Extra.

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El viaje en auto fue el más corto en el que Wonwoo había ido jamás, mordía su labio totalmente nervioso y se afirmaba, hasta dejar sus nudillos aún más pálidos, del asiento del copiloto donde iba sentado. Miraba a su costado, y podía observar a un sereno Mingyu, quién de vez en cuando le sonreía o apretaba con una de sus manos su muslo izquierdo, que era justamente el que quedaba más al alcance del alto

Hemos llegado-y con tan solo esas dos palabras lo sacó de su trance

B-bien-sonrió por unos segundos para colocarse serio otra vez, podría jurar que tenía la camisa pegada a la espalda si no fuera porque se le ocurrió colocarse una camiseta de mangas cortas gris bajo ella

Cielo, ¿es que acaso estás nervioso? -Mingyu lo tocó suave y se sobresaltó mucho, como si lo hubiera asustado

Lo siento Min, yo-yo nunca he hecho esto y ¿si lo hago mal? Me botarás y no podremos conocer a los padres del otro y menos pasar las fiestas juntos y ¿Cómo podremos mudarnos el uno con el otro? Me avergüenza porque...-y los suaves labios de su acompañante impidieron que siguiera desvariando, para poder concentrarse en el beso que le otorgaba el trigueño-

No te botaría ni aunque el tamaño de tu aparato reproductor masculino fuera del porte de un maní-se acercó más, arrinconándolo en una de las paredes del ascensor: ¿en qué momento habían entrado al edificio? - aunque, por lo que puedo palpar, no es así, para nada- ¡¿esa era su mano la que se metía por debajo de la tela de sus boxers?! Y creyó desmayarse, el vaivén de sensaciones que lo dominaban en ese momento era tan impresionante, que cerró los ojos y gimió bajo

Lento vaquero-y en un dos por tres quitó la mano de sus ajustados pantalones, para volver a tirarlo de una mano cuando salieron del cubículo de metal. Sintió como sacaba su tarjeta de residente y lo posaba sobre el sensor, para al fin poder ingresar a su algo amplio departamento- ¿quieres algo?

Oh Mingyu, creí que nunca ibas a preguntarlo-y como un león ataca a un indefenso venado, Wonwoo se lanzó sobre el trigueño, hasta sentarlo en el sofá para montarse sobre él y besarle desesperado. Se separaron y se miraron a los ojos, pudiendo ver como los marrón oscuro del peliazul se empapaban de excitación, haciéndolos ver más negros que la noche. Como pudo, quitó la chaqueta del alto y comenzó con los botones de la camisa, besando todo a su paso. Quizá dejando un par de pequeñas mordidas y lamidas por la base de su cuello. Se separó y lo miró, sonriendo coqueto, para volver a besarle y esta vez friccionando sus pelvis, sacando más de algún gemido a ambos. Mingyu quitó su camisa para proceder con los zapatos y desabrochar sus skinny jeans negros, lanzándolos a la otra esquina de la sala

Creo que deberíamos ir a la habitación, así la conoces-lo levantó y Wonwoo de inmediato enredó sus piernas alrededor de la angosta cadera del menor

¿No te peso?

Para nada, eres más liviano de lo que pensaba-y besando su mandíbula, prácticamente corrió hasta su cama, lanzándolo con destreza-de aquí no te escapas, bonito-y quitó su calcetines, para bajar de un solo tirón sus boxers anaranjados-ahora, te encargarás de lo que provocaste Jeon Wonwoo-y el nombrado no pudo estar más excitado que en ese instante, por lo que quitándose a sí mismo lo que le quedaba de ropa, se agachó obediente a los pies del más alto, mirando hacia arriba, algo nervioso-amor, no es como si fuera la primera vez que ves un .pene., ¿cierto?-y Wonwoo se sintió aturdido, era cierto que no era la primera vez que veía uno, el asunto era que nunca había tenido una relación homosexual y menos había hecho una .mamada., mordió su labio-cierto que eras hétero antes-carcajeó y acarició el cabello azabache del más pálido-solo quédate quieto con tu boca bien abierta-y de a poco, pudo sentir como su novio introducía lento su longitud, que calculando mentalmente, debía pasar los doce centímetros. Con la lengua, impaciente por ocuparla, lamió el grosor del trigueño con empeño, escuchando algunos gemidos de parte del menor-Así, sigue-y tiró de sus cabellos, colocando la cabeza hacia atrás. No perdiendo oportunidad, comenzó a guiar su cabeza en un vaivén totalmente nuevo para él y afirmándose de los muslos de su pareja, introdujo el miembro por completo en su boca, sin arcada ni repulsión, cosa que agradeció internamente. Continuó así hasta que sintió como Mingyu se separaba rápido de él y volvía a lanzarlo a la cama, con un poco menos de delicadeza

II: the cameraman {meanie}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora