Parte 9

598 44 3
                                    


Me desperté producto del escándalo que Anatoly y Anastasia protagonizaban, me enderece en la cama y me levante dispuesta a darme un baño, pase junto a la ventana y no pude evitar echar un vistazo para saber que era lo que les causaba tal alboroto, mire a Anatoly correr sobre el pasto lanzando agua con la pistola que le había regalado hace unos días, después apareció ella, con una blusa literalmente empapada y unos shorts cortos, corría descalza y reía de una manera tan animada... tan contagiosa que saco una sonrisa en mi rostro, me quede observando un buen rato, Anastasia era muy hermosa y tenia una inocencia que derramaba sinceridad, pero al mismo tiempo esa chica es increíblemente sensual y lo sabe.

Me aleje de la ventana para darme un buen baño, no podía quitar de mi cabeza la forma en que ríe, es una chica genial y me hace sentir segura por Anatoly se que cuidara muy bien de el a pesar de su corta edad muestra una madurez espléndida.

Baje a desayunar algo, el reloj marcaba ya las 11 de la mañana, me senté un momento mientras sorbía mi café cuando Anatoly entro corriendo.

A- Cami ¿quieres jugar? Voy a vestirme iré al cine con Anastasia pero mientras puedes jugar con ella- dijo dejando la pistola de agua sobre la mesa, observé su cara iluminada, el era feliz de tenerla aquí... reflexione un par de minutos y decidí salir a hacerle compañía, llevaba mi taza de café en la mano y ella sonrió en cuanto me vio...

An- ¿y bien? Amaneciste... logre evitar que te suicidaras, ¿te despertamos?

Me perdí un instante observándola, ahí recostada sobre el pasto como si tomara el sol, su blusa estaba completamente pegada a su fino pero bien formado cuerpo, ella noto mi mirada y se enderezo sin dejar de mirarme, note que su cabello estaba empapado y eso le daba un toque tremendamente sensual.

An- bueno... quizás podríamos hablar...

C- ¿ha? Si perdona, aun no me acostumbro a tenerte acá en la casa- dije caminando hacia ella

An- ven siéntate

Tome lugar junto a ella y di un trago a mi café, estaba nerviosa, su cercanía y sonrisa inigualable me ponían de nervios.

C- ¿como amaneciste?

An- medio dormida, con ropa, en una cama y con mucha pereza ¿y tú?

C- vaya que coincidencia, me ha pasado lo mismo- dije empezando a reír con ella- ¿llevaras a Anatoly al cine?

An- si... ¿no quieres acompañarnos? Seguro ese enano ni siquiera te invito.

C- no te preocupes me lo dijo muy emocionado, le hace muy bien tu presencia, y lo del cine seria buena idea necesito...

An- distraerte...- dijo interrumpiendo

La mire un instante a los ojos, ella se sintió intimidada y volteo a ver a otro lado, se recostó completamente en el pasto y con una de sus manos acariciaba las verdes hierbas junto a mi, sentí como si esa caricia fuera dirigida a mi, esa chica estaba empezando a atraerme demasiado. Me recosté a su lado dejando la taza vacía junto a nosotras, miraba hacia el cielo habían pocas nubes y estaba completamente despejado hacia el sur era uno de esos pocos y raros días en Moscú, a decir verdad yo adoro este tipo de días.

An- tus ojos son como el chocolate...- dijo en un susurro

Y- y los tuyos como el pasto...- ambas reímos, creí escuchar el timbre de la casa, quizás era la señora limpiesa cuando desperté no la había visto. Salí de mis cavilaciones al escuchar un suspiro por parte de Anastasia, aquello me había llegado a mi ser produciendo en mi un vació de nostalgia, me enderece a medias recargando mi cabeza sobre mi brazo, la mire detenidamente, ella cerraba los ojos y sonreía, mire sus facciones, su fina nariz, sus cejas que enmarcaban sus perfectos ojos, quise acariciar sus pestañas largas y tupidas, mire sus labios rosas finos pero atrayentes, poderosamente atrayentes.

La muerte de Lauren. [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora