La dulce tristeza de no volver a elegirte

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¿Merece la pena seguir luchando o debo dejarte ir?

El día más importante de tu vida, es aquél en que decides que tu vida te pertenece y le das la espalda a lo que no es más.

¡Qué locura es la vida! Se nos va parte de ella tratando siempre de no perder, de no dejar todo aquello que amamos, de no perder lo que consideramos parte de nosotros, de no abandonar proyectos emprendidos aunque en el fondo sintamos que lo realizado no nos está dando los resultados deseados y no nos está llevando a ningún lado. Dudando a tal grado de preguntarnos en algunas ocasiones si estamos haciendo lo correcto o si estamos perdiendo el tiempo, si merece la pena continuar o si debemos abandonar.

Esa pregunta que me aprieta el corazón y me duele hasta el alma es la que debo hacer ¿Mereces la pena o debo dejarte ir?

Lo sé, la respuesta es muy clara, pero por algún motivo que ni siquiera sé, me había empeñado en mantener esa relación. Una relación difícil que me ha causado más tristeza que alegría, más decepciones y sin sabores que satisfacciones. Muy dentro de mí, sé lo que debía cambiar y lo que debíamos dejar ir, sin embargo, el sólo pensar en todos esos cambios me aterraba; sentía miedo de arrepentirme, miedo de ver que al final sólo había perdido mi tiempo, miedo a imaginarme un futuro sin ti, pasando por alto el daño que nos habíamos causado, ver que todos los sentimientos que invertí con la firme idea de haber tomado las decisiones correctas terminarían en la basura y peor aún, miedo a esa angustiante sensación de haber fracasado.

Es por eso que seguía ahí, luchando por ti, luchando por amor una y otra vez como si se tratase de una actitud optimista, evadiendo todo tipo de señales de desinterés de tu parte. Me aferré a consejos y frases clichés creyendo que todo volvería a funcionar, que un buen día los astros se iban a alinear y esa realidad que tanto deseaba, se convertiría en realidad pero sólo conseguí que la realidad me golpeara más duro cada vez y lo último que quería era convertirme en alguien sumamente obsesiva.

Es cierto que no existen fórmulas ni recetas mágicas que nos indiquen sin errores cuando debemos abandonar y cuando merece la pena seguir luchando por algo o por alguien, pero el simple hecho de ver todo eso que creímos llamar "amor" nos estaba dejando más que perdidos con dolor y sufrimiento ¡era la primera señal!.

Es por eso que decidí esclarecer mis límites mentales para tomar una decisión correcta y darme cuenta de que realmente no valía la pena estar contigo, no merecía la pena el sacrificio y las lágrimas, definitivamente llegó el momento de abandonar esa lucha.

Date cuenta que no es lo mismo tener una relación complicada, que estar en una relación con dificultades. El luchar una y otra vez por algo así, sólo esta absorbiendo mi energía y aunque me duela decirlo también mi autoestima. Aquí lo más sano fue cortar por las buenas y tomar todo eso como una buena lección, no solamente para mejorar aquellos puntos débiles que afectaron esa relación sino también para entender que son nuestras malas elecciones la causa principal de porqué muchas veces no nos va bien en el amor.

Si lo analizas bien, no es muy difícil deducir por cuál tipo de relación debes luchar por amor hasta el final, ¿verdad?.

Sin embargo muchos creen que mientras más complicadas son las relaciones, es cuando más se debe persistir, sin embargo, cuando vienen las dificultades se rinden más fácilmente.

El mundo está al revés, dejemos de luchar por causas perdidas.

Déjame sanar mi interior... y es que si no decido lo mejor para mí, ¿quién lo hará? ¡Nadie! Nadie me puede indicar cuál es el momento preciso para abandonar o seguir adelante en una relación complicada, porque nadie me conoce mejor que yo misma.

Haber invertido tiempo, esfuerzo y sentimientos contigo no significa que valía la pena seguir luchando por algo que no estaba funcionando, ni tampoco seguir esperando resultados diferentes; así como abandonar tampoco significa fracasar, por el contrario, muchas veces abandonar puede ser una manera infalible para no fracasar.

Por último, sólo quiero decirte que luché hasta el final, que di lo mejor de mí y mi amor fue verdadero, pero lo más sensato fue ese punto final. Ahora mismo sé que es una de las decisiones más dolorosas que he tomado, pero espero algún día agradecer el haber dicho adiós a tiempo. Porque sólo así podré conservar un buen recuerdo de esta relación...

Tener o no tener un final feliz depende de donde decidamos detener la historia.

No son simples palabras de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora