capítulo 3

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Eugenia...Yo quede momentáneamenteen shock, no podía creerlo, hacía años que no miraba esa cara enfadosa y sus ojos clavarse. Cosa que rápido cambio y una sonrisa se dibujo en su rostro
—¿_____?¿_____ Jones?—preguntoanalizándome
—La misma—conteste firme
—¡Mírate, Dios! ¡Te ves muy distinta!
—Tu...no tanto
—No te veo desde... Hace mucho, la graduación, quizás—rió
—Como olvidarlo, me derramaste champagne en el vestido—reí
—Tu destrozaste el mío—suspiro—y de echo te vi con este chico—señaló a Sergio
—Ah, sí. El fue el que evitó que te matara—ambas reímos
—Yo realmente no quería, o tal vez si, en ese tiempo—bajo el rostro
—Si, éramos unas niñas, creo que ahora no sería capaz—rio
—Yo menos—miro a Sergio—¿Y quién es él?. La vez de la graduación lo presentaste como tú "amigo"—hizo las comillas con los dedos
—Es...mi esposo—sonreí
—¡No me digas!, ¡Wow!; ¿Casada, Jones?
—Y muy feliz
—Lo notó—sonrío
—¿Y tú?, ¿Como vas?—pregunté, su sonrisa se desvaneció un poco
—Hace no mucho mi novio con el que estaba comprometida...me dejo—lagrimas se asomaban en sus ojos, ¿Era real?, Lemos ¿Llorando? Imposible—Lo siento, sé que no te importa...
—No; habla, mujer—insistí, Sergio me susurró "-Ya vuelvo" y se retiró con celular en mano
—Pues.…—seco sus lagrimas, las cuales no tardaron en volver—Después de Leandro, tuve varias relaciones, ya conoces a la antigua Lemos—rio— Pero luego lo conocí, creo que el nombre ahora no importa, y llevábamos un año de novios y me pidió matrimonio, me sentí diferente, el me cambio; me sentí completa pero no todo iba a ser miel con hojuelas y lo sabía...
Hace meses lo notaba cortante...
Salía muy seguido...
Su carácter cambio...
Escondía cosas...
Recibía llamadas constantemente...
Un día opté por seguirlo a una de sus "reuniones" y...—las lagrimas se vieron de nuevo—me lo encontré citándose con una putä—se hizo un mar de lagrimas, le di mi hombro de apoyo, nunca en toda mi vida me la hubiese imaginado en esta situación
—Eu... No...no llores, tal vez esa era una señal, el no te merecía. Recupera parte de la antigua pero solo su seguridad...brilla con luz propia—aconsejé
—Lo haré, _____, lo prometo—se limpio—Siento a verte hecho perder el tiempo, pero me tengo que ir—dijo un tanto apresurada
—Claro
—Y tu esposo espera—reímos—Gracias, _____
—De nada
—Si necesitas de mi...Ten—me entrego una tarjetita—Nos vemos y suerte con..él—me guiñó un ojo, reí, tome la tarjetita con ambas manos y la leí
Agencia de modelos “Fashion Desing”
Señorita: Eugenia Lemos
Número: XXX [Número]
Sergio volvió a lo que yo no tarde en preguntar “—¿Quién era?” no era desconfianza solo curiosidad, no soportaría el hecho de que él me engañara, simplemente…no
—Era mi mamá, quería saber como habíamos llegado—seguimos caminando
—¿Cómo están todos ahí?
—Matias rompiendo cosas—río—dice mamá que desde que nos fuimos anda con el peor genio y casi Lucas lo deja en silla de ruedas por sus constantes peleas y ya no lo aguantaba
—¡Dios! Pero a veces se lo tiene bien merecido
—Lo sé—contesto por lo bajo, seguimos caminando un par de metros y esperamos algún bus que pudiese llevarnos al hotel, pero nada, o estaban llenos o simplemente no pasaban. Sergio hizo un par de llamadas luego me pidió que camináramos unos metros más hacia un restaurante, dijo que cenaríamos ahí y luego vendrían por nosotros… En el camino conocí a los franceses, muy apuestos por supuesto, pero también conocí a las francesas que miraban coquetas a Sergio, al final del recorrido en la entrada habían un par de chicas y una de ellas miro a Sergio, casi lo desnuda con la mirada, me celé velozmente, la chica era alta, rubia, ojos grises, una modelo ¿Quizás?... Tomé a Sergio del rostro y lo atajé hacia mí, y lo besé, luego mire a la rubia quien me fulmino con la mirada y volvió en lo suyo, sonreí y Sergio después de su sorpresa comenzó a carcajearse
—¿Tan atrevida te has puesto?
—Ella me provocó
—Solo me estaba viendo—lo miré mal
—Debes dejar de ser tan “Generoso”, Sergio—cruce mis brazos
—Y tú de ser tan celosa
—Creo que ya hablamos de esto…
—Ahora fuiste tú
—No te pregunte—el soltó un suspiro
—Bien, ya, no lo seré—me abrazó, “Bien, ______, relájate”, luego me besó y tomamos asiento en una mesa vacía, mientras comía no esperaba la hora de por fin estar en el hotel y… creo que ya saben

"La niñera" Sergio Celli y tu (Segunda temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora