Capítulo 8: "Lux La Ciudad Secreta"

540 31 22
                                    

>Emma:
–Por supuesto, señor Davis. Esas fotografías estarán listas para el miércoles. –Hablaba con mi jefe por teléfono. Siempre solía llamarme por cualquier cosa, por más fácil y sencilla que fuese de resolver la situación. Me encontraba apoyada contra una de las encimeras de la cocina. Cada vez que escuchaba la voz profunda del señor Davis sermoneándome, no podía evitar rodar los ojos. Y cada vez que lo hacía, allí estaba Alexis para reírse de mis gestos–. De acuerdo, pasaré por su oficina el miércoles.

Colgué y dejé mi celular sobre la encimera, para después cruzarme de brazos y bufar. Amaba mi trabajo, y no era tan fácil como todos pensaban, pero es algo que amo hacer, excepto cuando llega el señor Davis y me hace pasar una semana llena de estrés.

–Respira hondo –dijo Alexis, acariciando mi hombro–. No tienes por qué odiar a tu jefe. Deberías tomar mi ejemplo, y hasta tenerle cariño, como yo quiero a mi jefe.

–Y eso es porque es tu tío –dije sonriendo de forma forzada–. Ya tengo hecho el trabajo de ese cretino, solo quería que sufriera un poco. –Miré de reojo a Al, llevaba puesto su traje para el trabajo, el cual lo hacía ver mayor y más atractivo. Y yo había pensado que no iría a trabajar, sobre todo por la tranquilidad que tenía de estar allí hablando conmigo mientras sabía que ya iba tarde–. ¿Irás al trabajo?

–Lamentablemente, sí. –suspiró, y luego me besó–. Debería irme. Te veo más tarde.

Caminó hasta llegar a la puerta de la cocina, y justo antes de salir, volteó y me dijo:

–Por cierto, esta noche Sabrina y Shane vendrán para discutir sobre nuestro asunto.

Finalmente, salió de la casa y el sonido de la puerta principal al cerrarse me sacó de mis pensamientos. Después de haberme ido de casa sin decir nada –el día que miré los videos–, me sentí tan diferente. ¿Por qué tenía que salir corriendo de esa manera? ¿Por qué no podía simplemente decir lo que tenía que decir? No me sentía tan culpable por Al, porque él sabía un poco de todo eso, pero Shane y Rina no tienen idea.

No fue una mentira cuando dije que iría con un amigo que me ayudaría, pero no me ayudaría con nada sobre Pamela, solo me ayudaría a dejar de sentirme tan mal por no decir nada. Pero es que... no podía.

La única razón por la que tomamos esos videos, fue para quizás reunir un poco de información. Pero después de irme, no tenía idea de qué hicieron sin mí. Intenté dejar de pensar en eso, de que eso ya había pasado y no tenía importancia.

Este día no iría al trabajo. No había algo interesante que pudiera hacer. De pronto recordé algo: tenía una reunión, la cual había olvidado por completo. Subí a mi habitación para cambiarme y después salí de casa, dirigiéndome directamente a la reunión.

>Taylor:

El día anterior, tuve que salir de inmediato de Dark Knight cuando Max se acercó a mí. No habíamos encontrado a Steven, y tampoco nos tomamos la molestia de buscarlo mucho. Unos momentos después de salir del club, Austin salió junto con Steven. En ese momento no comprendía nada en absoluto. Y como siempre, ninguno de los tres parecía querer explicarme.

–¿Y ahora qué hicieron ustedes dos? –Les había preguntado Steven en un tono lleno de enfado–. No me digan... Se besuquearon en una zona privada del club, los persiguieron y por eso tienen que arrastrarnos a nosotros.

–No. –Max había negado secamente–. Sabes que las barreras del club no son muy buenas, y nos encontramos con un Umbrae. Le dije a Austin que lo ignorara, pero por supuesto no me escuchó e inició una pelea con el chico.

–¿Me podrías explicar algo, querida? –Le había dicho Steven de una forma muy tosca–. Si tu hermano pelea con un Umbrae, ¿qué tenemos Taylor y yo que ver en eso? Ya sé que te encanta hacer todo el drama para que todo el mundo nos recuerde, pero ¿era tan necesario hacerlo esta vez?

¿Quién Soy Yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora