La hermana de mi mejor amigo.

CAPITULO UNO

  -Linda sabes que subiré por ti si no bajas en este mismo momento- Oí los gritos del idiota de mi hermano  desde la sala, me arroje al suelo y gateando me acerque a la puerta, gire el picaporte y la abrí.

– Ya voy ¡eres un pesado Zayn!- Grité desde la puerta de mi cuarto,  a los pocos segundos escuche sus pisadas subiendo las escaleras, rápidamente me encerré en el baño.

 – Abre ya esa puerta Linda- Dijo mi hermano golpeando del otro lado 

-¡Oblígame!- Le respondí riendo 

– Sabes que puedo tirar la puerta si quiero- Me contestó y me estremecí porque era la verdad, Zayn podía tirar la puerta. Me mordí el labio inferior buscando alguna manera ingeniosa de salir.

–Si salgo promete que no me harás nada- Dije.

 –¿De que diablos hablas?- Respondió.

- Solo prometelo- Lo oí suspirar.

 – Esta bien, vamos sal-

 Tenía que pensar rápido, mi hermano no cumpliría su promesa así que tome el shampoo y lentamente abrí la puerta en un sigiloso movimiento se lo tiré en los ojos y oí como se quejo. Comencé a correr por la zona de arriba de mi casa, entre a la habitación de mi madre.

–Ven aquí Linda - Me dijo del otro lado de la cama.

–Oblígame- Le arroje una almohada y comencé a correr de nuevo, me dirigí hasta las escaleras y las baje a toda velocidad, entre en la cocina donde se encontraba mi madre. 

-¿Qué sucede Linda?- Me preguntó yo solo me coloqué tras ella

 –Zayn quiere golpearme- Dije en tono inocente

 –Eso es un juego sucio esconderte tras nuestra madre- Dijo Zayn algo agitado.

 – Tú quieres golpearme- Dije.

- Niños ya están grandes- Dijo riendo mi madre, Zayn se abalanzó y yo comencé a correr, no se como diablos hice. Solo escuchaba las carcajadas de mi madre, comencé a correr hasta la sala, donde mi torpeza se presentó y tropecé con el sofá grande que había allí, cayendo al otro lado y quedando totalmente perpleja cuando me di cuenta que no había caído sobre las almohadas de el sofá, tenia mis manos en un pecho bastante tonificado y oí un corazón latir, alcé mi mirada con mucha cautela, y sus ojos color azul estaban posados en mi. Mi labio inferior comenzó a temblar, y el sonrió. 

-Linda manera de despertarme-con una sonrisa picara habló.

-¿Q-quien eres tú?- Balbuceé, él no quitaba sus ojos de los míos. Tenía una tes blanca, algunos pelos en su barba, un piercing en su labio inferior, un cabello rubio y todo enmarañado. 

 – Te atrape- Me dijo mi hermano sacándome de mis pensamientos.  – Linda ¡¿Que diablos estás haciendo?!- Grito mi hermano un tanto histérico, me arroje al suelo y me puse de pie rápidamente.

-¿Que hago yo? Que hace él –Dije apuntando al rubio que acabo de conocer.

-Es mi mejor amigo, viene de Londres, es Luke- Respondió tranquilo, esperen ¿Mejor amigo? ¿Londres?.

-¿Mejor amigo?- Arqueé una ceja, negué con la cabeza. -¿Y que hace en nuestro sofá?- Lo miré de mala manera.

-¿No crees que es obvio?- Respondió Luke, frotándose sus ojos y bostezando.

-¡Tu cierra el pico!- Lo apunte con mi dedo indice.

Observaba atónita la situación, el tal Luke estaba postrado en el sofá, con sus maletas a un lado y su abrigo en otro sofá, volví mi vista a él me miró dedicándome una sonrisa a lo cual le respondí de igual manera solo que algo sonrojada. Me senté en el sillón esperando alguna explicación 

-¿Que sucede aquí? – Preguntó mi madre entrando a la sala.

– Nada mamá, solo que tu hija se arrojo sobre nuestro nuevo integrante de la familia- Dijo mi hermano yo solo abrí mis ojos como dos platos ¿Nuevo integrante? Seguro mi madre se negará.

 –Oh Zayn, solo fue un tropiezo, deja tus celos estúpidos -Giró los ojos y le ofreció una bandeja de desayuno al tal Luke.

-Gracias, Trisha, ¿Verdad? – Mi madre asintió.

 – Éramos muy amigas con tu madre, eres bienvenido al hogar Malik – Dijo con una sonrisa mi mama. Ok, pensé que se opondría pero estaba más de acuerdo que mi hermano. Esto solo me pasa a mí.