Mi nombre es Abigail Orel, tengo 19 años, físicamente no soy el prototipo de chica que todos buscan, soy más bien bajita, ojos marrones, pelirroja, gracias a la genética de mi padre.
Cuando era pequeña mis padres me ''abandonaron'' relativamente, puesto que me dejaron con mi tía Katie, que para mí es como una madre, no sólo porque físicamente seamos prácticamente iguales, es gracioso porque he visto fotos de mi padre y me parezco mucho más a ella que a mi padre, ambas somos pelirrojas y tenemos los ojos marrones, si no que ambién como mis padres se fueron cuando era muy pequeña se puede llegar a decir que no los conocí, mi tía me habla de ellos, y hay veces que tengo flashes y recuerdo alguna que otra cosa, algún momento con ellos, pero poco.
Mi tía me pagó la escuela, el instituto, y ahora con su trabajo de enfermera y el mío de camarera estamos pagando mi carrera de enfermería, ella ha sido muy buena conmigo, y todos los días doy gracias a Dios, puesto que si no fuera por él, seguramente, hubiera estado en una casa de acogida, o peor, en un centro de menores, pasando de una familia a otra. Para que mi tía no se arrepienta de haberme acogido la ayudo a todo lo que puedo.
Vivo una vida normal, ahora mismo estoy viviendo con una amiga, Lena, no la conocía pero ambas buscábamos piso y alquilamos uno juntas, siempre que puedo voy a casa de mi tía para, como ya he dicho, ayudarla. Trabajo en una cafetería, no me va mal, los turnos son normales, pagan no muy bien, pero lo suficiente.
Todo es normal para mí, sigo una rutina constante. Pero todo cambia cuando ellos aparecen en mi vida.Esta es otra nueva historia, que espero terminar, empezaré a actualizarla el 09/01/2016. Y desde ahí todos los sábados.
Antes de continuar quiero que sepáis que soy laísta, por si no sabéis lo que significa es que en vez de le para chica pongo la, a muchos les suena mal y quiero pedir perdón por ese fallo.
Espero que aún así os guste.
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Angel.
Teen Fiction-Estás más segura conmigo.- Susurró a pocos centimetros de mi cara.