Las discusiones diarias.

84 2 0
                                    

— Prométeme que vas a dejar de pensar en esas cosas y que me vas a contar cómo te sientes sin ocultarme nada. También estoy aquí para ayudarte... Un poco, pero te ayudo. Ya sé que no sientes que lo hago, pero me preocupo por ti. Es en serio, y lo digo todo esto por lo que escribes en tus blogs.

— Me cuesta creerlo. No lo tomes a mal, es que jamás he tenido a nadie a quien contarle mis sentimientos, mis miedos, mis sueños, lo que siento en verdad. He tenido y tengo amigos, pero no sé por qué no puedo confiar lo suficiente como para abrirme, ser yo, y es tanto que ahora que te tengo a ti... me siento como una tonta al no poder expresarte cuando me siento mal. Y ayer, cuando tomaba un baño, me puse a llorar de nuevo, me alteré. Comencé a decirme un montón de cosas, que ya no te iba a decir nada, que iba a aparentar que todo iba bien, que todo está bien, que aunque me sintiera mal iba a hacer bromas, reiría... porque nadie podrá comprender y ya me cansé de explicar.

— Palabras más, palabras menos... No me tienes la suficiente confianza. Entenderé.

— Está bien.

— No, no está bien, Valeria. No quiero estar con... Contigo. Esto lo veo como una relación de amigos, no podemos confiarnos las cosas, digo... No puedes confiar en mí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 05, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Pensamientos en hora muerta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora