Apagué la luz y salí del cuarto, tiré el condón en el bote de basura, recogí el pañuelo del suelo, subí a mi habitación y la guardé en mi maleta. Entré al baño y después de lavarme las manos, pegué la oreja en la puerta que daba hacia la habitación de ellos tratando de escuchar algo, que conveniente me había resultado que eligieran esa recámara precisamente, que conectaba con la mía a través del baño. No escuché absolutamente nada, reinaba el silencio así que me fui a acostar, pero no podía dormir, me atormentaba la idea de tenerla tan cerca y que estuviera durmiendo con ese infeliz en lugar de hacerlo conmigo.
Me desperté muy temprano, había dormido pocas horas, vi un rato la televisión y después me levanté por un jugo, en la sala me topé con Jimin.
– Buenos días Yoongi.
– Buenos días, ¿vas a salir?
– Sí, voy a correr, lo hago todas las mañanas, ¿no quieres acompañarme?
– No, gracias, no dormí bien y estoy cansado.
– Bueno, nos vemos más tarde.
Entré a la cocina, saqué el zumo del frigorífico, lo serví en un vaso y me lo tomé. Debía reconocer que a veces le daba a Jimin las gracias por dejar sola a __, si no fuera así no la hubiera conocido, así que decidí ir a darle los buenos días.
Abrí lentamente la puerta de su habitación y la vi dormida boca abajo, con las sábanas cubriéndole medio cuerpo, cerré cuidadosamente y me acosté a su lado, empecé a acariciarla y me di cuenta cómo iba despertando poco a poco, así que bajé mi mano por debajo de su cintura y ella volteó, se levantó asustada de la cama cuando se dio cuenta que era yo, me cuestionó lo que hacía ahí, le aterraba la idea de que Jimin nos descubriera, así que le dije que no estaba y le reproché el hecho de que no me hubiera detenido mientras la tumbaba en la cama y me subía en ella que me aclaró que sabía bien que era yo, que su cuerpo me reconocía, yo le sonreí feliz y después de quitarle un mechón de la cara la besé
– Buenos días __ – exclamé rozando su nariz con la mía.
– En serio que sí estás loco, ¿te caíste de niño y te golpeaste la cabeza?
– No, me la golpeó una hermosa desconocida la noche de un martes y ella fue la que me hizo enloquecer – le aclaré metafóricamente en tanto besaba su cuello.
– ¿Así que estás loco por una desconocida?
– Sí, no sé que me ha hecho, creo que me embrujó – respondí jugando.
– Deberías hacerte una limpia para librarte del hechizo – sugirió graciosamente.
– No se me había ocurrido, gracias por el consejo – le dije, pero yo no quería librarme de su hechizo.
Volví a besar sus labios mientras nuestros sexos se rozaban, me fascinaba tenerla así y más que ella respondiera a mis juegos y a mis caricias, pues se movía suavemente provocando un delicioso roce, sabía bien que no podríamos culminar el acto en ese momento, pero mientras me conformaría con esas caricias y besos furtivos.
Me pidió que me detuviera y volvió a recordarme a su noviecito, así que un tanto enfadado me levanté de la cama y ella también para dirigirse al baño, no pude controlar el impulso y la besé una vez más, no tenía idea en qué momento podríamos estar a solas de nuevo y necesitaba un poco más de su elixir para poder sobrellevar el día alejado de ella. Me detuvo de nuevo y no me quedó más remedio que hacerle caso, así que me fui luego de darle un pequeño beso en sus labios.
Entré a mi habitación y me acerqué a la puerta del baño, escuché el agua correr y sentí el impulso de entrar y bañarme con ella, pero, tuve un instante de cordura y me arrepentí, no quería ponerla en más predicamentos, Jimin podría llegar en cualquier momento, así que tomé mi ropa para bañarme en el baño de la habitación de enfrente que conectaba con la de Julieta, así que primero entré ahí y me di cuenta que ella no estaba y también escuché el agua, entonces esperé a que saliera.
– Yoongi, ¿qué haces aquí? – preguntó al salir.
– Esperándote para bañarme, el otro baño está ocupado.
– Ah vale, por cierto, anoche sin querer pude comprobar si __ se ponía celosa de Jimin.
– ¿Qué hiciste? – pregunté sorprendido.
– Nada, fui por mi antifaz para dormir a la habitación de ellos, no había nadie y al salir me topé con __ que según me dijo había bajado a tomarse una pastilla, pero, en realidad estaba contigo, ¿verdad?
– Sí, estuvimos hablando.
– Claro, ahora así se le dice.
– Bueno, ya dime que te dijo cuando te vio salir de la habitacion.
– Me preguntó que hacía ahí y ya le expliqué, buenas noticias para ti amigo, no la vi nada celosa, sólo desconcertada, pero quedó bastante satisfecha con mi respuesta, nada que ver con la mirada de odio que me dio en la tarde en la cocina.
– Gracias amiga, de verdad, sin embargo, me gustaría que siguieras con tu actitud cariñosa conmigo, por favor.
– Esto sí voy a cobrártelo, ¿por qué no hablas con ella de una vez por todas y le dices lo que sientes?
– Lo haré en algún momento, ahora me voy a bañar.
Después que me vestí bajé a la cocina y vi que estaban las dos, julieta me saludó demasiado amable e ___ me miró con enfado y cuando se volteó sonreí, era grandioso verla celosa, aunque el gusto me duró poco ya que Jimin entró y luego de saludarnos le dio a ella un beso en los labios, entonces decidí que mejor saliéramos a desayunar, al menos en público no se estarían demostrando su supuesto amor.
Como el restaurante quedaba cerca nos fuimos caminando, Julieta siguió con su teatro y me tomó de un brazo mientas ___ y Jimin iban tomados de la mano, que rabia sentía, así que opté por cargar a Julieta, no iba a ser el único incómodo de los cuatro.
Al llegar nos sentamos y casualmente yo quedé frente a __, una vez que nos llevaron lo que habíamos pedido, Jimin empezó a platicarle a Julieta lo rara que es __ para comer, al verla llevarse un pedazo de piña a la boca, recordé la vez que comimos en el hotel y entonces me quité el zapato y puse mi pie sobre su pierna, ella me miró frunciendo el seño y no pude evitar sonreír, debía reconocer que me encantaba ponerla nerviosa, así que, a pesar de que retiró su pie yo seguí con mi juego acariciando su pierna aunque la moviera, hasta que se levantó al baño.
Cuando salimos de ahí, a Julieta se le ocurrió que fuéramos a un hotel a apostar, entonces regresamos a la casa por el auto, de nuevo ellos iban tomados de la mano y yo hice lo mismo con Julieta que me dedicó una mirada de desacuerdo. En cuanto subimos al carro, Jimin abrazó a __, no pude evitar mirarlos por el espejo retrovisor y enfadarme, como odiaba que ese tipo la tocara, así que en respuesta yo jugaba con Julieta en los altos y a través del espejo me daba cuenta de la expresión que tenía __ en el rostro, estábamos iguales, ambos nos moríamos de los celos, claro que ella sin fundamento, a diferencia de mí.
Al llegar al hotel, Jimin y yo nos dirigimos a las mesas de póker y ellas se fueron a las maquinitas de dinero rápido, me sorprendió ver lo hábil que era Jimin con las cartas, yo logré ganar mil dólares en una partida y en la siguiente él ganó el doble. Como ya era la hora de la comida dejamos de jugar y al encontrarnos con ellas Jimin cargó a __ dándole la noticia del dinero que había ganado, volví a sentir rabia al presenciar esa escena, es que al verlos así me daban ganas de golpearlo y decirle que ella era mía, que quitara sus sucias manos de encima, gritarle que yo no tenía ojos para nadie más, como él sí los tenía para esa tipa con la que se revolcaba y más rabia me dio cuando vi que __ lo tomaba amorosamente de la mano y se alejaban.
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Ardiente Tentación ( HOT) Suga x Tn
FanfictionAdaptacion de la adaptacion. Espero les guste