Capítulo 2

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Íbamos de camino a casa cuando pasmos por la finca de los Sherville. Sí, se apellidan igual que el nombre pueblo. Su familia vive aquí desde hace siglos. Fundaron Sherville a finales del siglo XIX, pero ya convivían con estas enormes montañas desde la edad media.

Los Sherville no se dejaban ver mucho por el pueblo, es más yo no había visto a ninguno de sus miembros. Mi madre dice que a la gente no les suelen caer muy bien porque van con aires de grandeza.
Pero yo no lo creo así. La verdad, me gustaría poder desvelar algunos de los secretos que se esconden detrás de aquellas murallas medievales. En halloween nos inventábamos historias y leyendas sobre aquel lugar. Una vez hicimos una apuesta a ver si alguien se atrevía a entrar pero al final se anuló porque nos perdimos en el bosque. Aún recuerdo con pelos y señales la regañina que me echaron mis padres al llegar a casa.

Todavía tengo el sueño de poder entrar alguna vez al hogar de los Sherville. Era un sitio precioso, con ese aire decadente que a mí tanto me gustaba. Tenía una mezla de varios estilos arquitectónicos de distintas épocas. La robusta muralla de piedra medieval es bastante alta, incluso demasiado para proteger el caserón. Parecía como aquellas murallas que te puedes encontrar a la entrada de las antiguas ciudades medievales. Luego hay otro edificio también medieval, parecido a una torre de vigilancia . Por último estaba el gran caserón. A los lados tenía unas torres con la cúpula cónica tan característica de tantos castillos que nos hemos imaginado alguna vez de pequeños cuando nos contaban cuentos de caballeros, dragones y doncellas. En las entradas hay grandes portones de estilo victoriano que parece que hay que hacer un enorme esfuerzo para abrirlos.

Llegamos a mi casa y al verla me pareció enana al compararla con la de los Sherville. No era ni muy grande ni muy pequeña. Era bastante acogedora. Mi madre se había aficionado a la fotografía y teníamos la casa llena de su "arte" como diría ella. Eran bastante buenas. Todas eran de paisajes y animales. Mis favoritas estaban en una esquina subiendo las escaleras que accedían al segundo piso. Una era de un águila alzando el vuelo, otra de él lago helado que hay al otro lado de las montañas y por último una rosa en la nieve cubierta de escarcha.
Siempre cuando pasaba por allí me quedaba mirándolas. Mi madre me contó que un vez cuando era pequeño pensaba que me había perdido, estuvo horas y horas buscándome. Cuando iba a llamar a la policía me vio sentado al final de la escalera, en aquella esquina contemplando las tres fotografías como si intentarán imnotizarme.

Entré en mi habitación y cogí el móvil. Tenía un montón de mensajes ya que mi padre no me había dejado llevarlo a la playa. Derrepante veo doscientos mensajes en le buzón de voz. Todos eran Alice (cómo no) diciendo "has llegado" con diferentes voces. Me reí, ella siempre me saca una sonrisa. Le mandé otro mensaje diciendo que estaba agotado y que me iba a dormir un rato.
Acabado esto me metí en la cama y caí en un profundo sueño.

***

Sé que estoy poniendo muchas descripciones y que la historia casi no ha avanzado pero es que quiero que os imaginéis todos la paisajes y sitios como yo me los imagino. Creo que las descripciones juegan un papel importante en todas las novelas sobretodo en el principio . Pero a partir del próximo capítulo ya habrá diálogos, lo prometo.

No olvidéis vuestras estrellitas, comentarios y seguirme.

ShervilleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora