Capitulo 39

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Me abrazó y se giró para que yo quedara encima de él, le sonreí y me enderecé, quedando hincada sobre él, con mis piernas a los costados, empecé a desabrochar su camisa y se la quite por completo, besé y lamí su torso perfecto, deteniéndome en sus pezones con los que jugueteé un buen rato, mientras miraba como su pecho subía y bajaba al ritmo de su acelerada respiración, bajé por su abdomen y volví a detenerme en su ombligo, sus jadeos se intensificaron. Me detuve y volví a enderezarme, bajé el cierre del vestido, él quiso ayudarme, pero le moví la cabeza negativamente, tomé sus manos y las puse a los lados de su cabeza y lo besé unos segundos para después volver a hincarme.

Bajé los tirantes del vestido y quedaron mis senos al descubierto, él subió sus manos y me los acarició mientras yo me soltaba el cabello. Lo detuve para despojarlo de su pantalón y su bóxer, me lamí los labios al ver su erección y mi corazón terminó por dispararse completamente, me quité el vestido y la ropa interior. Tomé su masculinidad entre mis manos, pero Yoongi me pidió que me volteara para que él pudiera también besar mi parte más íntima, así que le obedecí.

Sentí su tibia lengua recorrer mis pliegues mientras yo hundía su erección en mi boca y la sacaba, proporcionándole el mismo placer que él me estaba dando, en momentos era tan intenso que no podía seguir con mis besos y exhalaba en la punta de su sexo y a veces él se detenía por mis caricias y jadeaba en mi interior. De pronto sentí como mi cuerpo se estremecía completamente al llegar al éxtasis total y después seguí con mi labor y segundos después Yoongi lo alcanzó también, emitiendo un grito profundo que fue sofocado por el ruido del mar que era nuestro cómplice al igual que la luna.

Me bajé y me acosté a su lado, le acaricié nuevamente la cara, sus párpados, su nariz, sus labios y después nos besamos, aún tenía el sabor de mi intimidad en su boca y eso volvió a encenderme intensificando el beso con ansias y hambre en tanto sentía como mi cuerpo entero se excitaba, pero sabía que tenía que esperar unos minutos así que rompí el beso y ambos tomamos aire. Nos miramos sin decir nada, sólo se escuchaba el sonido de las olas, suspiré y él me sonrió de la forma en que sabía que me enloquecía, yo le sonreí también y después cerré los ojos.

Estaba quedándome dormida cuando sentí su peso sobre mí y su boca devorando uno de mis senos, abrí los ojos de par en par y me mordí los labios, separé mis piernas y le di la bienvenida a su masculinidad que estaba más que lista para entrar en mí, el gemido fue intenso, Yoongi se sonrió y comenzó a moverse lentamente, entrelazó sus manos con las mías y las puso encima de mi cabeza, pegó su frente a la mía y yo le suplicaba por más y repetía su nombre una y otra vez, le rogaba que no se detuviera.

Después puso su cabeza sobre mi hombro y susurraba mi nombre en mi oído acompañado de intensos gemidos que me hacían enloquecer. Prácticamente le ordené que se moviera más rápido y me hizo caso, embistiendo una y otra vez en mí con fuerza hasta que ambos llegamos al orgasmo y Min Yoon Gi se dejó caer en mi pecho totalmente rendido y extasiado al igual que yo.



– Quédate así, por favor, un rato más, quiero seguir unida a ti.

– Lo que tú quieras corazón – respondió y me besó los labios – te amo ___.

– Te amo Yoongi y amo la forma en que me haces el amor.



Nos quedamos así unos momentos, él recostado sobre mi hombro y yo acariciándole sus cabellos, después me dijo que pronto amanecería así que nos levantamos y nos vestimos, caminamos a la orilla de la playa y nos sentamos, Yoongi detrás de mí envolviéndome con sus piernas y sus brazos. Poco a poco el sol fue apareciendo en el horizonte, este era el mejor amanecer de toda mi vida, sin duda era un nuevo comienzo, al lado de un extraordinario hombre que jamás imaginé encontrar, sólo esperaba que todo siguiera igual de perfecto, pero, ¿qué podría salir mal?

Cuando desperté me encontraba acostada en la cama de la habitación, no supe en qué momento me quedé dormida, pero debió ser en la playa porque no recordaba haber regresado a la casa. Yoongi no estaba a mi lado y sentí un gran vacío, estaba acostumbrándome a despertar a su lado. Me puse la bata y bajé por un vaso de agua, escuché unos ruidos al fondo de la cocina y abrí una puerta que no había visto antes, solté el vaso que traía en las manos al ver a Yoongi sin camisa besando acaloradamente a una chica.


– Oh, por dios – exclamé mientras mis ojos se llenaban de lágrimas y ambos voltearon.
–____– dijo él separándose de la chica que se cerró la blusa.
– ¿Cómo has podido?, eres un cínico desvergonzado – grité corriendo de ahí.
– Escúchame, por favor – pidió atajándome de un brazo.
– Suéltame, no quiero que vuelvas a tocarme, eres de lo peor.
–____, debes creerme cuando te digo que te amo, en verdad eso siento por ti, pero... sí, soy muy débil, no puedo evitarlo.
– ¿Y así dices amarme?, ¿aceptando que te enredaras con quien sea?
– ____, no llores, por favor, no me gusta verte llorar.
– Eres un infeliz Min Yoongi, no vales la pena.
– Tal vez tienes razón, pero... ¿nunca has tenido una adicción en tu vida?, aunque trates y trates de dejarla es más fuerte que tú y eso me pasa a mí... soy un adicto.
– Eres un desgraciado, eso es lo que eres y no quiero volver a verte el resto de mi vida, quédate con tu adicción y a mí déjame en paz.
– ____, por favor, ya no llores – me sujetó por los hombros – no llores, ____, escúchame ____...
– ____, por favor, ya no llores – me sujetó por los hombros – no llores, ____, escúchame ____... ¡Despierta!, despierta por favor.


Abrí los ojos y Yoongi me miraba asustando sujetándome por los hombros, estábamos en mi departamento, y de pronto caí en la cuenta que hacía una semana que habíamos regresado después de pasar la fiesta de año nuevo con su familia. Yo estaba sollozando por el sueño que acababa de tener y lo abracé fuertemente.


– Todo fue una pesadilla, corazón, cálmate por favor.

– Fue tan real, todo fue tan real – respondí entre lágrimas.

– Pero no lo era, ¿qué soñaste mi amor que te alteró tanto? – preguntó mientras me acariciaba la espalda tratando de consolarme.

– A ti... estabas con otra y... – no pude continuar, el llanto me quebró la voz.

– Mi amor, jamás te engañaría – tomó mi rostro entre sus manos – te amo, por favor, grábatelo bien, tú eres la única mujer que hay en mi mente y en mi corazón.


Me dio un corto beso en los labios, pero yo lo sujete fuertemente y se lo devolví frenética, quería asegurarme que esto fuera real, que en verdad estaba él, ahí, en mi cama, conmigo, creo que lo desconcerté, pero me correspondió el beso con la misma intensidad, besé desesperada su cuello mientras mis manos bajaban su bóxer.


– Demuéstrame que me amas y que soy la única para ti – susurré en su oído.


Yoongi me envolvió en sus brazos y me recostó, me quitó la ropa interior y se colocó encima de mí, me besó apasionadamente, pero a la vez con ternura mientras deslizaba su mano por mi contorno, yo enredé mis piernas en su cintura, estaba demasiado desesperada por sentirlo dentro, no sé si por el sueño, pero quería que me hiciera suya en ese instante, sin más preámbulos. Me miró un tanto inseguro, quería prolongar el momento, como siempre lo hacía, pero ejercí fuerza con mis piernas y entró en mí de golpe, me arqueé al sentirlo y me aferré a su espalda, moviéndome rápidamente, marcándole el ritmo que deseaba.


– Te amo ___ – susurró en mi oído con la voz retorcida moviéndose en mi interior.

– Repítelo – pedí con mi voz entre cortada.

– Te amo – volvió a decir continuando con sus embestidas.

– Dilo otra vez – supliqué casi enterrándole mis uñas.

– Te amo, te amo, te amo – dijo una y otra vez mientras sentía como ambos llegábamos al orgasmo.

– Yo también te amo Yoongi , te amo como jamás lo imaginé, por eso me asusta la idea de pensar que puedas estar con alguien más.

– No podría volver a estar con nadie más que no fuera contigo – dijo en mis labios mirándome fijamente a los ojos – eres mi primera, mi última, mi todo – agregó frotando mi nariz con la suya.

– Te amo Yoongi .

– Y yo también a ti corazón, vamos, trata de dormir otro poco, apenas son las cuatro


Le sonreí y bajó de mí, se acostó detrás y me abrazó por la cintura, pegándose a mi cuerpo, yo entrelacé su mano con la mía y cerré los ojos mientras sentía su tibio aliento en mi nuca, estuve acariciando sus dedos hasta que volví a quedarme profundamente dormida. El despertador hizo su labor de todas las mañanas y no muy convencida lo apague, me volteé y abracé a Yoongi que seguía con sus ojos cerrados, le di un beso en cada parpado y luego uno en su boca.


– Buenos días mi amor, ya es hora de levantarse.

– Buenos días corazón... lo sé y no quiero, debo ir a Chicago a una convención.

– Yo tampoco quiero que te vayas pero tres días se pasaran volando, ya lo verás.

– Me encanta tu optimismo – dijo acariciando mi nariz con su dedo índice.

– Y a mí me encantas todo tú, anda, no quiero llegar tarde a la oficina.



Nos levantamos y nos bañamos, después nos vestimos y desayunamos cereal. Tomé mi bolso y salimos del departamento, bajamos por el ascensor, subimos a su coche y me llevó a la oficina. Antes de bajar, le di un gran beso y un abrazo. Él iba a su departamento a dejar el coche y por su maleta para luego ir al aeropuerto.

Esa mañana estuvo muy agitada, hicimos una presentación para un nuevo cliente, tuvimos una junta con el señor Jin y estuve respondiendo miles de mails. Recibí un mensaje a mi telefono de Yoongi que acababa de abordar el avión y después Rae me llamó para que almorzáramos juntas, se escuchaba afligida. Cuando llegué al restaurante la abracé fuertemente, me dio una sonrisa y nos sentamos.



– Entonces, ¿ya firmaron el divorcio?

– Sí, esta mañana, ¿y puedes creer que anda con su abogada?

– ¿En serio?, ¿y cómo te enteraste?

– Los vi al salir del juzgado, se besaron y subieron al coche de él, ¿sabes?, Luhan siempre fue mujeriego y un hombre así nunca puede estar solo y la verdad dudo que cambie y que pueda ser monógamo.

– ¿Crees que te haya engañado?

– Es muy probable, ¿sabes que jamás hicimos cosas triviales juntos?, como ir al cine o por un helado, casi no estábamos en casa y cuando estábamos era teniendo sexo.

– ¿Nunca se dijeron te amo?

– Sí, cuando él estaba encima de mí, eso era lo que amábamos, el sexo no a nosotros como personas, sonará tonto, pero ni siquiera sé cuál es su color favorito, pero bueno ya no hablemos más de mí, mejor cuéntame, ¿cómo te fue en las fiestas?

– Genial, fueron las mejores de mi vida, su familia es tan cálida, me hacen sentir parte de ella, todos me regalaron algo en Navidad y Yoongi se porta súper lindo conmigo.

– Me da mucho gusto por ti amiga, es un gran detalle de su parte que te haya llevado con su familia en esas fechas tan especiales, la primera vez que me hablas de él jamás me imaginé que iban a terminar así.

– Yo tampoco.



Cuando terminamos de comer nos despedimos con un gran abrazo, no sé si Victoria amaba o no a su ex marido, pero definitivamente sí le había dolido mucho el divorcio. Mientras caminaba pensaba en todo lo que me había dicho y vino a mi mente el terrible sueño que había tenido la noche anterior, ¿en verdad Yoongi podría dejar de estar con otras mujeres y serme fiel?, ¿me amaba a mí o el sexo que teníamos?, tampoco habíamos ido al cine, claro que llevarme con su familia no se compara, no llevas a la amante, llevas a la novia. Saqué mi celular y marqué al que le llamaba al principio.


"El número que usted marcó se encuentra desactivado"


Escuchar eso me dio un alivio, pero entones recordé las mentiras que me había dicho, lo que me gritó cegado por los celos, ¿me ocultaría más cosas?, ¿cómo sabía que mis flores favoritas son los alcatraces? Sin encontrar respuestas llegué a la oficina y me concentré en el trabajo.


El tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos, tal como se lo dije a Justin. Me encontraba en mi departamento terminando la cena para recibirlo, cuando escuché la puerta abrirse salí de la cocina a recibirlo. Me abrazó fuertemente y me dio varias vueltas, después me besó ansiosamente mientras con una mano apretaba mi nalga.


– Te extrañé tanto __.

– Yo también a ti.


Me cargó y me dejó sobre el sillón, se quitó la chaqueta y se colocó encima de mí besándome y acariciándome un seno mientras sentía como su sexo reaccionaba.


– Te necesito tanto __ – dijo presuroso levantando mi falda y quitando la ropa interior para después bajar su pantalón y su bóxer ...


Ardiente Tentación ( HOT) Suga x TnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora