Pensar no es malo.

354 40 3
                                    

Cuando por fin tuvo suficiente, apartó los audífonos de sus oídos y apagó el reproductor.

En momentos cómo ese, cuando el silencio era la única compañía necesitada, es que podía pensar sin presión.

Pensar porque quería pensar.

Pensar porque no tenía otra cosa que hacer.

¿Que haría de ahora en adelante?

Era lógico que Homra seguiría en pie; Mikoto se decepcionaría de ellos si se derrumbaran ante su muerte.

Y no es que los demás lo hicieran. A su parecer, él era el único débil que no logró mantenerse firme en ése momento, él único que apagaba el rojo color con las lágrimas saladas que corrían sin piedad por sus ojos.

El único que se sintió ridículo puesto que nunca le produjo llorar como ahora. 

¿No le bastó llorar frente a todos, que ahora seguía haciéndolo?

"¿Qué más da? De todas maneras... "

Nadie ve

Afirmó, queriéndose convencer, queriendo justificar la amarga sensación en su garganta.

Nunca se habría imaginado que pensar es malo; Kusanagi siempre le decía que debía hacerlo, el mono también pensaba rápido y bien, todos a su alrededor lo hacían, todos menos él.

Aunque quizá era lo mejor; le iba bien con sus acciones guiadas por instinto, no cómo ahora que pensar le provocaba una especie de estrés raro, una incomodidad bastante molesta en la boca del estómago.

¿Sería eso a lo que llaman melancolía o soledad?

 ¿Aquello que te daba deseos de llorar tanto, pero tanto, hasta cansarte, con la esperanza de que alguien que ya no puede, viniera a consolarte?

Tal vez nunca sabría la respuesta, sin embargo optó por intentarlo y lloró. Lloró tan fuerte que si no estuviera solo alguien habría pensado que estaba en peligro. Lloró tanto que los ojos se le hincharon. Lloró tanto que su garganta se deshizo.

¿Había algo mal con él? 

Ahora que experimentaba la soledad es que se daba cuenta de su propia debilidad.

Y aunque Anna, Kusanagi, Rikio, todos los de Homra e incluso quizá unos cuantos azules lloraran por la pérdida del rey rojo, él no los veía, él no era consiente de que cargaban entre todos aquella soledad momentánea.

Pensar también es malo porque te das cuenta de algo que en otro momento no notarías

Al menos eso quiso creer.

¿De qué se daba cuenta?

De que las personas que él consideraba valiosas, una a una, iban desapareciendo de su vida.

Saruhiko.

Su mejor amigo durante varios años, alguien que, a pesar de su actual relación, fue y seguirá siendo valioso para él. En quien, más que odio o rencor, siempre ve una pequeña esperanza, un retazo que sigue siendo su amigo, una ilusión de que volverá mientras no deje de buscarlo, y sin embargo, jamás lo hace.

¿Por qué se fue para empezar? ¿Por qué no pudo quedarse? En este momento bien podría remplazar la presencia del silencio.

Totsuka.

Aquel que consideraba un perdedor demasiado amable cuando recién entró a Homra, pero que no tardó en ganarse su aprecio y respeto. Una de las personas que más le entendía y lograba tranquilizarlo. La primer persona por la que lloró.

Mikoto.

El hombre que más admiraba y respetaba en todo el mundo. Alguien sumamente importante para él, que lograba sacarle una sonrisa con su sola presencia, quien a pesar de nunca decir mucho era el más interesante. Al que admiraba más que a nadie.

Vaya que las pérdidas dolían, pero lo que más dolía era la impotencia de no haber hecho nada en ése momento. 

Y, si hubiese dado más de si mismo ¿ahora los 3 seguirían con él? Probablemente pudo evitar que al menos uno no lo dejara solo, pero ya era tarde.

Pensar no era algo que se le diera a Yata, no era algo digno de él.

Pensar es malo, porque provoca llanto y desesperación. También risas sádicas, llenas de histeria como las que a veces le veía al mono, con la pequeña diferencia de que a él no le corrían gotas cristalinas por las mejillas.

En definitiva lo que a él le iba era actuar, con imprudencia y jovialidad. Como en aquellos días de secundaria, cómo Totsuka solía describirlo a sonrisas, cómo le era útil a Mikoto.

Y, con ese último pensamiento, dedujo que quizá pensar no es tan malo.

En cuanto terminara de sacar su soledad materializada en lágrimas, ya no tendría más esa carga.

Cuando terminara de llorar haría homenaje a esas 3 personas, siendo tal cual a ellas les gustaba.

Y, al mismo tiempo daría todo de si para no decepcionar a nadie y darse cuenta hasta perderlo de nuevo.


Solo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora