Frío; yaoi.

Nos veremos en inviero

sin editar. para conversar el feeling, ya saben.

Narra Ethan 

¡Hoy era el día! Ya han pasado dos meses desde la salida con Thiago, nos volvimos más unidos, estaba decidido hoy, me declararía. Estaba perdidamente enamorado de él.

Corrí hacia la azotea, habíamos quedado de encontrarnos ahí, ya que yo debía decirle algo importante.

Cuando estaba allí arriba, lo vi sentado, al parecer esperándome.

— Lo siento por tardar. - me disculpe sentándome a su lado.

— ¿Qué querías decirme? Sonabas preocupado. - suspiré, mi corazón se aceleró, vamos Ethan, si no es ahora no es nunca.

— Thiago, yo.. Te amo, muchísimo. Espero puedas corresponderme - solté sin pensarlo más, cerré los ojos esperando una mala reacción, pero solo se quedó ahí mirándome confundido.

Una sonrisa se esbozo en su rostro, ¿Me aceptaría? No lo puedo creer, ¡No lo puedo creer!

Empezó a reír fuertemente, pero no como siempre, con... Malicia.

Fruncí el ceño, quizás pensó que era una broma.

— Ay, Ethan. - se secó unas lágrimas que le habían salido por tanto reír - Ay mi pequeño Ethan, ¿Realmente pensaba que yo te quería? Todas esas veces en que te bese no sabes el asco que me dio, lave mi boca por una semana, nunca, óyeme bien, nunca te quise. Ni te querré, solo eres un pobre marica más. - soltó una risita - Nunca podría estar con alguien como... Tú. - me miró con desagrado y se fue, dejándome solo.

No sabía lo que pasaba, quería pensar que fue una de mis pesadillas pero, el pensamiento se rompió cuando sentí mis mejillas mojadas, estaba llorando.

Sí, estaba llorando.

¿Por qué lo hacía?, ¿acaso realmente me había ilusionado pensando que saldría de aquí con novio?... sí, lo había hecho. A veces pensaba en el por qué las personas son tan malas. Y es que supongo, no, aseguro, que Thiago hizo todo esto simplemente porque se aburría.

Sin pensarlo dos veces saqué una pequeña navaja que siempre guardaba en mi bolsillo, y torpemente la coloque sobre mi muñeca, una gota de sangre cayó al instante. Solté un grito de desesperación, sollozo tras sollozo me salte la segunda hora de clase.

~

Las ganas de matarme aumentaba, ¿qué más daba? No tengo amigos, ni familia. No tengo nada, absolutamente nada.

Mire mi muñeca una y otra vez, la sangre estaba comenzando a cesar.

Me levanté de la cama para volver a coger el cuchillo, y cuando estaba a punto de clavarlo en mi pecho, el timbre me interrumpió, solté un quejido y seguí con mi acción, pero los sonidos aumentaban.

No le preste atención, comencé a hacer un poco de fuerza, finalmente un fuerte ruido se oyó asustándome. Luego unos pasos, y mi puerta se abrió bruscamente, dejándome ver a... ¿Taylor?

Parpadee confundido, pero no detuve mi acción, después de todo probablemente venga a burlarse de mí o quién sabe, matarme el mismo.

— ¡Ethan, para por favor! - gritó mientras corría hacia mí y me quitaba el cuchillo de mis manos.

— No, ¡No! - grité comenzando a llorar de nuevo - Dámelo, ¡Dámelo! Quiero morirme - grité aún más fuerte.

Taylor lanzó el cuchillo lejos, cayó en la otra esquina de mi habitación. Iba a correr hacia el pero Taylor me acorraló contra la pared.

— Mira, no tengo mucho tiempo, mis padre se mudaran del país y debo irme ahora. Están esperándome - tomo aire por unos momentos y siguió - Escucha, yo... yo sé que te trate como la mierda, me enteré de lo que estaba haciendo Thiago, y... yo.. Hace poco me di cuenta de que, no sé, hay algo en ti que me vuelve loco, quería creer que era mentira, quería no creer que me convertía en una marica, pero mis puños no se detuvieron al escuchar la risa de Thiago, y me di cuenta que realmente no soy una una marica, y tú tampoco lo eres. Ahora óyeme atentamente Ethan, te amo, me, ah, me da vergüenza admitirlo, no me lo hagas más difícil. Yo, no quiero que aceptes, pero... No te mates, por favor no lo hagas, volveré en invierno del próximo año. Solo espérame, toma - me entregó unos papeles - velos cada vez que estés triste. Y no te hagas más cortes, o si no te... te comeré a besos- sonrió ladeado algo provocador.

Me sonrojé y mire las hojas, eran muchos dibujos, uno donde salía yo, sonrojado, otro de él y yo besándonos, otro de él golpeando a Thiago.

— Nos veremos en invierno.. - susurré sonriendo.

— Seguro, hasta invierno. Y oh, ve el dibujo de nosotros besándonos y mira el número de arriba, háblale si quieres compañía - me guiñó un ojo y reí.

Asentí y finalmente le abrace, me correspondió al instante.

— Gracias, solo espero que esto tampoco sea una manera de dañarme... - fue muy lindo todo pero, no podía confiarme de alguien así, ya lo hice y salí lastimado.

— Te prometo que no. - susurró - Bueno me dejo de cursilerías, si no me dejan, me gustaría quedarme contigo pero me obligan a irme - rió y dejó la habitación.

Caí de rodillas y mire con detenimiento cada dibujo, eran... Hermosos.

Bueno, supongo que nos veremos en invierno otra vez.