Prologo

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2001

-Hija despierta, vamos cariño ¡arriba!-susurraba la mujer ya alterada a la pequeña que se encontraba durmiendo comodamente en su cama.

-Alex, levantate por favor-esta vez la mujer susurro un poco mas fuerte y la pequeña comenzó a abrir sus ojos lentamente.

Mientras que se acomodaba en su cama empezó a escuchar fuertes ruidos provenientes de las casas continuas a la suya

-¿Qué pasa mami, ya debemos de ir a trabajar?-Preguntó la pequeña inocentemente.

-No cariño, hoy tendremos fiesta-a la pequeña se le iluminaron sus ojitos y a ella se le formo un nudo en la garganta.

-Vamos a jugar a un juego, ¿si?- la niña asintió.
Pero este juego es especial, y tienes que hacer lo que yo te diga y sin preguntas, ponte esto ahora regreso.

-Pero mamá, esta camiseta es enorme ¡Me quedará como vestido! Además es la favorita de papá- dijo la niña casi gritando, sujetando a su madre del brazo impidiendo que ella pueda salir de la habitación.

-Recuerda que para jugar a este juego, tienes que hacerme caso- Alex asintió nuevamente y comenzo a cambiarse.

Al terminar de vestirse, se acerco a la pequeña ventana que estaba en su habitacion y saco su cabecita por ella.

En las calles además de escuchar fuertes ruidos, tambien se escuchaban a otros pequeños llamando a sus madres y mujeres gritando, también militarles que entraban a las casas y salian con objetos, hasta sacando a personas de adentro de ellas.

La pequeña se alejo rapidamente de la ventana con el corazón acelerado, en ese momento su madre entro a la habitación con una mochila en las manos.

-¿Qué sucede mami?- preguntó la niña lanzándose a los brazos de su madre.

La madre se puso de cuclillas frente a ella.

-Tu eres lista mi niña y tienes que ser muy fuerte ¿vale? Todo pasará pronto y serás la niña más feliz del mundo- le dijo su madre.

-¿Me lo prometes?- preguntó la niña con su rostro cabizbajo

-Por supuesto que si mi pequeña- le dijo su madre con una sonrisa algo torcida.

-Toma esta mochila en el bolsillo lateral tiene una tarjeta, te tienes que esconder detras del mueble de la cocina y a mi órden saldras corriendo lo más rapido que puedas y dal por la puerta de atrás, no pares de correr hasta llegar a la parada del autobús ¿vale? Cuando llegues, alguien te estará esperando.

Esta bien, pero ¿tu no jugaras conmigo? Preguntó la pequeña haciendo puchero.

-Yo iré corriendo atrás tuyo mi niña, en el caso que yo no te siga tu no pares...

¡Pero mami!- Interrumpió a su madre y esta largo un leve suspiro.

-Nada de peros Alexia- las lagrimas amenazaban con salir.

-Lo prometo...- susurró la niña y una lágrima rodaba por su mejilla hasta su barbilla.

Lo siguiente sucedio muy deprisa.

Muchos militares derribaron la puerta de enfrente y comenzaron a tirar todo lo que se encontraba por delante.

-¡Ahora Alex!- gritó Coraline.

La pequeña sin pensarlo dos veces, salió de su escondite corriendo hacia la puerta de atrás una vez en el jardin salio por la pequeña cavidad que habia en la valla y comenzo a correr como nunca antes lo habia hecho.

El corazon le latia a mil por hora y sus ojos empapados en lágrimas.

De su casa provenían enormes ruidos de cosas rompiéndose y de repente se dió cuenta de que su madre no la seguía, se dio la vuelta e intentaba llamarla, al tercer grito contemplo como su madre salia de su casa sujetada por un militar que apuntaba su cabeza con un arma.

-Te amo Alexia- dijo antes de que el ruido de la bala retumbara en los árboles.

AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora