capítulo 2

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-Bienvenida Ana, bienvenido Liam- el señor de mediana edad que nos estaba recibiendo era Horacio Rios, el empresario al que mi padre le venia siguiendo los pasos desde hace varios meses- Yo soy Horario, ella es mi esposa Rocio- señalo a una señora de unos 40 años rubia realmente bella.

-Encantada- respondio con la mejor sonrisa que podria tener en esos momentos y tendiendo mi mano para estrecharla contra la de el y luego la de su mujer.

En estos momentos deben estar imaginando que nuestra llegada a la casa fue la mas elegante, formal y correcta pero lamento informarles que no fue así.

*Flashback*

-Toca el timbre, idiota con pocos sesos.

-Tócalo tú, pie grande -  bueno con eso se paso le doy permiso hasta que me diga morsa desbaratada pero ¿pie grande?¿enserio?  Yo no tengo la culpa de venir de una familia con pies de genética grande.

- Lo tocas vos, viola unicornios - de su rostro nació una sonrisa burlona y levanto una ceja. En mi defensa eso se escucho mejor en mi cabeza.

- ¿Enserio? ¿viola unicornios? - realmente era un insulto malo de todo lo que le podia decir como, marmota retrasada, tarado repulsivo, rostro demacrado ¿tenia que decir "viola unicornios"?

-si

-Okey caperusita azul toca el timbre- ¿enserio? despues era yo la de los malos insultos.

-Que no!- esclame exasperada.

-Que si! - imitó mi acción

-Que no!

-Que si!

-Que no!

-Que si! - esto realmente superó los límites de mi paciencia por lo que decidi empujarlo pero cuando pose mis manos sobre sus hombros la puerta principal se abrio dejándonos ver a una pareja que supongo que seran los Rios.

- Perdonen por interrumpir este momento tan intimo es que tenemos una niña chiquita y no queremos que vean este tipo de cosas- wow, wow paren el mundo ¿Qué interpretaron que estabamos haciendo?

*Fin Flashback*

-Connor, Wendy bajen por favor.

Segundos después de que Rocio grito. Una pequeña niña pecosa y con un alborotado pelo rojo bajo las escaleras a saltos seguida de un chico supongo que de mi edad, castaño, ojos claros y un físico admirable.

- Chicos ellos son Wendy y Connor dos de nuestros hijos.

-Hola amigo - saludo con un apretón de manos hacia Liam el recién nombrado Connor el cual Liam respondio. -Hola tu debes ser Ana ¿no?

-La misma - el chico parecia simpático no lo iba a tratar mal de entrada.

-Hola yo soy Wendy- hizo una pausa como si estuviera pensando en decir algo o callarselo- Ani ¿te gustan las muñecas?.

Sinceramente no lo se nunca he jugado con una. Pues bien yo dije que mis padres aceptaron que yo no este en la mafia, pero fue con la condición de que dediqué todo mi tiempo al estudio.

*Flashback*

- Ann querida, ven tengo algo para tí - dijo ramona -la cocinera- me llevo hasta el cuarto de servicio y buscó en su cartera hasta sacar un paquete con envoltura rosa y un gigante moño morado -Feliz cumpleaños hermosa- soltó al mismo tiempo que dejaba el paquete entre mis manos- Es algo pequeño pero se que te encantara.

(...)

-¡Nati apurate que llegamos tarde a la cena!- imite la voz de la muñeca llamada Megumi.

-Ya, megu los principes nos esperarán de todas formas

-No juli apurate que...

La puerta de mi cuarto se abrio de golpe mostrando a un Victor Colins serio.
De apoco se fue acercando a la esquina de mi habitación donde estaba jugando con megumi y nati cuando me voy esbozó una pequeña sonrisas, era hermoso verlo sonreír pocas veces lo hacia.

- ¡Feliz cumpleaños, cielo!- besó mi mejilla y luego me miro a los ojos - Tengo un regaló que estoy seguro te va a encantar - sacó de su espalda una caja azul con un pequeño moño verde manzana, tenia la esperanza de que fueran mas muñecas.

Cuando abrí la caja mi sonrisa se esfumó al instante, era un libró de historia inglesa.

-¿Te gusta?

- Si papi- afirme- pero Ramona me obsequio esto- añadí mostrandole mis dos muñecas.

-Cariño, TE HE DICHO UN MILLON DE VECES QUE NO VAS A TENER NINGÚN JUGUETE, NINGUNO- grito cabreado- Ahora dame esas muñecas.

- No papi, por favor- le rogue con algunas lágrimas en mis ojos.

-Estoy cansado de tus berrinches- dijo mientras sacaba las muñecas de mis manos.

Se fue de mi habitación y yo lo segui, llego a la chimenea y las tiró al fuego.

Desde ese día nunca mas tuve ningún juguete y tampoco volvi a ver a Ramona.

*Fin Flashback*

-Tranquila Ann si no quieres no hay problema- y en ese momento me di cuenta de que quedé absorta en mis pensamientos

-Claro Wendy vallamos a jugar.

Rios O Colins?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora