Dia uno

5 1 0
                                    

Cualquier viaje, sea simbólico o físico, representa una introspección. Y mas cuando el mismo se realiza en soledad. ¿Que dejamos atrás cuando abandonamos lo cálido de nuestro hogar? La contención, la seguridad, el confort, la amistad, entre millones de comodidades que son naturales de nuestro propio lugar. ¿Y con que nos encontramos? Las inseguridades, los miedos, la vergüenza, el desconocimiento, los recuerdos, la propia exigencia, en fin, nuestro karma, nuestros fantasmas.

En lo que sigue pretendo relatar mi propia experiencia como viajero solitario, a que espectros mi conciencia se enfrenta día a día y como van mutando, trasgrediendo y hasta encontrando nuevos senderos por donde transitar, físicos y simbólicos. "¡No se que hacer!". "Lo único que me pasa es deprimirme y querer llorar, quiero volver, ¿por que me metí en este sufrimiento yo solo?". "Resistí pibe, resistí...la única manera de seguir vivo en este mundo es resistiendo frente a tanta presión y crueldad". "Todos esperan que vuelva con historias y anécdotas, mira la cantidad de plata que gasto, ¿que hago acá? Por favor necesito a alguien". Bueno, ¡basta!. Hay que relajar un poco y darse cuenta que las cosas y vivencias son como uno las tomas...disfruta del aire, frío, calor, agua, soledad compañía...no seas tonto y maneja tus ansiedades, angustias, frustraciones. ¡Disfruta!.

Cronicas De Un Viajero SolitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora