Son varios ya los anidados en los hogares de cuatro parejas que nunca se han visto, nunca han sabido la una de la otra sin embargo fueron unidas de una manera diferente. Cuando Beckett recibió la noticia de que no podía ser madre, algo en su corazón se rompió en pedazos, pues si, tenían a Alexis, pero nada era comparado con tener algo tuyo; fruto de un amor posiblemente verdadero o al menos un amor de verdad. Aquella mañana Beckett no pudo evitar no querer saber nada del mundo. Sin embargo su compañero y ahora novio de manera incesante no paraba de tratarla de animar. Había esperanzas muchas esperanzas para ellos aun que en el momento no lo supieran.
En otro lugar, un lugar lejano posiblemente una madre Dana Scully daba en adopción a su primer hijo. A duras penas , y en realidad en contra de su voluntad, la Agente Especial, daba en adopción una parte de su ser. Y también como a Beckett le costó asimilar aquella perdida. Eran casi dos historias paralelas, pero Dana estaba completamente sola, en ausencia de quien amaba. No le quedaba más que la fuerza que Mulder le había dado: Seguir buscando. La tristeza de ambas se nublaba tras los días como un paisaje de Londres sobre un lienzo que colorear, y Mulder y Castle eran los pinceles. Con el tiempo, la lucha y el dolor Mulder apareció sintiendo de su compañera tan fuerte que fueron devorados con más rabia de luchar contra el sistema, y por consecuencia entrar en la oscuridad de la que Scully quería salir.
Castle y Beckett tardaron mucho menos en amarse, quizás y solo quizás los Agentes debieran aprender a quitarse las capas como Castle había hecho con Beckett. Los casos seguían para los cuatro. Sin embargo un caso para Kathe y Rick fue diferente, muy diferente. Un asesinato extraño en una granja apuntaba a que un niño de ocho años lo había realizado, un unos testigos lo habían visto, lo habían vivido. Pero no había asesinado de manera usual, no los había tocado y ni siquiera eran sus padres. Según los testigos el niño movía cosas. Inmediatamente los dos policias Castle y Beckett al no tener ni idea de el paradero de sus padres se hicieron con el pequeño llamado William. No tardarían en saber quienes eran los padres de los dos, pero era complicado, pues Scully había pedido una adopción cerrada para que no hubiera problemas.
Parecía que no había manera de que aparecieran los padres del pequeño, así que Kathe y Rick le terminaron adoptando. No fue hasta que Castle vió algo raro en el cuando se alertó. El niño solo lo hacía delante de el; Movía las lámparas del techo cuando estaba realmente cabreado. Algo no iba bien. Sabía que la poca fé de Kathe le llevaría a contactar con expertos en el tema, y por consiguiente encontrarían a quienes eran realmente sus padres.
Ella, Kathe negaba con la cabeza mordiéndose el labio cuando el Castle le explicaba la teoría que tenía del pequeño. No se lo creía para nada pero Castle sabía que se lo terminaría demostrando de alguna manera u otra. No lo pensó dos veces y terminó por preparar sus cosas para ir a Washintong. Y finalmente el pequeño y Kathe fueron con el a pesar de todo. Por suerte tenían vacaciones.
Scully miraba tras la ventana de su despacho viendo como la lluvia recorría los cristales y las nubes se hacían paso en el cielo. Vestía con un jersey de cuello vuelto, las manos en cruz, y sus ojos denotaban una tristeza enorme. Las fiestas de navidad jamás se le habían dado bien. Pero Mulder esta vez la esperaba en casa para darle la esperanza que siempre perdía en esas fechas. Demasiada gente muerta a su paso, y demasiada nostalgia. Miando el vacío se preguntaba de verdad que sería de aquel pequeño calvo que nació de su vientre de aquella manera misteriosa. Como un milagro, como si fuera un regalo para ella por todo el tiempo sufrido. Era como si todas sus vivencias se anidaran en sus ojos. Esto es lo que pensó Castle al verla , la puerta estaba abierta y el la divisó antes de Kathe. Después de eso, la pelirroja salió de su atontamiento mental para recibirlos en aquel frío sótano.
-S- Disculpen ¿ Ustedes son?- Las visitas no eran muy dadas y allegadas aquí, la verdad solo gente rara del gobierno o su propio director bajaba. No sabía como ni que les había llevado a meterse allí. Kathe se presento como miembro de la policía, y produjo en Scully una reacción de extrañeza que fue formada por un arqueamiento de ceja muy común en ella. La pelirroja se presentó y educadamente les cedió el asiento. Los dos policías la obedecieron y comenzaron a hablar con cautela sobre el tema.
K- Sabemos que ustedes trabajan con casos paranormales, pero también sé que muchos casos no han sido cerrados, estamos de vacaciones aquí, pero lo hago para acallar las ideas locas de mi marido. - La pelirroja se sorprendió, pensaba que los dos eran policías, hasta que Castle se presentó con su nombre completo. No pudo evitar recordar lo pesado que se ponía Mulder con los libros de Castle, tragó saliva y esbozó una pequeña sonrisa.
-S- De que se trata- Después de todo Scully se había contagiado tras saber del escritor de un buen humor cuando llegara a casa y le contara a Mulder con quién había estado.
Asomado detrás de la puerta estaba el niño pelirrojo, tímido miró a los tres que hablaban y al ver aquello Scully se quedó algo paralizada, sin palabras callada ante la explicación de Kathe que comentaba lo de que según Castle el niño movía cosas. Después del caso del pequeño se había demostrado su inocencia. William no era un asesino, solo no sabía controlar sus poderes, era así de sencillo.
S- Ese niño - dijo señalando al pequeño que se asomaba tímido. Scully lo comprendió todo, tragó saliva haciendo un gesto para que el pequeño se acercara. Y el pelirrojo se acercó con timided. Le miró a los ojos fijamente, y aquel momento era como si fueran capaces de comunicarse sin hablar. Tanto, que las chispas de la lámpara saltaron produciendo una luz como fuegos artificiales. Su alma rompió a llorar quedándose como una estatua ante los dos policías, a punto de desmayarse si quiera. Tenía el impulso de abrazar al niño , y de llorar abrazada a el para que nadie más se lo pudiera llevar. Scully dudaba mucho en si abrazarlo y hacer lo que pensaba, pero los dos policías que miraban la escena se miraron. No era muy difícil saber lo que estaba pasando. Castle los miraba atentos con suma discrepción y Kathe miraba a Dana y el pequeño y luego a Castle.
Parecía un momento incómodo, pero Dana enseguida se recompuso ahogando de nuevo sus sentimientos en un semblante frío.
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Encuentros en la tercera fase
Fiksi IlmiahEsta historia esta basada en los personajes de Expediente x y Castle. Esta dedicado a sus fans. Espero que os guste. Es la primera vez que escribo sobre algo así , y Castle lo llevo viendo hace muy poco.