Cita con el destino. (Riren)

Deseo recordarte.

Erase una vez... ¡no, así no! de nuevo... está vez que sea la buena, amh, amh, soy Eren, un chico de preparatoria normal, como todos, tengo 19 años y vivo en la ciudad de Tokio, tengo un trabajo de medio tiempo debido a que vivo solo y tengo que alimentarme por mi propia cuenta.

Soy mesero en un restaurante lujoso, al lado de éste está un hotel de 5 estrellas, sueño con visitar ese hotel al menos una vez en mi vida ya que luce tan genial... pero volviendo a la vida real, soy pobre, sin familia y sin esperanza alguna de ser rico.

Les contaré un pequeño secreto: a mi trabajo siempre asiste un chico de expresión seria, cabello oscuro, mirada intimidante, de baja estatura y sonrisa la cual no tiene sentimiento alguno. Este chico me atrae mucho, me sonrojo sólo con verlo a distancia si se llega a percatar de que lo miro volteo inmediatamente hacia otro lado y hago cualquier otra actividad improvisada.

He atendido su mesa cuando asiste unas cuantas veces, su voz áspera hace que me den escalofríos pero a la vez me atrae, tiende a estar de malas casi todo el tiempo a pesar de que nunca tiene compañía alguna.

Cierto día mientras trabajaba en el restaurante, él nos visitó, pedí atender la mesa inmediatamente, me acerqué alegremente a tomar su pedido.

E-Bienvenido, ¿qué puedo ofrecerle?- dije de modo cortés y alegre

L- Quiero un té verde, por favor- miraba el menú de comida mientras hacía su pedido.

E-¿Eso es todo señor?-anoté lo que me pidió en mi mini libreta y después lo miré unos instantes.

L- Así es, eso es todo- mientras colocaba el menú sobre la mesa me miró unos instantes, vio mi tarjeta con mi nombre abrió los ojos sorprendido, sin decir nada se quedó mirándome un poco más

E- A-ahora le traigo su platillo, con permiso- mi nerviosismo se notaba, me retiré rápidamente y fui a dejar la orden, estaba muy colorado y mi corazón latía imparable.

Traté de calmarme cuándo iba a dejar la orden, respiré profundo y me encaminé a la mesa.

E-Disculpe la tardanza, aquí está su orden- dejé los platillos- ¿gusta algo más?-

L-No, así está bien- me miró de nuevo como la primera vez y luego pronunció- gracias, Eren Jeager- 

Me sorprendí, me llamó por mi nombre completo a pesar de que en la tarjeta sólo decía mi nombre, no mi apellido. pero para mi mala suerte me llamaron en la cocina y no pude preguntarle nada ni volver a reunirme con él por mis actividades.

Después de beber su té pagó la cuenta y se retiró, yo al finalizar el día salí a dejar la basura, el bote se encontraba en el callejón entre el restaurante y el hotel.

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Mientras tanto Levi:

Él vivía en el último piso de hotel, el penthouse, acostumbraba a tenerlo siempre limpio, a pesar de que tenía servicio de limpieza... era un maniático de la limpieza.

Mientras limpiaba su cocina, casi al terminar, una mosca se posó sobre su hombro, Levi vio de reojo y la espantó de mala cara, la mosca siguió volando a su alrededor y ponía más furioso a este maniático. Intentó pegarle a la mosca con un trapo, después la correteó por toda la cocina con un frasco de líquido de insecticida, maldiciendo a la mosca y diciendo varias groserías roseaba por todas partes el líquido, al final parece que la mosca se aburrió y salió ligeramente por una pequeña ventana que tenía abierta, mientras Levi la veía rechinando los dientes aventó el frasco de veneno mata moscas en dirección del pequeño insectito, salió por la ventana instantáneamente y llegó a la cabeza de Eren accidentalmente.