Fútbol

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Hacía ya unos cuantos minutos que había llegado al campo con Carson, quien insistió demaciado en acompañarme.

Tobias dijó que no se podía jugar con vestido y que, debía ponerme algo mas cómodo, así que, me arrojó una playera y short que debía ponerme.

-Me queda nadando- dijé referiendome al conjunto en el que cabían dos yo -¡tu no te rias!- de reojo ví como Carson se aguantaba la risa.

-Pues es lo unico que hay y te aguantas.

- ¿Y que haremos primero?

-No lo se, ¿has jugado fútbol antes?

- No, jamás. Pero he visto algún que otro partido.

-Bien intenta quitarme el balón.

*****

Estaba de pie en mitad de cancha, con las manos puestas en mis rodillas, respirando agitadamente casi sin poder hacerlo.

Llevábamos dos horas en las que yo corría como idiota detrás del balón sin obtener resultados.

-De acuerdo. Asta ahora me he dado cuenta que; no puedes quitar el balón, tu agilidad es una mierda, ah! y de tu equilibrio mejor ni hablamos.

Volteé a ver mis rodillas, mis pobres y asta hace poco hermosas rodillas. Estaban llenas de cicatrices, llenas de tierra y sangraban un poco, así como mis codos.

- ¿Tienes buenos reflejos?

-Un...poco- logré decir con la respiración entre cortada -¿Por qué?

-Porque tal vez tu talento en el fútbol está en la portería.

Me dirigí hacia la portería con la respiración más controlada.

- ¿¡Lista!?

Asentí con la cabeza mientras veía como el pateaba el balón.

Cuando de pronto sentí un dolor horrible que me hizo caer de rodillas, que hizo que se me nublara la vista. Un dolor que me dejó sin aire.

Carson dejó de escribir en su celular y corrió desde las gradas asta donde yo, mientras que Tobias caminaba plácidamente como si yo no estuviera tirada en el césped.

-¿Estás bien?- que pregunta tan estupida era esa, ¿qué si estaba bien? ¡¿Qué si estaba bien?!. Me aguanté las ganas de abofetear a mi odiada "amiga" por dos razones: una cuando lo intente me dolió aún más y dos Tobias me interrumpió.

-¿Cuánto es 80x35?- cuestionó un Tobias borroso.

-¿Chocolate?

-Casi, descuida estarás bien- aseguró dándome pequeñas palmadas en la mejilla.

Aunque yo no estaba tan segura de eso. Poco a poco fui recuperando la visión del todo y se me fue llendo el dolor, pero aún estaba ahí.

-¡¡QUITATE, NO ME TOQUES!!

Reconocí la voz de inmediato, me incorporé buscando el origen de la voz y pude ver como una Karen caminaba rapido muy enojada con un chico hacía nosotros.

-¡¡UY SI, COMO SI YO QUISIERA HACERLO!!- se defendió el chico.

-¿Quién es?- me atreví a preguntar pero ninguno de los dos me responsieron, ya que, estaban mas interesados en la pelea de empujones que habían comenzado.

-Alex, el portero del equipo- se presentó el chico cuando llego donde nosotros.

-¿Por qué vienen juntos?- cuestionó Carson.

-¿Venir juntos?, ¿yo?, ¿con ese?- Karen hizo un gesto de desagrado -primero muerta.

-Calmate que ni a mi me agradaría pasar ni un solo segundo más contigo.
-Pues hace un momento venían caminando juntos- comente recibiendo miradas furtivas de ambos -pero eso no explica el porque venían juntos.

-Nos topamos en la esquina- comentaron de mal humor.

Con la mirada busque a Tobias y lo encontre guardando sus cosas.

-¿Ya te vas?- pregunté al llegar a su lado.

-A diferencia de ti, yo si tengo obligaciones.

Su comentario me disgusto un poco. ¿Por qué tiene que portarse tan arisco?, ¿yo en que momento he echo algo para que se porte así conmigo?

-No seas aburrido Toby, ¿y si vamos a comer a una parte?

Tobias solo rodó los ojos ante la pregunta de su amigo.

-¡Que gran idea!, pero antes tu quitate eso que pareces un hipopótamo nadando- comentó Karen señalandome de arriba abajo.

-¿Y a ti quién te esta invitando?

Y comenzó la discusión.



Tratando de ser una chica-chicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora