> 12 de Septiembre del 2014 <
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> Roman <
Mis manos se movían nerviosamente, girando la botella entre mis dedos. Luchando porque mi mente no me jugara una mala pasada y girara a ver tus bonitas pupilas celestes. Las cuales, llamaron mi atención desde el primer instante en que las vi.Tontamente, lograba observarte de reojo, el cómo acomodabas tu chaqueta o el simple hecho de lograr ver como pasabas tu mano por tu desordenado cabello ¿Cómo puede haber alguien tan perfecto?
Sin poder más, gire mi rostro para poder contemplarte completamente y para mi mala suerte, en el momento en que mis grisáceos ojos escanearon toda su figura, tus ojos se encontraron con los míos. Qué vergüenza. Mi respiración se aceleró, apenas vi como caminabas hacia mí. Esto no está bien. Quizá sí. Pero no del todo.
⎯ Hola ⎯ dijiste
Yo clave mi vista en la botella. Más bien, trataba de observar a cualquier lado que no fuera mi derecha. Pero no pude seguir haciéndolo cuando tu mano toco mi hombro. Ese simple roce, provoco mis revoluciones en mi estómago y una extraña y molesta corriente eléctrica, recorrió mi columna vertebral. No pude evitarlo y me gire para observarte.
⎯ Hola ⎯ contesteMi manera cortarte de responder, en vez de provocar que te alejaras, sino todo lo contrario, tus labios se alzaron en una sonrisa coqueta y con un toque de superioridad, haciéndote ver, completamente arrogante.
⎯- Me llamo Dean ⎯- te sentaste a mi lado ⎯- Dean Ambrose, ¿y tú eres?
Yo trague saliva. Por lo menos ya conocía tu nombre.⎯- Roman ⎯- respondí ⎯- Roman Reigns
Tú me miraste y sonreíste de lado.
⎯- Roman Reigns ⎯- repetisteYo no tarde en sentir esas mismas mariposas molestas en mi estómago, al notar como tu voz, acariciaba cada una de las letras de mi nombre.
⎯- Exacto.
⎯- Bien ⎯- me miraste ⎯- te invito otra cerveza
Yo sonreí de lado, y sin evitarlo, un sonrojo molesto se hizo presente en mis mejillas. Sonrojo que. Supongo notaste, ya que reíste.
⎯- Oye, solo es una cerveza
Yo trague saliva y baje mi mirada.⎯- Lo... Lo sé, solo una
Tu mirada se dirigió hacia el hombre que atendía la barra y le pediste dos cervezas. Pero, no imagine, que esa sería la primera de muchas.
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Mis piernas tambaleaban por las frías calles de Sacramento contigo a mi lado. Por alguna razón, después de muchas cervezas, ambos salimos del bar sin rumbo alguno. Bueno, yo conocía el mío. Mi casa. Pero no conocía el tuyo.⎯- ¿A dónde vas? ⎯- te pregunte cuando logre sostenerme en pie
Tú me miraste y sin razón alguna, explotaste en carcajadas y yo lo hice contigo.
⎯- ¿A dónde vas tú?⎯- A mi casa ⎯- logre responder
⎯- Bien, yo también
Sin entender la respuesta, camine las cuatro calles que quedaban y al ver la que ahora parecía ser enorme, puerta blanca que indicaba que esa mi casa. Camine por el patio y con sumo tacto logre introducir la llave en la cerradura, para girar la perilla y entrar. Sin darme cuenta, tú entraste detrás de mí.
⎯- ¿Qué haces? ⎯- pregunte. Tú me miraste
⎯- Hacia demasiado frio afuera ⎯- respondiste tambaleante y te dejaste caer en mi sofáYo fruncí el ceño y me deje caer a tu lado. Unos centímetros más lejos.
⎯- Tienes bonita casa ⎯- reíste ⎯- espero que tu habitación sea igual de bonitaYo trague saliva y gire mi vista para verte. Tu rostro reflejaba lo que a mi ebria vista, parecía ser una propuesta nada decente.
Cuando menos lo espere, te moviste y quedaste sentado sobre mí, y sin pensarlo más, uniste tus labios a los míos. ¿Qué estaba pasando? Yo trate de alejarte, pero la manera en que tus labios se movían completamente serviciales a los míos, hicieron por fin que mis labios se abrieran y se movieran a la perfección con los tuyos.
Tus manos se desplazaron hábilmente hasta el dobladillo de mi camiseta y sin remordimiento alguno la levantaste para quitarla, tus ojos clavaron en los míos y las yemas de tus dedos, viajaron lentamente marcando las líneas de mi tatuaje.
No era la primera vez que besaba a un hombre. Pero si la primera vez que besaba a un desconocido. No era la primera vez que estaba con un hombre. Pero si la primera vez que estaba con un desconocido.
Así que, Roman, ¿Qué se supone que estás haciendo?
No me dio tiempo de reaccionar, cuando me hiciste levantar casi a jalones del sillón y preguntaste cual era mi habitación. Sin saber porque, te dije cuál era, y me llevaste a jalones hasta ella.Una vez dentro, me empujaste y caí de espaldas a la cama y tú te volviste a acomodar sobre mí, pero esta vez, para devorar mi cuello a tu antojo. Antes de dejarte seguir, me gire, para esta vez, ser yo el que quedara sobre ti.
Si, esa era la primera vez que estaba entre las piernas de un desconocido, pero debo admitir que, no se sentía del todo mal. Mis labios buscaron tuyos, encontrándolos con éxito, tus manos viajaron a mi nuca y tus dedos se enredaron en mi cabello y comenzaron a tirar de este, mientras mis caderas impactaban contra las tuyas, robándote jadeos vergonzosos y gemidos altos. Cosa que me hacía sentir orgulloso.
Tus manos se desplazaron a mi pantalón y las mías hicieron lo mismo, dirigiéndose al tuyo. Me puse de pie y saque mi pantalón junto con mi bóxer, y después hice lo mismo con el tuyo. Para después colocarme de nuevo sobre ti y besarte como si mi vida dependiera de ello.
⎯- Apúrate, Reigns ⎯- me miraste ⎯- no tenemos toda la noche
Sin más, estire mi mano desesperado, buscando el pequeño paquetito plateado que se encontraba en mi buro. Lo abrí con cierta desesperación y me lo puse, para separar tus piernas y acomodarme bien entre estas. Una mirada encendida fue lo único que recibí de tu parte y en realidad, fue lo único que necesite. Sin pensarlo dos veces, comencé a entrar en ti y un gemido placentero salió de tus labios, eché mi cabello hacia atrás, y comenzar a moverme suavemente.
Mis manos se apoyaron en la cama, dando así, más impulso a mis movimientos, mientras que tus gemidos que pronto pasaron a ser gritos me incitaban a seguir. Cosa que hice. Tus jadeos, que pronto pasaron a ser gritos desesperados, indicándome que tu orgasmo, al igual que el mío, estaba por llegar.Tu ceño se apretó y tus cabellos castaños se pegaron a tu frente debido al sudor, mientras que yo observaba cada una de tus facciones, intentando memorizarlas. Tus dientes se apretaron y mordiste tu labio, para tratar de que tus jadeos se escucharan menos.
Un grito salió al unísono de ambos, haciendo que un orgasmo a la par, llegara para los dos. Mi cuerpo cansado callo al lado del tuyo, mientras mi respiración subía y bajaba rápidamente al igual que la tuya.
Un enorme silencio nos invadió, quizá, ambos tratábamos de procesar lo que había pasado. O quizá, como dos desconocidos, no teníamos mucho que decir.Solo observe como te levantaste para vestirte.
⎯- Bien ⎯- lograste decir ⎯- es hora de que me vaya, gracias Reigns ⎯- me miraste ⎯- no eres tan malo después de todo, si tienes suerte, nos veremos después, y si no, tendrás la fortuna de decir que Dean Ambrose estuvo en tu cama ⎯- sonreíste orgulloso ⎯- buenas nochesDespués de eso, saliste por la puerta sin dejarme siquiera responder. Quizá, eso es lo que pasa cuando te acuestas con un desconocido.
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|| Stitches || Ambreigns||
Fanfic¿Qué pasa cuando la presión de la sociedad esta sobre ti? Cuando todos hablan a tus espaldas porque, eres el más rudo, o quizá, porque eres más hombre. Quizá, todos tengan una perspectiva diferente a lo que en realidad eres y terminas creyendo ser e...