Reglas

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Eve
Tome el vuelo que me compro doña generosa y regrese a la gran ciudad, lo admito fue crudo y real, pero me dolió.
Pero de eso trata, esas son las reglas, sino duele no es la verdad.

Matt
Desperté en una cama más grande que mi casa, y había ropa colgada.
Pensé en un hotel, no me preocupe por nada, quizá Eve estaba explorando el área, tome una ducha y poniéndome la ropa baje, no era un hotel, cuando vi a la familia sentada desayunando.
   —Buenos días cielo, toma asiento  —, me dijo una señora, obedecí  —¿Y Eve?  —, me interrumpió Jess  —Matt, lo siento tanto, se fue en la mañana, te dejo una nota  —, me la dio, era extraño, ¿por qué volveríamos a casa de Jess y abandonarme?  —¿se fue? ¿Así nada más? ¿No dijo por qué?  —, Jess vestía de negro y usaba lentes oscuros, leí la nota.

Querido Matt, soy Eve, lamento tanto tener que dejarte así, en casa de Jess, ayer mientras dormías ofreció darnos asilo durante la noche, pero prefiero que te quedes con ella y su fabulosa familia, estaré bien, no me busques.
Eve.

Nunca vi la gramática de Eve, pero sí de algo estoy seguro es que ella no habla así y mucho menos hubiera accedido a regresar a esta casa.
  —vaya, qué extraño, ¿saben? Creo que yo también me iré, sin ella aquí no tiene sentido tanta hospitalidad  —, me puse de pie,   —no te puedes ir Matty, acabas de despertar, además fue su decisión, no interfieras en las decisiones de una chica  —, todo era confuso,  —no, ella no toma decisiones tan tontas   —, camine hacia la gran puerta,   —no te puedes ir  —, abrí la puerta,   —mírame hacerlo  —, la luz del día hizo más llamativo su cabello rojo  —¿ya te vas?  —, dijo haciéndome retroceder  —¿Roxanne? ¿Qué haces aquí?   —, Jess vino corriendo  —¡sorpresa Matt! No puedes irte y dejar a las damas así   —, me hicieron volver.
Eve
Llegue al departamento, habían cajas por todas partes.
De vuelta a la vida antigua vida.
Las cartas en el piso, todas sobre pagos, fui a la cocina y abrí el frigobar, seguían mis  compras intactas, sería un día largo.
Comencé a acomodar todo de nuevo,  las horas se iban limpiando la casa hasta que termine y decidí tomar un baño.
El clima se tornaba  raro, el cielo se oscurecía y la lluvia se hacía presente, prepare una taza de café y me senté frente a la ventana mirando  las gotas chocar contra el cristal, ¿qué estará haciendo Matt? ¿Estará bien? Duele admitirlo pero si me gusta, aunque es un chico fuera de mi alcance; quizá Jess tiene razón y nunca se fijaría en mi, está obsesionado con su ex, no debería entrometerme pero la chica no parecía apreciar su existencia y los buenos momentos junto a él.
Mire el reloj y eran las 6PM, tome un abrigo y un paraguas saldría de compras, no necesito nada más pero si distracción.
Matt.
El tiempo que estuve con Jess fue por risas de ambas, Roxanne me miraba de forma extraña, de ahí pasamos a caminar por las calles, pretendía hacer los chistes de Eve que por razones obvias Roxanne no entendía y por consiguiente no le daba gracia, era diferente.
Sin pensarlo ella me besó y la seguí, la tarde se fue en besos que buscaban su sabor, ella no sabía a sandía y alcohol, sino a labial rojo, aunque no me quejaba de sus besos no los disfrutaba como creí que sería, no parecía extrañarla con mis fuerzas, depositaba una mano dentro de mi camisa y con la otra quitaba cada botón , mientras su lengua recorría cada rincón de mi boca.
—Rox, no, detente—, la separé de mi, —¿qué pasa? No te voy a violar—, la miré —parece que si, me quieres tragar vivo—, comenzó a reír —Lo siento Roxanne, yo... Creo que esto no va a funcionar—, ella se alejó de mí frunciendo el ceño, —¿disculpa?—, me puse de pie, —Verás sí no funciono una vez intentarlo es un desperdicio de tiempo—, se puso de pie —a mí no me vas a dejar, no me puedes dejar—, me puse el saco —mírame hacerlo—, camine hacia la puerta —MATT DETENTE, SI TÚ ME DEJAS TODOS SE ENTERARÁN DE LO QUE ME
HICISTE—, me enojé, ella me dejó por otro, al diablo con ella —dile a quien quieras, ya no voy a hacer lo que me digas, todo es diferente ya no soy el estúpido que puedes manejar a tu antojo, tú puedes ir por la vida en la cama de todos, es tu problema, yo solo quiero a una y no eres tú—, Roxanne lanzó un zapato a la puerta cuando me vio salir —¿esa chica? ELLA JAMÁS SE FIJARA EN TI, POR ESO SE FUE, TE ABANDONÓ AQUÍ PORQUE SABE QUE ERES UN PERDEDOR—, seguí caminando, —Un perdedor con agallas—, abrí la puerta principal y deposite un cigarrillo en mi boca para encenderlo, —te vas a arrepentir de esto Gray—, escupí el humo, me sentía bien, —Ya me arrepentí de no haberme ido con la chica—, camine lejos de esa casa, los gritos de Roxanne eran espantosos, yo había ganado esta vez, estaba decidido en buscar a Eve, quería convencerme que ella era la indicada, lo sentía.
Tomé un avión de vuelta a la ciudad donde la conocí, la buscaría hasta dar con su paradero, así me cueste la vida, ya he desperdiciado mucho tiempo en personas equivocadas, si ella no era la indicada, estoy dispuesto a adquirir un tiempo divertido y una grata experiencia, ambos necesitamos aprender de esta vida que no termina.

Vendrán AmoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora