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Capítulo especial, perspectiva II

 (Después del alta del hospital)





Se ha ido.

No es que fuera una reacción que no se esperara, pero de todas maneras le dolía.

Aquel muchacho, el chico blanquecino de cabello negro y ojos grandes y redondos se había ido corriendo de la casa en cuanto despertó. Se fue de esa manera por culpa suya, al chico que venía cada día se las arregló para ahuyentarlo tal vez para siempre.

Tragó con dificultad, quería convencerse de que no importaba, de que encontraría la manera de entrar en amistad con alguien más. No importa que hubiera fracasado en la persona que era la más cercana a su persona. Pero era difícil converse de aquello puesto que, dolía como el demonio, incluso más de lo normal ¿Por qué él no pudo ser normal?

No se refiere al Kim Jongin que nació con la normalidad corriente y las aptitudes dentro del promedio, se refiere a él. A sí mismo. ¿Por qué no pudo ser él Kim Jongin? Nacer él dentro de este cuerpo desde el principio, viviendo cerca de estas personas, yendo al colegio con estas mismas personas ¿Por qué el otro Jongin tuvo la suerte de tener el control del cuerpo y tener la oportunidad de vivir como quiso? ¿Por qué era ahora él quién tenía que lidiar con esta mierda? Al otro se le acabaron las baterías para vivir, entonces debió simplemente haber muerto. No pasarle a él el maldito problemón. Sabía que no le aceptarían a él, porque todo mundo quería de vuelta al otro Jongin ¿Por qué tuvo la idea de decirle a Kyungsoo la verdad? ¿En serio esperaba que el otro fuera comprensivo con él? ¿Que llegara a quererle por quién era él en verdad?

Era imposible desde el principio, todo el cariño y la atención que le dirigió no se la dirigía a él sino a su amigo, al otro. Que suerte tenía el otro. Todas estas personas que se preocupaban por él, teniendo esta casa, a una madre que lo ama, a un amigo que cuidaba de él en todo momento, compañeros y profesor que se preocupaban por él ¿Cómo se atrevía a haberse dormido y no despertar? Teniendo todo lo que tenía. Se sentía celoso, de todo lo que le gustaría que fuera suyo y no lo sea. Celoso de tener un lugar en este mundo.

En cambio a él, nadie le aceptaría jamás.

La puerta rechinó detrás de él y se giró para ver a la mujer que le habría dado a luz entrar.

Se giró sin tener idea de qué pasaría, pero con la guardia alta de todas maneras, la miró receloso. Nadie intentará entenderle jamás. Intentarán deshacerse de él. Apostaría a que todos prefieren al inútil Jongin con la capacidad mental de un mocoso de 3 años en lugar de darle una oportunidad a él. Un odio tremendo se instaló en su nuca cuando vio la silueta de aquella mujer, para en el umbral de su habitación, un odio que no supo controlar y que se esparció por todas sus facciones.

Ella mantuvo una distancia sin pasar más allá de la puerta, observándole asustada.

-He estado hablando con algunas personas durante la noche. Me han dado la dirección de un muy buen especialista que nos puede ayudar a comprender tu situación. Nos ayudará a sobrellevar esto.

-Mientes.-Contestó de vuelta hacia la mujer. Su voz había sonado prácticamente como un rugido saliendo por su pecho. Sin darse cuenta, se había agazapado sobre la cama, parado sobre el colchón para observarle desde la altura, como un animal a punto de abalanzarse sobre una pobre oveja.

Su rápida respuesta pareció herir a la mujer.

-No...No estoy mintiendo. Anoche, estaba muy confundida -dio un paso hacia él, y este estaba listo para saltar por la ventana si ella pretendía obligarle a ir a dónde sea.- Estaba asustada... Lo admito. Pero he estado informándome, he hablado con muchas personas Jongin--

El durmiente - KaisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora