café y letras parte 4

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Después de todo supongo que lo único que esperaba era una disculpa sincera, una explicación de aquella ausencia prolongada, de todas esas noches de frío silencio sólo interrumpido por el sonido entrecortado del llanto, ese llanto que brota de lo más profundo de tu ser, que te ahoga en lágrimas, en suspiros en sollozos, que te desgarra el alma, que te parte en dos...
Me gustaría decirte que por fin le conocí a ella, que juntó cada uno de los pedazos de mi corazón, que consiguió que volviese a creer en el amor, que me ama en mis cosas buenas pero también en las malas, que me acompaña sin ser carga, sin ahogos, sin reproches, sin pasado... Que hacemos del presente nuestra base para el futuro, que a pesar de venir rotos vamos dejando atrás nuestro miedos sin que sean lastre en este hermoso viaje. Que cada amanecer a su lado es especial porque sé que seguimos sumando, que esto es sólo el principio que todavía queda mucho más.
Querría agradecerte que me enseñases a valorar lo que tienes, a disfrutar cada minuto como si fuese el último, a equilibrar las emociones a no dejar que me desborden, gracias por haberme dado la fortaleza que hoy inunda mi vida, gracias porque sin ti nunca habría llegado aquí, porque seguro que ya me habría equivocado, que ya estaría escribiendo el final de una historia, pero no, gracias a ti escribo en tinta y no en lápiz, sin tener que tachar ni emborronar.

Tú y el caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora