Morbo

13.6K 1K 116
                                    

Termino de tomarme una deliciosa napolitana de chocolate. Sigo trabajando duro toda la noche hasta que por fin llega la hora de cerrar, el día ha sido bastante bueno, aunque agotador, mi cabeza va a estallar no dejo de pensar en lo que sucedió anoche nunca imagine que podría conocer a un hombre tan misterioso y a la vez tan activo en el sexo, me dejo totalmente hipnotizada, solo recuerdo ese tatuaje de frase y como su cuerpo marcaba la v tan musculosa, no pude verle la cara, me decepciono que se fuera tan pronto...

Aparco en "Morbo" hoy no sé qué me pasa estoy dudosa, quizás sea las ganas de volver a verlo y de saber quién es, estoy indecisa, no tengo ni idea de que hacer. Si entrar o dar marcha atrás e irme, elijo la segunda opción y me marcho.

Suena mi despertador, ya estamos a jueves casi acabando la semana, hoy es mi día libre, con esto de las rebajas de verano trabajamos los domingos incluidos, aprovecho para ir de compras por la mañana y quedar por la tarde con mis amigas, nuestro café de la semana nunca puede faltar.

- Erikaaa... - grita mi amiga Laura desde la otra punta de la calle -.

- Lauuuu... - así es como la llamo – Candee – Candela es mi otra amiga, más discreta con nosotras, pero cuando se desmadra es peor que las dos juntas-.

- ¿Cómo estás? – viene Lau corriendo hacia mi dirección mientras sus palabras salen por si solas de su boca - ¿Qué tal vas? ¿El azúcar? – siempre ha sido la que más se preocupa de mi de nuestro gran grupo -.

- Muy bien ¿Y vosotras como estáis? – pregunto animadamente, me encanta verlas, faltan muchas más somos ocho, pero tres que no nos separamos nunca -.

Me ponen al día de todo, Silvia ha tenido ya a su pequeña, pronto iremos a verla, vive en la otra punta de la isla, siempre solía venir a veranear, pero desde que se echó pareja hace cuatro años apenas las veíamos. Las chicas hemos cambiado mucho, Silvia acaba de tener una niña, Marta vive en Italia, Carol vive con su novio y su suegra en Barcelona, María se enamoró de un cubano y para Cuba que se fue, Samanta se fue a Rusia a su país de origen al enterarse de que su abuelo sufría de cáncer...

Nosotras tres nos hemos permanecido juntas. Seguimos teniendo el grupo de las chirlas, pero sin ellas aquí es difícil serlo, echo a todas de menos, cada una con su locura y sus cosas, mis padres decían que estábamos todas locas. Menos mal que ellas dos no me fallan, Lau para mí es como mi segunda hermana, ella sabe todo de mí y yo de ella, no podemos estar la una sin la otra. Candela es cosa aparte, sabemos que podemos vivir una semana sin hablarnos, pero cuando nos vemos es como si estuviéramos a todas horas en contacto.

Últimamente está muy cambiada, apenas la vemos, siempre está ocupada y casi nunca puede hablar, creemos que esta con un chico, pero es tan tímida a veces que le cuesta mucho decirnos que le pasa. Nunca cambiara, Laura y yo insistimos en que nos puede contar las cosas, solo nos ha dicho que está conociendo a un chico increíble, que en la cama es un dios y que cada vez le va gustando más, siempre ha sido una romántica empedernida.

- Bueno... ¿Cuándo nos piensas contar que tienes pareja, Cande? – le digo y sé que está empezando a ponerse nerviosa, ella y su timidez -.

- Aaa.. Aun no estoy con él, nos estamos conociendo, solo eso – dice avergonzada -.

- Seguro que conocerlo lo conoces bien a fondo... - le espeta riéndose Lau -.

- ¡Laura Gilalbert! – grita Cande – por favor no digas eso, hay mucha gente y nos podrían escuchar.

- Tú y tu manera de pensar que a la gente le importa nuestra vida – dice Laura, Cande siempre ha sido una persona muy reservada y últimamente más -.

- Venga chicas, haya paz por favor – digo para que no empiecen a picarse la una a la otra como hacen siempre que se ven - ¿Y bueno como es ese chico tan misterioso?

¿Amor o Amo? +18 © PUBLICADA EDITORIAL TITANIUM!!  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora