A dónde irás?.
Esa, fue la pregunta que Emalf había hecho hacia su amigo.El aludido solo se marchó sin voltear,porque,seguramente se arrepentería de la decisión que estaba tomando.
Dejando al ojinaranja solo y con lágrimas cayendo de sus mejillas.
Una semana antes...En cieryo karaoke.
"Hey hombre,¿qué tan malo puede ser que Siralos venga a visitarte?"preguntó un Emalf bastante ebrio,¿qué se podía esperar?,después de ese concurso de quién podía beber más cerveza.
"*hic*,es bastante malo,por que.. *hic*Él y mi viejo se odian.¿¡por qué mierdas me ocupa como pretexto para venir a joder?!""se quejó el primogenito de Ivlis.
"Jajaja,suenas más borracho que yo"vaciló el de gafas.
"¡Cállate!"ordenó el rubio.
"¿Ah?,¿Y qué me vasa hacer si me niego?"
El retado se levantó dee rojo sofá y se abalanzó al de gafas,haciendo que los dos se cayeran en la mesa,dónde lo único que había eran botellas de cerveza vacias.El rubio tomó al menor del mentón y lo acerco a su rostro,provocando un leve sonrojo de oarte de Emalf.
"Viejo *hic*,no me molestes ahora..."Advirtió el de ojos rojos para después depositar un beso en los labios de su amigo.
El otro relajó dejando pasar la lengue del de manos vendadas,Vendetto mardía suavemente los labios de Emalf,mientras que éste agarraba la cabeza de su amigo,haciendo que éste se andentrará más.
De pronto se escucho como la puerta se abria,dejando al recién llegado traumando al ver aquella escena.
"¡Adauchi Vendetto Gonzales >:C!
Se escuchó la voz de Ivlis por todo el edificio.
"¡P-PAPÁ!"gritó sonrojadísimo el de ojos rojos quien en menos de lo que cabta un gallo se levantó.
"¡No es que parece señor Ivlis!"En el mismo momento.se levantó Emalf.
"¿¡QUE CHIN-?!"El diablo respiró muy hondo y se tranquilizó,"Adauchi,Siralos ya llegó,nos tenemos que ir".
"¿¡T-tan pronto?!,esteee....Emalf nos vemos después me tengo que ir"Se despidió el rubio para luego desaoarecer en una bola de fuego junto con su padre.
"Adiós..."
Es cierto,estos dos ya habían empezado a a salir desde hace tiempo.Pero al parecer aún no estaba definido quién era el pasivo.Aunque la mayoría de veces era Emalf quien se dejaba llevar.
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Entretanto,en la sala principal del palacio,donde el trono estaba puesto, toda la familia reunida se dispuso a sentarse en la mesa que la genio,Rieta recién había colocado ,el abuelo Siralos,el papá Ivlis,sus hijos,Vendetto y la bebé Poemi.
"Así que...¿estos son tus hijos?"preguntó un repugnado Dios del Sol.
"Sí,¿algún problema?".
El de lentes negó con la cabeza,y se concentró en el primogenito.
"¿tu eres Adauchi?"Interrogó con una mueca de odio.
"¿acaso hay algún otro chico rubio aquí?"Respondió sarcásticamente.
"Mocoso..."El de lentes dió una carcajada y sonrió"Me caes bien niño.Tienes el sarcasmo de tu abuelo ¿sabes?"
"Ah...que bueno"en ese momento en lo único en lo que Vendetto pensaba era en Emalf y su sonrisa.
"Y dime muchacho,¿tienes novia?"
"No...pero tengo una amugo con el que voy al karaoke,eso vale más que una novia"
Ante eae comentario,ek mayor volvió a su misma mueca de disgusto"Ya veo..."se levantó de la mesa y se dirijió a la salida.
"Veo que esto fue un error,Ivlis sigues siendo la misma basura que desterré del cielo,Adauchi es una vergüenza para el emblema familiar,te ordeno que lo mates".Finalizó oara después salir del palacio y dejar solos a la familia.
"¿Pero qué le pasa?,Adauchi no le hagas caso a tu abuelo..."Comentó Ivlis,son un tono de neutralidad.
"Tú...Me vas a matar ¿no es así?"interrogó un miedoso rubio quien se secaba sus lágrimas en sulencio.
"¿Qué?, jamas le haríe caso a ese chiflado?"
"Mientes....¡mientes!,¡mientes!"El de ojosrojos fue retrocediendo poco a poco.
"Oye...nunca haría algo para lastimarte"Intentó tranquilizarlo.
"¡no!,¡no!,¡Alejate de mí!"Dichi esto, el rubio salió corriendo del palacio.
"¡ADAUCHI!,MALDICIÓN REGRESA AQUÍ".
El aludido hizo caso omiso a los gritos de su pardre,se dirijió a casa de su amigo,tenía que irse,tenía que irse,o si no su padre acabaría con su vida.
Ya era de noche,no había estrellas,el cielo estaba opaco y una nubes tenían apariencia lluviosa.
Eso no le inporto al hijo del diablo y siguió corriendo desesperadamente.
Une vez que llegó a su objetivo tocó violentamente la puerta.
"¡Emalf!,¡abréme porfavor!"
El pjinaranja obedeció y abrió la puerta miebtras bostezaba.
"Ah~,hombre...¿sabes qué horas son?"interrogó con un sueño y tallandose los ojos.
¡se veía tan lindoooo!.
Pero fue entonces cuando,el rubio entró sin rodeos y se sentó en una silla de la sala de su amigo.Con su respiración agitada intentó explicarle todo al recién levantado,y comentar su pla sobre huír de aquel mundo.
"Si es así...te ayudaré,pero tienes que prometerme algo."complementó Emalf,mientras se acercaba a Adauchi y colocaba sus manos en la cara de éste,haciendo que sus ojos se encontraran.
El rubio tragó saliva.
"¿ qué cosa?".
"Que me escribirás todos los días"
"Prometido"Acto seguido los dos se volvieron a besar.
Pasó una semana para que los amigos consiguieran lo necesario para la huída del rubio.
Una vez más estaban reunidos en la casa del de gafas,Adauchi traía consigo una maleta y se le veía triste.Por otro lado Emalf ya estaba llorando.
"¿M-me vas a escribir verdad?"preguntó con su cara empapada de lágrimas.
Adauchi solo abrazó a su novio y se despidió con un apacionado beso.
No se volverían a ver.
Obvimente nunca se escribirían. Y por supuesto no se volverían a besar.
Fin One-Shot 1.
AdauchixEmalf
