Capítulo 5

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Narra Natasha

Estoy frente al espejo con mi vestido ya puesto, estoy muy nerviosa pero intento que nadie lo note
-eres la novia más hermosa que he visto- Sarah y mi madre estaban a punto de ponerse a llorar
-gracias, todas ustedes lucen hermosas- mi prima me sonríe y abraza es como mi hermana
En eso alguien toca la puerta, Pepper sale a abrir
-Clint, pensé que no vendrías- abrazo a mi primo, es como si fuera mi hermano. Junto con Pepper somos una especie de equipo
-no me perdería tu matrimonio, luces hermosa- yo sonrío
-¿y Laura?- Clint tenía una relación de más de 5 años, su nombre era Laura
-terminamos, pero seguimos siendo amigos- pensé que Clint se casaría con Laura algún día, pero me equivoque- te manda saludos, debemos irnos. Mi tío está como loco- yo asiento y nos dispusimos a salir
-nosotras con Clint tomaremos esta limosina,tú y tu padre irán en esa- era una limosina de color blanco muy grande, me despido y me acerco a mi padre
-lamento que todo sea tan apresurado hija- yo detengo a mi papá
-no te preocupes lo entiendo, Steve y yo lo entendemos. Tranquilo- el asiente y nos subimos a la limosina
Llegamos a la iglesia y comienzo a ponerme cada vez más nerviosa, ya todos están adentro eso me alivia un poco, solo espero no tropezar. Mi padre me ayuda a salir y comenzamos a caminar por la alfombra roja, se escucha la música, trato de sonreír y de no mirar a nadie, Steve está esperándome en el altar. Luce muy apuesto me sonríe y siento cómo mis miedos comienzan a desaparecer, mi padre se detiene frente a Steve
-cuídala- Steve asiente y toma mi mano, siento una descarga eléctrica que trato de ocultar
La ceremonia avanza rápidamente hasta que nos declaran marido y mujer, es hora del beso. No es como si nunca nos hubiéramos besado, pero esta es la primera vez en público, él posa sus manos en mi cintura y me acerca a su cuerpo. Nuestros rostros se van acercando lentamente hasta que se funden en un beso. Escucho los aplausos de los invitados y nos separamos, trato de no tener contacto visual con Steve, si lo hago caeré a sus pies y eso no me lo puedo permitir
En la fiesta nuestros padres dirigieron algunas palabras mientras nosotros nos acercaba,os a cada mesa para agradecer su asistencia, la música comenzó a sonar y nosotros debíamos abrir el baile
-al fin podemos hablar con tranquilidad- comenzamos a bailar el vals
-por lo menos ya termino, esta fue una semana difícil- digo yo
-ahora tenemos tiempo en pensar en nuestras tres semanas lejos de todo este ajetreo- yo asiento, nuestra luna de miel sería en Italia e Inglaterra. Estaríamos dos semanas en esos países y luego tendríamos una semana para adaptarnos a nuestra nueva vida. Terminamos de bailar y nos sentamos con nuestros primos, Tony quería sacar a bailar a Pepper pero ella se negaba
-vamos señorita Potts, le prometo que soy un buen bailarín- mi prima se negaba rotundamente
-no me interesa- podía ver la cara de frustración de Stark,  además las burlas de Clint no ayudaban mucho
-Pepper baila con él una pieza, por favor - mi prima me mira raro, al igual que Steve- no quiero tener uno de los berrinches de Stark en mi boda- mi prima rueda los ojos y asiente, Tony me abraza de manera efusiva y sigue a Pepper
-nunca había visto a Tony nervioso, al parecer le llama mucho la atención tu prima- ella sonríe mientras vemos como nuestros primos intentan bailar

Narra Steve

La fiesta ya estaba llegando a su fin, con Natasha nos despedimos de las pocas personas que quedaban para irnos, la limosina nos estaba esperando. Cuando nos subimos sentimos un gran alivio al estar solos
-todo esto ha sido tan rápido- le digo mientras ella me mira, no nos demoramos nada en llegar al mejor hotel de New York. Ayudó a mí ahora esposa a bajar y nos despedimos del chofer, llegamos hasta la suit presidencial
-sus maletas se encuentran en su habitación- dijo la mucama quien luego se marchó dejándonos solos
-lamento si no te lo dije antes- Natasha me mira- luces hermosa, más de lo habitual-
-gracias, tú también luces guapo- su sonrisa hace que solo la mire a ella
-puedes utilizar el baño, luego lo ocupo yo- ella asiente y se va con su maleta hasta el baño, mientras ella se cambia me dirijo a la ventana la vista es hermosa, luego de unos veinte minutos sale con una bata de seda y con su cabello suelto. Entró con mi maleta al baño, es gigante tiene dos jacussi, una ducha y un gran lavamanos. Saco mi pantalón de dormir y me doy una ducha rápida para colocármelo, salgo del baño y miro a Natasha quien estaba mirando por la ventana como lo hice yo hace un rato
-es hermosa la vista- ella se ruboriza al verme solo con un pantalón
-si es bellísimo - me acerco a ella y siento cómo se tensa
-no tanto como tú- susurro en su oreja, para luego separarme - dormiré en el sillón, tú quédate con la cama-
-eso no me parece justo - yo la observo sé que se está debatiendo consigo misma - es muy pequeño para ti, duerme conmigo en la cama, pero fijaremos los límites- yo asiento, preparamos la cama y en el medio colocamos almohadas que nos separaban, se quita la bata y tuve que hacer un esfuerzo por quitar la vista de ella. Su camisa era demasiado corto me dejaba ver sus hermosas piernas, rápidamente se cubre con las sabanas
-buenas noches Steve- ella me da la espalda
-descansa Natasha- cierro los ojos, mañana será otro día
Despierto por los rayos del sol que penetran las cortinas, miro el otro lado de la cama y me doy cuenta de que Natasha ya se había levantado, en eso sale del baño ya vestida
-hola dormilón- me levanto y me pongo a su lado, ella se está riendo de mí. La tomo por la cintura y la beso, es un beso lleno de pasión que ella corresponde, pero que yo corto sin previo aviso
-buenos días- su cara es de sorpresa, la suelto y saco algo de ropa para entrar al baño. Ayer estuve pensando y si me quiero ganar su corazón debo mostrarle lo que significa para mí, sé que no es muy expresiva, pero conmigo se abrirá más
Salimos del hotel y nos dirigimos al aeropuerto me encargo de las maletas mientras Natasha se encarga del papeleo. Viajamos en primera clase, una aeromoza se acerca a nosotros
-yo me encargaré de atenderlos, llámenme si me necesitan- la aeromoza me guiña el ojo y Natasha suelta un bufido
-no se preocupe, con mi esposo estamos bien- yo me río por el comentario que hizo y beso su mejilla
-gracias, pero solo necesito a mi esposa- la atraigo hasta mi pecho y la aeromoza se va alto enojada - ¿celosa?- ella niega, este viaje será largo y muy entretenido.

Más tarde subiré otro capítulo, en esta historia Steve es más osado y algo impulsivo aunque sigue teniendo su esencia dulce y tierna

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