Puedo llorar todas las noches, sin que nadie se de cuenta.
Puedo suplicar mil veces que me quiten este dolor, que me envenena.
Puedo vivir siendo una carga para ti, eso me aterra.
No quiero que te alejes de mi, aunque me duela.
Tus palabras se clavan en mi alma, como cristales rotos, rasgan la mitad y la otra la queman como leña.
De ella solo quedan las cenizas y las heridas, que me hacen llorar todas las noches y sonreír de día.
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Diario de un depresivo
AcakCompartiré algunos de mis pensamientos con ustedes, escribir me ayuda, por lo que sí quieren lo leen, a lo mejor a sí entenderán lo que pasa una persona como yo.