4. Sos muy tierno.

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Faltaban cinco minutos para salir, pero la clase se hacía eterna con la aburrida profesora de inglés, que por cierto odio mucho (odio a todos los profesores); esos cinco minutos en algún momento se tenían que acabar a lo que Salí y me dirigí a la cantina del colegio para comprar algo para comer, me moría de hambre, bueno al menos se me había pasado el dolor de cabeza, algo positivo, no me puedo quejar tanto de la vida, estoy conforme con la que llevo. En el camino a la cantina por el pasillo decidí subir mi remera dejando mi panza al descubierto sin ningún problema a lo que pensaran de mí, hacía un calor sofocante.

-¿Y si se corren?- pedí de mala manera "permiso" en la cola de la cantina para comprar rápido. Cero paciencia.

-¿qué le pasara a esta?- oí que una chica que estaba a un costado decirlo dirigiéndose a mí, lo se puesto que no lo dijo en voz baja ni corrió la mirada cuando yo la observe. La examine de arriba abajo con cara de asco rebajándola, ella solo rio.

-¿qué es lo que te da gracia querida?- pregunte enojándome. La verdad que hoy no era mi día: uno, había dormido solo tres horas. Dos, venía con la bronca de tener tres horas seguidas de inglés. Tres, tenía mucha hambre. Cuatro, hacía un calor insoportable que no tolero. Y cinco, no tengo ni una puta gana de esperar a que estos bichos se corran para poder comprar. Mía tenía razón, me levante con el pie izquierdo.

-¿sabes que me da gracia?- me cruce de brazos esperando su respuesta. –me da gracia ver cómo te pusiste esa remera, realmente te gusta llamar la atención.-

-sí, realmente me gusta llamar la atención ¿eso es lo que te molesta?-

-¿queres saber qué es lo que me molesta?-

-Dale, decime a ver si sos tan cara dura- la regañe –y después te la bancas- era una advertencia. ¿Que se piensa esta pendeja para hablarme así? Se hace la mala y juro cuando la haga mierda va a llorar y se va a arrepentir de haber dicho eso.

-me molesta que seas tan abierta, ósea vivís de la pija hermana, no hay necesidad de mostrarse toda para que alguien te de bola, creo que la pija es tu mundo- la mato 1. La mato 2. La mato 3.-ademas vi tu foto en bola de anoche- Me tire sobre ella sin importar que esté lleno de chicos al alrededor; trato de zafarse pero me senté sobre ella y empecé a pegarles puños cerrados y duros en el rostro, de su parte yo solo sentía unos rasguños en los brazos y como se movía desesperadamente para levantarse. Todos al alrededor empezaron a alentar a esa chica que al parecer se llama Julieta por lo que decían.

-¡no me digas hermana, no soy tu hermana! ¡Viste que te haces la viva y después no te la bancas! ¡Te lo advertí, te voy a matar estúpida! ¡La paja será mi mundo pero sos una envidiosa de mierda! ¡De que yo tenga actitud y vos no! Injunada pelotuda. ¡veni a hacerte la picantona la próxima!- la agarre de los pelos y la jale hacia atrás con fuerza cuando siento que alguien me toma por debajo de los brazos, me levanta y me coloca en sus hombros.

–déjame que la voy a matar a esta- le dije a quién sea que me estuviera agarrando y me trate de soltar de su agarre pero tenía brazos muy fuertes. Me llevo en sus hombros bien lejos para que no pudiera soltarme y seguir la pelea, como si supiera de que soy capaz de ello. – ¿porque me llevas? Me hubieras dejado pelear en paz la iba a matar.- reclame, la verdad que soy un poco exagerada, no la iba a matar, solo me había enojado. Cuando me gire a ver quién era me sorprendí al verlo a él. El chofer. -¿Qué haces acá? ¿Por qué vos me separaste?-

-¿acaso te iba dejar que mataras esa pobre chica que no te hizo nada?-

-¿qué sabes si me hizo algo o no?-

-yo creo que no, sos muy capaz de agarrar a cualquiera-

-¿porque lo decís si no me conoces?-

-se cosas de vos que no quisiera-

-¿cómo cuales, y quien te las dijo?-

-eso no importa.- me va a matar de intriga, ¿quién estará hablando de mí? Y con él. Ojala que no me haya dejado quedar mal quien sea que hablo de mí. –En una hora tengo que llevarte a tu casa, prepárate.- empezó a caminar a quien sabe qué dirección y le seguí el paso.

-queda una hora ¿hablamos?-

-eso hacemos-

-bueno respóndeme...-

-¿qué?-

-¿qué es lo tan feo que te dijeron de mí?-

-muchas cosas-

-¿cómo qué?-

-te vas a ofender-

-no, ya he escuchado tantas cosas feas de mi- empecé a enumerar con los dedos –de que soy una puta, una trola, de que vivo de la pija, que soy súper mala, necesitada, atrevida, rebelde, apta para todo público, mal educada, irrespetuosa, irresponsable, zorra, fácil, gata, y muchas cosas más. Insultos que ni te imaginas como concha inflada o palmera vieja (porque ya se subieron todos los monos).-

-bueno, justamente eso me dijeron-

-¿Qué más?-

-te lo digo pero no te enojas- ¡sí! Lo convencí. Hice un gesto con mis manos como cerrando mis labios con candado.

-no lo are.-

-me dijeron que me hablas a mí solo para convencerme de llevarme a la cama, solo por interés ¿entiendes?- vi que se avergonzó al decir "llevarme a la cama" porque miro hacia otro lado en ese momento. ¿Por qué me tendrán tanto odio? Yo nunca le hice el mal a nadie que me acuerde. Seguro el que lo dijo es alguien que me tiene envidia, y mucha. ¿Y quién lo dijo? Mataría a esa persona, pero si tuviera que matar a cada persona que me dijera algo malo abría medio colegio menos; además tengo la idea de que si no queremos que nos digan algo no busquemos ese algo. No me puedo enojar que me digan puta, cuando yo me visto, comporto, pienso y hablo como una. –Y yo no quiero que eso pase, aquí estoy trabajando y no puedo permitirme hablar con los alumnos en cualquier momento.-

-¿y vos le crees a la persona que lo dijo?-

-en parte sí, porque no te conozco. Pero por otra parte no, me pareces buena persona, aunque problemática y rebelde buena persona al fin- me muero de amor, piensa eso y solo nos hablamos una vez, creo que me estuvo observando.

-gracias por no creerlo, porque eso que te han dicho no es cierto. Pero la gente me odia.- baje la cabeza mientras movía el pie en círculos con una piedrita. En realidad no sé lo que digo. Porque si puede ser cierto. Obvio que en algún momento me gustaría llevarlo a la cama; pero tratare de contraerme las ganas para no cagarla.

-la gente no te odia, por lo menos yo no lo hago.- me acerque rápido hacia él haciendo puntita de pies por la diferencia de altura y me atreví a darle un rápido y brusco beso en la mejilla. Se lo debía ¿recuerdan?

-sos muy tierno- se quedó sin expresión alguna al sentir mis labios en su mejilla. En el momento que reacciono se quedó observándome con una mirada nula.

-emm- ¿eem que? Fue solo un beso y se lo debía desde la primera vez en que lo vi. -¿haces algo a la tarde?- creo que me estaba invitando a una cita ¡que emoción!

-la verdad que no-

-bueno, si queres venite acá al colegio ¿me ayudarías a la limpiar el colectivo escolar?- valla cita, en el colegio para limpiar un auto. Pero qué más da.

-por supuesto, estoy libre.-

-genial, te espero a las seis- se fue haciendo para atrás. -bueno ahora me tengo que ir a hacer unos papeles que todavía no termine- me saludo con la mano –nos vemos en el colectivo a la salida- juro que no sé qué pensar.

Ahora recuerdo que tenía hambre y estaba por comprar en la cantina, asique volví allí y para mi suerte no había nadie puesto que no era recreo, todos estaban en clase y yo acá afuera dando vueltas, pero muero de hambre además de que ya casi es hora del almuerzo para entrar a educación física con las chicas.

Con un sándwich de miga y una Coca-Cola me dirigí a un banco que había por ahí, me senté y empecé a comer. En un pestañeo y sin darme cuenta ya todos los alumnos del colegio estaban en el patio deambulando; algunos se iban, otros tenían educación física. Y ese era mi caso.

-Hola preciosa- puse los ojos en blanco al escuchar su voz.



¡Quiero acostarme con mi chofer!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora