Capítulo 7

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Josh Smith el profesor de literatura entro a la clase, era un joven no más de 30 años, alto, musculoso, cabello pelirrojo, muchas pecas y hermosos ojos azules. Dejo su mochila en el piso al lado del escritorio, y se sentó en la silla. Nos miro a todos uno por uno, yo seguía su mirada, cuando miro a Max, que estaba sentado al lado derecho de Emma, Max no estaba mirando al profesor la miraba a ella, Emma se ruborizo y rogo para que nadie si hubiera dado cuenta. Ella quería a Max pero solo como amigo no podía imaginarse una relación amorosa con Max, él era como un hermano que la vida no le dio, no quería echar a perder eso. Era su único amigo, no tenía a nadie más. Cuando el profesor la miro a ella sintió lo mismo que siempre cuando se encontraban sus miradas una oleada de calor y de cariño. Ella no comprendía pero tenía la impresión de que él si sabía algo.

-Hoy trabajaremos en equipos de dos personas -La mayoría de la clase dieron pequeños saltitos- No se entusiasmen mucho porque el compañero o compañera tiene que estar sentado o sentada a su lado.

Max y Emma intercambiaron una mirada de cómplices.

-El trabajo de hoy consiste en escribir en estas dos horas con la ayuda de su compañero o compañera una historia de 2 hojas creadas por ustedes -Repartió dos hojas a cada equipo y prosiguió- Mucha suerte porque esta nota vale como escrito.

-¿En qué piensas Emma? - Pregunto Max.

-Creo que ya sé lo que podes escribir -Miro a los ojos a Max y siguió hablando- Anoche tuve un sueño extraño -Suspiro- Creo que lo podríamos escribir y le cambiamos algunas cosas -Lo volvió a mirar- Si tu quieres pero si no pensaremos otra cosa.

-Yo creo que todos los sueños tienen un significado o algo real -La miro a los ojos y sonrió- Y los que tú me contaste antes siempre algo de ese sueño se vuelve realidad y creo que esta vez deberíamos escribirlo porque cuando algo se vuelva real y se lo cuentes a alguna persona y no te cree que vos y yo ya lo sabíamos tendremos esto -Señalo las hojas y ambos sonrieron y comenzaron a escribir pero no cambiaron el sueño.

Luego de entregar el trabajo toco el timbre de la hora de almuerzo, Emma saludo a Max con la mano, agarro su mochila y se fue escabullendo entre la gente del pasillo para lograr llegar al patio. Cuando llego al patio se adentro en el bosque siguiendo el mismo camino de siempre, se sentó bajo un roble, puso una alarma en el celular para que no llegara tarde a clase y comenzó a leer "Ciudad de Papel". Cuando la alarma sonó, guardo apresuradamente el libro en su mochila y comenzó a correr hacia el instituto, justo toco el timbre cuando ella entro al salón.

El resto las clases trascurrieron muy lento para Emma. Al tocar el ultimo timbre Max se acerco a ella.

-¿Quieres ir a tomar un helado? -Pregunto Max con un radiante sonrisa.

-No lo sé

-Por favor!! -Dijo Max haciendo puchero.

-Okey iré.

Caminaron por el camino de piedras que estaba alrededor del bosque mientras hablaban de sus compañeros de curso. Max tiene muchos amigos y conocidos pero en el instituto solo habla con Emma. Ella cree que es porque él siente lastima por ella. Para comprobar si es verdad o solo una suposición detiene a Max y lo obliga a mirarla a los ojos.

-Necesito preguntarte algo -Dijo Emma.

-Por ti lo que sea -Contesto él.

-¿Por qué en el instituto solo hablas conmigo teniendo muchos amigos?

Él la miro a los ojos y se mordió el labio inferior.

-Tú para mi eres especial y te admiro por eso, además tu me gustas Emma.

Ella no podía creer lo que Max le dijo. Como no se había dado cuenta antes, él siempre la miraba solamente a ella con esos ojos radiantes llenos de amor. Pero lo de él y ella nunca podrá existir, ellos son como hermanos. No están destinados a estar juntos. Emma no sabía que responderle estaba confundida.

-Max, tu sabes que te quiero pero no de esa manera.

-Lo sé -Suspiro- Solo quería decírtelo para que tu sepas la verdad.

-Max yo -Él la interrumpió tapándole la boca con una de sus manos.

-No tienes que decir nada Emma -Suspiro- Cambiando de tema estuve todo el día pensando en que parte de tu sueño se volverá real y la verdad es que no lo sé.

-La verdad que yo tampoco tengo ni una pequeñísima idea de lo que se volverá real porque pensemos derrumbes en esta ciudad es algo prácticamente imposible y lo de ser aplastado por uno muchos menos -Ambos rieron.


Las Lágrimas Del RecuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora