Capítulo #3

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Habían pasado varios días después de mi "metida de pata" o al menos así le llamaba, pero no lograba sacarmelo de la mente. Esos ojos eran los mas hermosos que he visto y no lo digo porque lo sean pero me hicieron sentir algo que no podría explicarlo.

He visto ojos increíbles, en su color, tamaño, y su aspecto. Pero estos eran diferentes... de un color miel tan exquisito.

"¿¡QUE ESTA PASANDOTE ALICIA!?" gritaba mi Yo interior.

"No molestes, ni yo misma lo entiendo" le respondí.

"Al menos, ¿podrías dejar de pensar en ese chico?... ¡NI SIQUIERA SABES SU NOMBRE, O EN QUE CURSO ESTÁ!" me reclamó.

"Ya cállate de una sola vez, tengo que ver a ese chico de nuevo... al menos sus herm..."

"¡EY ALICIAAA! ¿SALES CON NOSOTROS? ¡IREMOS AL CENTRO COMERCIAL!" - me interrumpieron. Jasmin, me gritaba a lo lejano. Estaba detrás del portón de mi casa.

"Esta bien, solo déjame preguntarle a mamá, y te aviso, esperame aquí" - le grité lo suficientemente alto para que me escuchara.

"¡Te espero!" - volvió a gritar ella.

Le pregunté a Mamá si me dejaba, era imposible, me acababa de dar permiso para salir... últimamente están pasando cosas extrañas. Mamá no es de las que te da permiso a la primera, al menos tendría que hablar con la mamá de la persona con quién quiero salir.

"¡Oye Jasmin!, ¿A donde vas?" - le gritaba, mientras la lograba alcanzar.

"Oh, pensé que no vendrías" - dijo con un tono de sorpresa.

"Idiota" pensé.

"Como sea, tengo algo mas importante que hacer además de cuestionarme sobre que hiciste para que tu mamá te dejara salir" - dijo haciendo el gesto sobre pulirse sus dedos y dándoles un ligero soplido.

"¿Ahora que hiciste?" - respondí cansada. Siempre iba 10 pasos adelante de mi, ella actuaba rápido cuando se lo proponía. A pesar de ser una de las calladas, de alguna manera era muy popular en el Instituto.

"Unos contactos en el colegio, me revelaron uno que otro dato sobre tu querido <Ojitos>" - me dijo con su cara de <me la debes, gracias, por nada>.

"¿QUE DEMONIOS ESTAS PENSANDO IDIOTA? ¿ACASO ESTAS LOCA?" - respondí alterada, y furiosa.

"¡Oye! Tranquila vieja, nunca mencioné tu nombre, solo pregunté algunas cosas" - respondió con tono calmado.

"Por Dios, ¿por qué?" - dije algo preocupada, realmente no quería que alguien se enterara que me había quedado en shock por un niño, no necesito a algún niño conmigo.

"¿Cómo que <¿por qué?>" - respondió ofendida - " Eres mi amiga, y es la primera vez que te veo en ese estado por alguien... créeme, realmente me emocioné verte en estado de shock frente a alguien, y más un niño... tu no eres así, tu eres como un <repele niños>, no sé como demonios lo haces pero, ¡LOS ASUSTAS!" - recalcó sus últimas palabras.

"No seas tonta, simplemente..." - me dolía aceptar que esos ojos me habían llamado la atención.

"Solamente, ¿qué?" - continuó, empujandome a la realidad. - "Mira Alicia, tomatelo con calma, no pasa nada malo si me dices que te ha gustado ese niño, tampoco te va a violar, ¿o sí?" - preguntó.

Perdida en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora