Soy la novia falsa de mi amigo.

Capítulo 2. Desayuno con los "suegros".

Dylan toca mi puerta exactamente a las ocho de la mañana. Me puse mis mejores ropas. En verdad que estaba nerviosa como jamás en la vida lo había estado. Me peiné un poco. No me maquille demasiado, era muy temprano como para hacerlo. Salí de mi casa, casi temblando de los nervios.

-¿Estás lista?- preguntó Dylan. Él se veía muy tranquilo.

-No.- dije negando con la cabeza- Pero tengo que hacerlo.

-No lo veas como una obligación, si no como un favor que le vas a hacer a un amigo.- dijo acercándose a mí.- ¿De acuerdo?- sonrió.

-De acuerdo.- dije sonriendo, también.- Vamos a hacerlo.

Me llevo en su carro. Durante el trayecto a su casa, sólo platicamos un poco de lo que íbamos a decir, de la manera en que teníamos que actuar y tengo que confesar que todo esto me daba nauseas. Me tranquilicé un poco, pero al llegar a la casa de Dylan todo tipo de tranquilidad se fue.

Su casa era enorme y muy pero muy hermosa. He venido millones de veces. Sé en dónde está cada rincón de su casa. Es como si fuera mía y él también sabe todo de mí casa. Siempre hemos estado juntos, claro, como amigos. Pero ahora... Es un poco raro venir aquí y mentirle a sus padres.

-Ya estamos aquí.- dice él.

-Mierda.- Abre la puerta y pasamos.

-Están en el comedor.- me dice y nos dirigimos para allá. Cuando llegamos toda su familia (sus padres, dos hermanas y un hermano) están sentados, esperando el desayuno.

-Querida.- dice la madre de Dylan en cuanto me ve.- Ya están aquí.- Se pone de pie y me da un abrazo.- Tomen asiento.

-Claro.- dice Dylan. Yo sólo me limito a sonreir. Nos sentamos en donde nos indican y la verdad sigo sin saber que hacer. Hay un incómodo silencio durante un par de minutos.

-Bien- comienza a decir la mamá de Dylan.- ¿y cuándo ocurrió todo esto? Digo, eran tan amigos y ahora.. Bueno ya sabe.- Sonrío jamás en mi vida había estado tan nerviosa.

-Madre, ya te lo expliqué ayer, ¿en verdad es necesario explicarlo una vez más?

-Lo siento hijo, sólo que aún no lo puedo creer, pero en verdad me da gusto que hayas escogido a ella... Es tan hermosa y perfecta par ti. Siempre lo supe.

-Y yo ahora lo sé madre.- dice Dylan y me toma la mano. Le devuelvo la sonrisa.

Nos llevan el desayuno y los padres de Dylan me cuestionan demasiado, incluso su hermana mayor me pregunta un poco, pero voy perdiendo el miedo, actúo más natural.

-Es muy interesante ver que ahora se hayan enamorado. Y yo que jure que toda la vida serían amigos.- dice la hermana mayor de Dylan, Allison.

-¿Y tus padres, querida, ya lo saben?- pregunta Eleonor, la mamá de Dylan.

-Mis padres- comienzo.- No, aún no lo saben. Están de viaje. Mi hermana está enferma y no sabemos aún qué tiene, así que salieron en busca de respuestas.

-¿Eso quiere decir que estás sola en casa?

-Sí. Ya llevo un tiempo así.

-¿Y no te da miedo? Digo, con la delincuencia que hay hoy en día.

-Me estoy acostumbrando.

-¿Por qué no fuiste con tus padres?

-Bueno, además de que no teníamos el dinero suficiente, alguien tenía que quedarse a cuidar la casa y por si algo llegará a pasar. Y claro por la escuela, ya va a comenzar y no puedo perder clases, en especial las primeras.