Lencería - Ziam

Capítulo 8

Me paniquee, si mi madre me veía con Zayn seguro me golpearía.

Yo solo me puse los boxers y él sus panties y un pantalón de chandal.

—¿Y ahora qué hago?, si mi mamá me ve contigo es capaz de sacarme a patadas

—tranquilo, saldré primero y la distraeré mientras tú vas a tu habitación

—buena idea.

Él salió y esperé un poco. Abrí la puerta y como no los vi fui corriendo a mi habitación pero como el torpe que soy me caí.

—Hijo, tú siempre cayéndote

—es tu culpa por hacerme de pie plano

—y la tuya por no querer usar zapatos ortopédicos.

Me levanté algo adolorido y me metí a mi habitación.

¡Uff!, de la que me salvé.

...

Estábamos comiendo tranquilamente solo hasta que a mi madre se le ocurrió hablar.

—¿Y qué hicieron ayer?—casi me atraganto con la comida

—nada, solo vimos televisión, Liam se fue a dormir temprano—contestó con simpleza

—deberían pasar más tiempo juntos, no veo que se hablen mucho—no hablamos pero si follamos.

—Hoy no puedo, iré a casa de Perrie—lo miré molesto y él me sonrió

—esta bien, saludamela de mi parte, espero que pueda venir a comer con nosotros algún día

—claro, yo le digo—recogió los trastes sucios y salió de la cocina. Miré molesto a mi mamá.

—¿Qué?

—¿por qué te cae bien?

—es un buen chico, es amable y...

—no hablo de Zayn hablo de esa rubia mal maquillada

—Liam Payne ya te dije que no me gusta que hables mal de las personas, ella es linda, deberías conocerla más

—no—me levanté y salí. Zayn iba bajando.

—Hey—habló pero lo ignoré.

Me fui a encerrar a mi habitación.

Se suponía que no debería importarme, solo fue una noche de sexo y ya. Ni siquiera me caía bien. No había razón para enojarme pero era inevitable cuando se trataba de Perrie.

Mi teléfono comenzó a sonar y contesté viendo que era Louis quien llamaba.

—¡Hola!

—Lou

—¿quieres venir a mi casa?, estoy solito uh, podemos hacer cosas, ya sabes—habló con su tono "sensual"

—claro—contesté riendo

—aquí te espero en la cama

—ajá, bien—colgué. Siempre le colgaba yo primero.

Le avisé a mi madre que me quedaría en casa de Louis y me fui.

Efectivamente Louis estaba solo.

Sacó un six de cervezas del refrigerador y nos sentamos en el sillón grande. En su casa nunca faltaban las cervezas.

Louis era hablador, hablaba tanto pero no me molestaba, al contrario, siempre tenía un tema y eso era bueno porque yo siempre he sido callado.

Louis y yo nos teníamos mucha confianza, nos contabamos todo. Él siempre se me insinuaba pero solo para "demostrarme" que no era tan hetero, él decía que yo era un gay reprimido. Louis si era gay pero según él solo "activo".