Capítulo 14: "Fiesta En Luna Llena"

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Me despedía de mamá y papá con la mano, desde la puerta principal, sonriendo como una forma de decirles que todo estaría bien. Papá ya sabía sobre la fiesta, y había sacado mucho provecho por el simple hecho de saberlo, así que pude ver como movió sus labios diciendo «buena suerte», mientras mamá era incapaz de verlo. Subieron al taxi y se fueron al aeropuerto. Kira se quedaría a dormir donde una de sus amigas de la escuela, y ya habían pasado por ella desde temprano. Faltaban sólo dos horas para que comenzara la fiesta, lo que significaba que Klaus y Gary estaban por llegar con comida y bebidas para la fiesta.

Preparamos absolutamente todo en un santiamén. Klaus se encargó de la música, Gary de las bebidas y yo de mover algunos muebles para que hubiera más espacio en el living, aunque sabía a la perfección que la fiesta no sería allí, si no en toda la casa. Fue en ese momento cuando recé a los dioses para que ningún imbécil rompiera algo.

Me cambié rápido, y decidí solo cambiarme por una camisa azul lisa y ponerme mi chaqueta negra encima. Cuando bajaba las escaleras, sonó el timbre, comenzaban a llegar nuestros invitados poco a poco. Eran más de las 8 p.m. cuando llegó Sly, llevaba su cabello azul echado hacia atrás, y atrajo las miradas de casi todos cuando entró al living. Klaus, Gary y yo nos encontrábamos charlando en uno de los sillones en ese momento. Sly me miró indiferente, era obvio que no le agradaba que Abby y yo habláramos. Sin decir nada, se sentó junto a Klaus y puso su abrazo alrededor de sus hombros. Como siempre, Klaus se ruborizó violentamente y se limitó a no decir nada.

—¿Qué no me vas a saludar? —preguntó Sly mirando a Klaus. Sin dejar que él respondiera, lo besó rápidamente.

Miré a Gary, quien también me estaba viendo, y ambos suspiramos casi al mismo tiempo. Sly era muy extraño y sabíamos que nunca lo íbamos a comprender.

—¿Vamos por algo de tomar, Klaus? —Sly se levantó del sillón, tomando de la mano a Klaus, quien sólo lo miró y asintió.

Ambos se fueron hacia la cocina, dejándome solo con Gary. La música no estaba tan fuerte, pero me acerqué un poco a él para poder charlar. Gary miraba el interior del vaso que sostenía en las manos.

—Klaus se veía algo raro, ¿no crees? —pregunté.

—Sólo está nervioso, como siempre —respondió Gary aun mirando su vaso—. ¿Crees que Lydia si venga? Creí que vendría con Sly.

—No te preocupes, de seguro vendrá con Abby —dije mirando a la puerta principal—. De hecho, preguntas justo a tiempo.

Abby y Lydia acababan de entrar por lo puerta cuando hablé. No tenía palabras cuando la vi. Abby se veía más hermosa que nunca. Llevaba un vestido negro floreado, una gargantilla delgada y el cabello suelto. Siempre que la miraba, me quedaba estupefacto, como ya he mencionado, me siento hechizado cuando la veo, como si fuera capaz de usar sus poderes conmigo, lo cual es imposible, pero siempre me quedaba maravillado con lo perfecta que se veía, pero sin duda, no podría disimular como me sentía al verla, aunque realmente nunca fui capaz de ocultarlo.

Desde la puerta, me saludó con la mano, y ambas se acercaron a nosotros en el living. Lydia se sentó sobre las piernas de Gary y lo abrazó. Abigail se sentó a mí lado y sonrió.

—No sabía que invitarías a tanta gente —comentó Abby.

—Klaus y Gary se encargaron de eso. A la mitad de estas personas solo las he visto un par de veces, ni recuerdo bien sus nombres —reí nervioso. Ya que Gary estaría con Lydia, pensé que sería mejor dejarlos solos. Me levanté del sillón y volteé hacia donde estaba Abby—. ¿Quieres algo de beber?

Ella asintió y se levantó para seguirme hasta la cocina. Varios charlaban y bailaban allí, sobre todo porque la música podía oírse por casi toda la casa. Me acerqué a donde estaban las bebidas, y tomé dos vasos con hielo.

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