[Capítulo 3] Desde la cúspide al subterraneo

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Después de unos segundos sentimos que algo nos empujaba, expulsándonos de la sala, pero la silueta que salía era del ángel, ya con cara molesta y bastante seria.

Movió rápidamente una mano en dirección vertical hacia el suelo y este se abrió, no con luz, esta vez era totalmente oscuro dentro. Se extendió cubriendo los pies de todos y caímos al vacío, mientras que sobre nuestras cabezas se cerraba aquel tajo del cielo.

Al volver sobre nosotros mismos el clima era cálido, muy pesado, el suelo de roca áspera y el aire tenía olor a Azufre. Pude observar el suelo aún con mi espalda debilitada para luego levantar la mirada oportunamente y ver salir dos seres que parecían una flama saliendo de alguna grieta del suelo con bastante potencia. Ellos se acercaron a nosotros, eran gigantes, colosales, y apenas conservaban una silueta humana, y divisándose a lo lejos unos bloques flotantes relacionados entre sí con cadenas me dieron la certeza que me encontraba nada más ni nada menos que en el Infierno.

Luego de semejante razonamiento mis amigos despertaron junto a mí, todos estaban ahi también, confundidos, despreciados y con un indescriptible terror en el pecho.

Los titanes nos "Escoltaron" hasta aquellos bloques flotantes que, a medida que nos fuimos cercando resultaron ser un castillo de tamaño inimaginable.

Los aparentemente guardianes se detuvieron en seco justo en la entrada a ese castillo, por cuyo puente se acercaba caminando una silueta que parecía completamente humana, tal era su verosimilidad que entre todos dimos un suspiro de alivio. Pero esto no duró mucho, ya que, desde nuestros cuellos brotaron un tipo de cadenas que fueron directamente hacia esa silueta que mientras más se acercaba más perdía su humanidad.

Al tenerlo parado justo en frente empecé a temblar junto a Ryan, aunque el resto parecía solo tener una lógica e inevitable confusión. Este ser observó a los otros "flameantes" gigantes y uno de estos ultimos dió media vuelta para desvanecerse como una llama a la cual le cesa el combistible mientras que el otro nos acompañó por el mismo puente hasta la entrada del palacio.

El ahora visible sujeto era muy extrambótico, aparentaba tener toda su piel blanca como nieve de la boca y mandibula desgarradas, cicatrices arriba y por debajo de los ojos, siendo estos ultimos negros y de iris blanco.

Este sujeto observó al guardián y exclamó imperativamente -largo, ahora. Necesito hablar en privado- a lo que el gigante respondió -si, mi señor-. Lo que me dió una pauta de un sistema de rango, y por otro lado de cierto modo me tranquilizaba, ya que su voz resultaba ser humana.

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⏰ Última actualización: Jan 14, 2017 ⏰

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