-Hey! - escuche a una niña fresa llamarme y... Si, si era Daniela.
-Hey! - le regresé el saludo.
-Preparaste la exposición de biología, está difícil amiga.
-¡claro que la preparé!
Había pasado dos semanas desde que entre a estudiar segundo de bachillerato y la verdad no era tan difícil como creí, sin embargo la maestra de biología tenía algo en contra mio, o al menos eso parecía, me exigía más que al resto y siempre me miraba mal a pesar de ser la mejor de la clase (y no era presumida) su actitud conmigo era extraña y ¿malvada?.
-Si hiciste la preparación ¿por qué no traes la cartelera en tus manos? - como si fuera un reflejo miré mis manos y era verdad ¡había olvidado la cartelera! Seguro la sta. Cecilia me quema viva, quise llamar a mi madre para ver si me podría mandar con la empleada mi cartelera al cole, pero era tarde. La maestra había llegado.
-Seré clara, y rápida, llamaré a lista y cada uno me dirá sinceramente si trajo lo necesario para la clase de hoy,¿entendido?. - mis compañeros y yo hicimos un gesto de afirmación con la cabeza y la Sta. Cecilia empezó a llamar nombre por nombre.
-Señorita Liliana Gómez.
-preparé, pero...
-No existen "peros" para mi. ¿trajo el cartel que pedí o no? .
-No señorita.
-Ok, entonces ya sabes cual es tu nota Liliana. - pude sentir como mis pómulos empezaban a arder de la rabia que sentía, aunque sinceramente no se hacía quien o que. - Ah, Lili, ve con tus compañeros incumplidos a hacer un trabajo a la biblioteca y deja el número de tu acudiente para comunicarme con él.
Cecilia era insoportable era.. Era... Un bruja!, si, una bruja fea y come sesos en especial el mio. Solo quería que se jubilara pronto para no tener que aguantarla más, pero lo que me hizo ese día no tenía comparación ¡hiba a llamar a mis padres!, suficiente tengo con Jorge y sus estúpidas rabietas, pero no había otra opción. Estuve hasta la hora del descanso en el biblioteca junto con los vagos de mi curso, ¿genial no?. Cuando sonó el timbre de inicio del descanso Lucía fue a buscarme. Sola.
-Lili, ven rápido - me dijo señalando un pasillo.
-¿que quieres? - le pregunté a mi amiga.
-Camila nos está guardando puesto en el fila de la cafetería, rápido.
-Ok, ok. - literalmente corrí hasta nuestros puestos en la fila mientras Lucy guardaba una mesa. Por si las dudas, mi colegio es grande, sin embargo la cafetería es una locura cuando bachillerato está en descanso, siempre hay que llegar 10 minutos antes si quieres comer algo.
<Regla número 1 de supervivencia: llegar temprano a la cafetería y guardar puesto al resto.>
-Emm, Lu, ¿dónde está Dani?.
-Ja, ¿que en donde está?, pues tal vez no te sorprenderá saber que ella está en coordinación.
-¿y porqué coño está allí?.
-Me pasas la salsa, por favor - nos interrumpió Camila. Le pasé la salsa rosada y ella le hecho un kilo de salsa a su papa con salchichón. - Después de que Cecilia...
-La Sta. Cecilia. - le corregí
-Aja, como sea, después de que la maestra te llevó a la biblioteca, Daniela se enfadó y le faltó el respeto a la Sta. Cecilia.
-Ah. - supongo que debí decir algo más inteligente, pero no se me ocurrió qué.
-y así llegamos hasta este punto. - "concluyó Camila" - es interesante como una cosa conyeba a la otra.
-Si, si, lo se. - al principio creí que Lu hablaba en sarcásmo, pero al ver su rostro me di cuenta que hablaba de verdad, no le encontraba lógica a la conversación pero mis dos amigas parecían llevarla de maravilla, por un segundo creí que nuevamente estaba sola y a la vez rodeada de gente, sin embargo esta vez estaba equivocada ya que ese par de "filósofas" eran un tesoro que ahora temía perder.
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¿Mentes anormales?
No FicciónNo existe nadie raro, solo existen personas originales y especiales. Yo conozco personas muy especiales, pero solo son tratados como unos raros más. De hecho yo misma los he juzgado de raros. Para una pequeña niña como yo, es mucha carga todo lo que...