Decición

Cuatro

Al parecer no soy la única que se levanta en la madrugada, Alexa también lo hace. Aun no sale el sol y según mi reloj son las 6:26.

Alexa se levanta y sale del cuarto, supongo que va al primer piso. Yo voy al baño, mi rostro esta hinchado por tanto dormir, ayer nos acostamos a las 8 de la noche porque mi abuelo pensaba que estábamos cansados por el viaje. Aunque pienso que mandarnos a dormir tan temprano es una exageración.

Me miro en el espejo; estoy horrenda, para nada limpia. Me voy a bañar.

Saco la ropa que me pondré luego de bañarme:una camisa, un pantalón, mi ropa interior, etc. .

No término de sacar mi ropa porque alguien abre la puerta del cuarto, es Alexa. Ella no se ve mal para ser la mañana; esta alegré, tranquila y linda, como si hubiera saliendo de un rico baño de espumas, pero no trae el cabello mojado y no hay bañeras en esta casa.

—¿Te vas a bañar?—pregunta.

—Si—contesto mientras busco unos calcetines y una toalla

— No lo hagas—Habla Alexa con voz decidida y autoritaria —vamos a dar un paseo Ted y yo ¿No quieres venir? —Ted es el perro de mis abuelos.

Acepto. Me pongo mis tenis y un short decente.

Alexa saca al perro del jardín y le ensarta su correa. No es un perro bastante bonito; es grande, cafe y con su nariz negrita. Creo que es bastante común, pero mis abuelos lo adoran demasiado.

Al salir de la casa nos pega una oleada de viento cálido, muy delicioso. Yo llevo al perro y Alexa va en frente de la calle.

Apenas esta saliendo el sol, uno que otro rayo se filtra pero aun gana la obscuridad, aunque no sea por bastante tiempo.

Llegamos a un parque bastante grande, hay una pista para correr donde ya se encuentran ciertas personas quemando grasas, también hay una zona donde hay juegos para niños pequeños , pero estos están vacíos, al fondo de todo esto está un pequeño bosque, se me hace curioso que haya variedad de árboles, incluso pinos y encinos, aquí es una costa y que haya este tipo de árboles es extraño.

Yo me voy al pequeño bosquesito, mientras que mi prima se va a correr a la pista.

Aquí se ve que cuidan el medio ambiente, pues hay botes de basura para donde mires, las personas que también pasean a sus perro por este lugar llevan su bolsita para recoger su popo. Me siento irresponsable por no traer una, solo espero que no se le ocurra hacer del baño.

Siento que alguien me observa, pero no veo a nadie. Miro por detrás de mi hombro y tampoco hay nada, pero se siente esa sensación de que te mira alguien fijamente y cuando lo ves se voltea rápidamente, pero yo no logró ver a nadie. Al no ver nada continuo paseando al perro

Apenas camino unos cinco metros cuando algo me golpea la cabeza, y me duele. Es una bellota. Volteó la cabeza para arriba y ¡bingo! era una ardilla, esa ardilla era la que me observaba sigilosamente.

Tod le empieza a ladrar lo cual hace que la la ardilla se asuste y se valla corriendo entre las ramas de los árboles.

Sigo con mi camino y apenas pasan unos minutos cuando algo hace que me detenga; un juguete de perro. No recuerdo exactamente como se llama, frisbi o algo así, es esa cosa que parece un plato y se avienta para que el perro la atrape por el aire.

Tomo el juguete. No creo que sea de alguien, no hay nadie con su perro en este momento.
El juguete es mas grueso y roñoso de lo que yo pensé. Vuelvo a mirar por mi hombro a ver si nadie viene por el juguete, pero no, nadie. El perro me mira y se que quiere que se lo lance y pues no veo porque no, así que lo hago, lo lanzo hacia arriba con unas pocas ganas mañaneras y intentando que no se estampe con un árbol. El perro fue corriendo por el, pero no me lo volvió a traer, se sentó en el césped y se puso a morderlo.
No sabia que hacer. Quedarme aquí y ver como el perro mordía ese objeto o ir por el juguete y volvérselo a lanzar para que esta vez si me lo traiga.
La verdad es que yo nunca e tenido un perro, solo un gato y es obvio que son muy diferentes. Supongo que tengo que educarlo o enseñarlo a que me devuelva el juguetito, pero como, ¿ Aventando al aire el objeto tantas veces que sea hasta que el perro me la devuelva ? O ¿Irme ya a la casa y no hacer nada?
Hoy estoy de humor, así que quiero enseñar a este perro, y eso hago. Solo tuve que practicar unas tres veces hasta que ya me lo pudo devolver, además de que estuve hablándole como mensa. Me preguntó como se sienten los perro cuando una persona le habla con ese típico tono de voz que hacemos cuando hablamos con nuestras mascota. A de pensar «Que pendeja» e «Que onda, ¿Por qué me habla así» o quizá ya se acostumbraron y les da igual.

Alexa esta toda sudada, me da cosita, aunque luego pienso en como me pongo yo con tan solo correr hasta la tienda y se me pasa. Esta se limpia con una toalla que trae en el hombro y se acerca Asia donde yo estoy. Ahora que la veo así, no se ve tan bonita como siempre la veo, pero no es por el sudor, ni por que acaba de correr, es otra cosa, ¡ya se!, no trae maquillaje. No me había dado cuenta, Alexa siempre trae maquillaje, es tan normal que no me había dado cuenta como era su cara sin el; tiene unas cuantas marcas de varicela, las pestañas caída y unos pómulo menos marcados. Se ve normal, no esta fea pero no es ta bonita como cuando usa todos los cosméticos. El poder del maquillaje.

—Oyes, vamos—dijo Alexa—,tengo sed y no traje agua.

Mire a tod, y el estaba moviendo la cola. Yo todavía no quería irme, me estaba divirtiendo con el perro.

— Vete a la casa —Decía yo mientras volvía a aventar el frisbi y el perro corría tras el—, ahorita te alcanzo.

Ella se encogió de hombro y se fue trotando mientas pasaba al lado de con Tod que ya venia de regreso.

Esta sería la última vez, lo lanzaría todas mis fuerza para que corra el perro y se canse.

Una...dos...tres. El perro lanzó un ladrido mientras corría con fuerza. Pero no pudo atraparla. El tonto plato volador o lo que sea se quedo atorado en un árbol. Maldito.

Yo lo quería dejar allí, pero al parecer Tod no, empezó a chillar haciendo que unas cuantas personas me voltearán a ver. Tonto perro.

El árbol no era tan alto, pero no eran tan pequeño tampoco, pero si podía subir ¿Creo?.

Amarre al perro junto al árbol y cuando ya estaba segura de que no se iba a soltar me agarre de una rama y empece a trepar el árbol. Enganchaba mi pies y mis mano en donde pudiera, una ramas, un agujero, mientras no me callejea no había problema.

Llegue a la parte donde estaba el juguete (Todo esto por un tonto objetó que encontré tirado) y en cuanto lo agarre lo tire al suelo con cuidado, pero al fijarme abajo me entro miedo, se veía mas alto de lo que había visto hacia unos momentos, ¿Yo había subido todo esto? Creo que eso era lo que menos me importaba en este momento. Había quebrado unas cuantas ramitas al subir aquí, pero no tome en cuanta como iba a bajar. Que estúpida.
A ver piensa, ¿Cómo voy a bajar de este tonto árbol? Si me cuelgo de las ramas y salto, ¿No me voy a quebrar nada? O si ¿Me abrazo del trocó de árbol y voy bajando de poco a poco? No lo creo por que el tronco en grueso y dudo que yo.....

Alguien interrumpió mis pensamiento de planes para bajar del árbol.

—¿Quieres que te ayude?—decía un chico, un chico guapo, muy guapo y sexi, demonios, ¡muy sexi!—al parecer la damisela no puede bajar de su torre.