One-Shot 11,segunda parte

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La neta,me gusto mucho escribir Lzet x Mors así que..he aquí otra parte de estos dos coso hermosos X3.
Perfección.
Narración normal.
Ya había pasado más de una semana entre aquella aventura entre el secretario y el hijo del diablo,en ésta,el joven no le dirigió la palabra al azabache,¿qué estaba pasando por la mente de el joven rubio de ojos sin vida?
En la entrada de la mansión de la diabla,la enorme puerta hecha de obsidiana se abría a velocidad media,dejando salir a una mujer mitad serpiente,ésta traía consigo una sonrisa,pues su esposa,Reficul había regresado de un viaje de negocios.
"¡Refi-Chan!¡Bienvenida cariño!"saludó con entusiasmo la mujer de cabello verde claro,deslizándose a la ubicación de su esposa para darle un beso en la mejilla."¿qué tal el mundo Pitch Black?"preguntó la mujer serpiente.
"Asqueroso,como siempre,lo único bueno de ese lugar son todas las regalías que venden."contestó la albina,para después besar en los labios a Sin"Por cierto,te traje algunas cositas...¡LZET!,¿dónde está nuestro equipaje?"
"A-aquí están"El aludido se hizo presente,con un montón de maletas cargando
"Bien,¿y la bolsa de regalos para Sin?"cuestionó Reficul,mirando al secretario.
"Toma..el inútil de tu secretario olvidó esto en el vehículo "De pronto el hijo de las dos mujeres hizo su aparición,con una bolsa de regalo color blanco en su mano,el brazo del joven estaba estirado para que su madre tomara el regalo.La mayor tomó la bolsa.
"Gracias hijo"agradeció mientras le entregaba el regalo a su esposa y la besaba en su cabeza.
Durante unos segundos las miradas de los dos varones se cruzaron,Mors traía consigo un rostro inexpresivo,por otro lado,Lzet estaba confundido,¿por qué no le había hablado en toda la semana que pasó?.

Acto seguido,el rubio pálido se dirigió a las rosas que se ubicaban cerca de la pared de la entrada,y se agachó para regarlas un poco.Entretanto,el secretario entró a la mansión de su jefa para dejar todo el equipaje,un poco decepcionado por no haber podido entablar una conversación con el de ojos sin vida.

"Sin,..¿sabes?,no hemos tenido nuestro "tiempo a solas""comentó la mujer albino,tocando uno de los pecho de su pareja,haciendo que ésta se sonrojase y detuviera la mano de la demonio.

"¡C-cierto!,¿te apetece ir a algún lado?"

"De hecho sí,..conozco un buen sitio para estar las dos solas"contestó la de ojos rojos sonriendo,acto seguido tomó la mano de su pareja e iba dirigiéndola en dirección al lugar donde irían próximamente.

"Mors cariño,tu madre y yo nos ausentaremos un rato,no hagas desorden,¿sí?"Anunció la mujer serpiente,su hijo asintió con la cabeza.
"Y tú"Se dirigió la diabla albina a su amante"termina el todo el trabajo antes de que llegue"
"S-sí"
Pronto las figuras de las mujeres fueron desapareciendo en cuanto avanzaban,y una vez que el secretario estaba seguro que las femeninas no regresarían,aprovechó la oportunidad para hablar con el menor.

"¿Qué te pasa Mors?,¿por qué no me has dirigido la palabra?"interrogó el azabache,mirando a los ojos del rubio pálido.

"No me hables escoria"amenazó el de articulaciones de hueso extra,dirigiéndose a la entrada de la mansión.

"¿Quéeee?,¡pero,pero!,¡Mors!"

"¿Acaso creíste que por haberme hecho pasar un "buen rato" te dejaría de tratar como la basura incombustible que eres?"cuestionó asqueado el de ojos sin vida,cuya expresión cambió completamente al recibir una caja de chocolates de la marca ocho,los cuales provenían del mundo Pitch Black.

"Te los compré cuando estaba en el mundo Pitch Black,¡Por favor acéptalos!"anunció el secretario,estirando sus brazos para entregarle los dulces al más joven.

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Ahora los dos varones se encontraban en la oficina del mayor,cabe mencionar que en ésta había un sillón amplia y de color vino,en el cual los hombres se encontraban sentados,Lzet se encontraba sentado atrás de Mors,con las piernas separadas para que el torso del menor cupiera entre ese espacio,de manera que el más joven pudiera recargar su espalda en la del mayor.

"¿Qué tal los chocolates?,¿ricos verdad?"cuestionó un entusiasta Lzet.

"Están ricos..."respondió el de ojos sin vida."¿quieres uno?"

"S-sí"
El dueño de los chocolates,tomó uno y lo colocó en la boca del mayor,típica escena de manga shoujo,el de traje negro con rayas puso su cabeza en el hombro del rubio pálido  al sentir en su paladar la exquisitez del dulce.

"Bueno..ahora que estamos tranquilos,¿por qué no me habías hablado en toda la semana que pasó?"preguntó Lezt con una sonrisa nerviosa.

"Si te lo digo,¿ prometes no reírte?"

"Claro,no me reiré aunque sea la cosa más graciosa que hay escuchado"

"Tampoco te pases de verga,ni que fuera un tema gracioso,¿me vas a dejar seguir!"

"Te escucho"

"la verdad es que.....me dolió mucho la vez que lo hicimos"confesó un Mors sonrojado.

"....."

"...."

"¿Por qué no me lo dijiste?"cuestionó el de alas de mosca.

"Creí que me vería muy muerde almohadas si te lo dijera"respondió el más joven.

De pronto, sintió la mano del mayor pasar por su traje una vez más,desabrochando los botones del saco.Fue entonces cuando,el de traje a rallas,se acercó al oído del hijo de la diabla.

"¿Qué te parece si cambiamos tu impresión acerca del sexo?"susurró Lzet,metiendo sus dedos en la boca de Mors.
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El sonido de una fuerte bofetada se escuchó por toda la sala,un lugar con características de edificio colonial del siglo XVI,el techo era muy alto,una chimenea adornaba el centro de la habitación,dos sillones rojos con ornamentación de oro estaban colocados de manera paralela,y un hermoso tapete de color fushia le daba dolor al piso hecho de madera de roble,color café fuerte y con aparecía limpia.

Pero concentrándonos en lo escénicas,al parecer,la diabla y su hijo habían estado discutiendo,pelea que terminó con la mano de la mujer golpeando con fuerza la mejilla de su propio hijo.

"Te lo repetiré una vez más,¿quién te hizo esa marca?"Interrogó la albina de ojos rojos, tomando el cuello de la camisa de su hijo de manera que se pudiera apreciar un chupetón morado que el chico traía consigo en el cuello.

"Ya te lo dije...fue un piquete de mosquito"respondió el de ojos de pez muerto,mientras volteaba en dirección contraria que su madre.

"No nací ayer hijo,estoy muy consciente que un jodido insecto no te puede dejar una marca tan..obvia"Complementó la mujer,para después jalar de su camisa nuevamente,esta vez logrando dejar al descubierto medio pecho del menor.

"Me estás haciendo enojar querido,es la última vez que te pregunto.¿QUIÉN TE HIZO ESO?,¿fue un chica?,¿o acaso fue un hombre?"cuestionó la mujer con una mueca de enojo.

"Fue... alguien mayor que yo"Afirmó el rubio pálido mirando a el suelo.

"¿QUIÉN?"

"No te lo diré,después de todo...me matarás si te enteras de quien se trata"Comentó el chico pálido mirando a su progenitora a los ojos.Los dos se mantuvieron en silencio por un corto periodo de tiempo,hasta que la diabla se levantó rápidamente,acto seguido se dirigió a la salida de la habitación,para después comentarle a su hijo:

"Ya se de quien se trata Mors."La albina volteó a ver a su hijo que se encontraba en el piso."Fue Lzet,¿no es cierto?"
Fin.
Lzet x Mors
Reficul x Sin.

One -shots FunamuseaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora