Me despierto por la mañana... Un día normal de los de siempre.
Me pongo él uniforme que tanto odio, me hago la ralla y bajo a desayunar.
Como siempre, me siento yo sola ya que no tengo amigos.
Las cocineras, me echan él desayuno y me siento en una mesa. Sola.
Empiezo a comer, mas bien, devorar la comida. La verdad que nunca tengo hambre.
-Mirala tan solita e indefenso animal del bosque -dice una chica
Por su voz, sabia perfectamente quien era.
La popular del internado
-¿Qué? ¿Te ha comido la lengua él gato o que, zorra?
-¿Podrías alejarte de mi vista? -exclamo y pregunto-
-Uy si la chica se nos pone guay -exclama Sandra, la popular
-Mira bonita, no me gustaría arrancarte esas extensiones del pelo así que ya te estas largando perra sin bozal. -digo
-Ya nos veremos -dice Sandra
En verdad, todo él internado nos estaba viendo pero ya estoy harta de ser siempre la que se tiene que callar
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