Potter

Los dos lados de la moneda

"Que yo soy que?" Le pregunté, cerrando las manos sobre la mesa. Ollivander asintió.

"Su padre, Jacob Potter, era el hermano de James Potter."

"Eso no es posible! Mi padre era un muggle! Igual que mi madre!" Lloré.

"Su padre era un squib (para los que no lo saben un squib es alguien nacido en familia de magos pero que no es mago) , mi querida niña. No es un muggle. Un squib de gran poder, tambien.... Tambien estas escrita en el árbol genealógico de los Potter." Ollivander dijo alegremente, pero negué con la cabeza, dándole los 7 gallones que valia la varita.

"No, eso es ridículo. De todos modos, gracias por la varita, es hermosa." Sonreí y Ollivander asentío .

"Gracias por venir aquí, Señorita.Potter. Es un gusto y un placer haberla conocido. Tenga un buen día! Saluda a tu primo de mi parte!" Ollivander llamó mientras yo caminaba hacia la puerta, despidiendome con la mano.

"Él no es mi primo .." Susurré una vez que había salido de la tienda. Estaba a punto de ir a la tienda de batas cuando me topé con alguien.

"Mierda". Gemí, recogiendo mi varita y la bolsa. Una mano me agarró del hombro y me ayudeo a levantarme.

"Gracias." Le dije, recogiendo mi bolso y dandome vuelta, sólo para ver un muchacho de quince años de edad, de pie con el pelo rubio y ojos grises brillantes.

"No hay problema, fue mi culpa." Se disculpó, y me quede boquiabierta por un momento. A pesar de haber visto su verdadera cara en mi vida, lo reconocí muy bien. Draco estaba siendo amable? En los libros él era siempre el egoísta  malavado, quejoso que a nadie le gusta. Diablos, si  me preguntaran hace dos días lo que pensaba de él, yo habría dicho que lo odio! Pero el tiene que llegar y ser amable ... y no tenia mal aspecto tampoco. No le digan a Harry dije eso.

"No te he visto por aquí antes, ¿cómo te llamas?" Preguntó Draco, y le sonrei tímidamente.

"Yo no debería estar hablando con extraños, ya sabes. Pero yo soy Lily, Lily Potter." Hice una mueca, y Draco asintió, aunque parecía un poco más dura.

"Así que estás relacionada con la cabeza de cicatriz?"

"Lo dudo. Sin embargo, Bonita forma de empezar de una conversación." Suspiré, soplando mi flequillo de la cara. Draco sonrió, elevando su mano.

"Draco Malfoy." Él dijo, y le estreche la mano.

"Asi que, Draco,que haces en el Callejon Diagon?" Le pregunté mientras caminabamos por las calles. Bien podría llegar a conocerlo antes de que me llama "sangre sucia".

"Sólo un día normal de compras. Vi que te ibas de Ollivanders."

"Em, si. Tuve que conseguir una varita." Me encogí de hombros, mostrandole la varita marrón-rosa-talla. Draco asintió.

"Impresionante. Bueno, odio tener que irme tan pronto, pero tengo... que irme. Tal vez te veré otra vez." Draco dijo, y con un rápido movimiento de cabeza se fue, dejándome allí preguntándome qué diablos acaba de suceder.

"Lily! Oh, ahí estás, querida! ¿Cómo te fue?" -Preguntó la señora Weasley, y le mostré mi nueva varita.

"Oh, es encantadora! Me encantan las rosas en el mango, un bonito detalle. Vamos, querida. Vamos por los libros. Kingsley ha enviado un permiso al Ministerio preguntando si podías usar la magia fuera de Hogwarts, para que puedas ponerte al día con los demás. Vamos, ahora." Fuimos por lo libro, pero la Sra. Weasley se desvio pues una lechuza habia llegado para ella.

Hice una mueca cuando vi que la familia Malfoy estaba allí, incluyendo a Draco. Afortunadamente no me vieron, así que me metí en el nivel superior de la tienda, buscando a través de los libros que estaban allí.

"Argh!" Tosía cuando abri un libro lleno de polvo , el polvo volando en mis pulmones. Después de unos minutos mi tos cabo, me dolia la garganta.

"Draco, ¿qué hay de esto?" Oí una voz  detrás de mí, y me volví para ver a Lucius Malfoy tamizar a través del libro, su hijo parado al lado él. Draco parecía mucho más formal ya entonces tenía a su padre con él, sus manos a la espalda, y no mostraba expresión en su rostro, hasta que me vio por lo menos.

"Lily. Qué casualidad." Draco dijo, le sonrió, agitando mi mano débilmente. Lucius Malfoy levantó la vista y me estudió críticamente antes de pasar a Draco.