Capitulo 2.

148 5 1
                                    

Capítulo 2:

A pesar de todas las cosas malas que han pasado hoy solo tengo una buena; mi amiga Fernanda me contó que los papás de uno del equipo de Basquetbol, Zack, se fueron de viaje de negocio a Toronto. Es un lugar muy cerca de New York pero de todos modos no van a estar en casa, Zack se le ocurrió hacer una fiesta de bienvenida de nuevo semestre a todos del equipo de basquetbol y obviamente están invitadas las animadoras.

Al menos creo que este día cada vez está mejorando cada vez más.

Sonó la campana para el almuerzo, todos ansiosos se levantaron de su asiento y cogieron camino hacía la cafetería.

Fernanda y yo nos dirigimos para reclamar nuestro almuerzo, poco a poco la gente fue abriendo espacio para que nosotros entráramos. Nos fuimos acercando al cocinero pero el puesto estaba ocupado por los lerdos, inmediatamente emboqué un sonido para que voltearan a vernos y nos abriera espacio para nosotras.

Ellos voltearon a vernos pero no se imputó nada de importancia a nosotras y volvieron a lo suyo.

-¿No entienden que tenemos que pedir nuestro almuerzo? – Explotó Fernanda ante el acto.

-Lo siento, pero en la cafetería no dice por ningún lado: “Ábranle paso a las chicas animadoras para que puedan reclamar su almuerzo.”, no dice por ningún lado eso. – Imputó Alison Frogwest.

-No hay necesidad de que haya carteles colgados para hacernos respetar y nos den paso. – Dije.

-Lo siento señorita, pero no todo tiene que hacerse cada vez que usted quiere. – Reaccionó Alison.

Fuertes aúllos que hacían echarle carbón a la discusión se escucharon en toda la cafetería.

-Mira Alison a mí no me vengas con tu alzadés y danos el lugar por las buenas o se hará por las malas. – Dije furídica.

- Ah sí ¿Qué me vas hacer? – Preguntó restante.

-Emm Alis no creo que sea buena idea… - Susurró el lerdo de su hermano al que odio.

- ¿No me tienes miedo? – Pregunté.

- ¿Por qué tendría que tenerlo? – Dijo.

Jovencita malcriada, sabrá muy pronto lo que puede llegar a hacer Sofía Bretford.

-¡Profesor! – Grité.

-¿Ah? – Dijo confusa. Un profesor fue acercándose poco a poco a mí.

- ¿Qué pasa Sofi? – Preguntó el profesor Alberto

- Estos chicos de aquí me han quitado el puesto de la cafetería, no me lo quieren dar y me han amenazado con hacerme daño. – Dije fingiendo preocupación, el profesor me miraba atentamente para luego pasar su mirada a los otros y yo sonreír triunfante.

-¿Es en serio eso? – Preguntó el profesor.

- Eh... déjeme explicarle. – Pronunció nerviosa Alison.

-Es suficiente con eso, tendrán detención por 2 semanas y nada de queja a sus padres porque lo que han hecho es grave. – Dijo el profesor marchándose.

Los chicos que la acompañaban quedaron sorprendidos por lo que hice y Alis me mataba de furia con su mirada.

-¿y..? ¿Me darás el puesto? – Dije con una sonrisa de triunfo y burlona, todo esto era tan chistoso al ver sus caras.

- Está bien, ganaste esta vez. – Se notaba destrozada o era mi idea ¿en serio? ¿Por un simple turno? JA que niñita de lo más sensible. – Pero escucha muy bien, puede ser que yo sea fea, tú eres linda, tú eres la primera opción de todos, yo no ni alcanzo a ser opción. Soy la sin cuerpo, tú un lomazo, tú eres la creída, yo con baja autoestima. Yo soy simpática, tu antipática... Tú te ríes de los demás, yo me río de mi misma. Prefieres ser lo que eres, porque eres perfecta según TÚ. Yo me creo más imperfecta que todos, pero prefiero seguir perfeccionándome. ¿Pero sabes qué?

Una historia al revés.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora