II

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Capítulo 2

Tras decir esto, levanto mi brazo y dirijo mi mano con fuerza hacia su mejilla, pero antes de lograrlo me detiene, agarrando bruscamente mi muñeca.

¿A caso eres estúpido? ¿De todos los demonios que existen he tenido que contratar al más idiota? ¡Suéltame ahora mismo! exijo furioso.

—Es usted muy valiente al enfrentarse a un demonio como yo —susurra avanzando hacia mí, obligándome a retroceder sin ceder el agarre de mi brazo—, pero también debe conocer las consecuencias que conlleva su actitud, bocchan —continúa diciendo con una dulce y escalofriante voz.

Nada más notar el ligero golpe de mi espalda contra una de las mesas de la cocina, agarra mi brazo libre con su otra mano y me levanta haciendo uso de su fuerza hasta tumbarme sobre aquel molesto mueble, encerrando mis piernas entre las suyas, inmovilizándome.

¡Suéltame, Sebastian! —exijo sin éxito alguno.

Sostiene mis dos brazos lo más alejado posible de mí con una mano y con la que deja libre desliza el dedo índice por mis labios, mi cuello, mi pecho, hasta llegar al final de mi camisa, la cual levanta delicadamente.

¡Te he dicho que me sueltes! —repito, extrañado por el repentino comportamiento tan inusual que está teniendo hoy.

Diga mi nombre —susurra en mi oído—, el nombre que mi bocchan escogió sólo para , dígalo.

Tú... No puedes darme órdenes... —procuro decir lo mas imponente posible, aunque sin éxito, debido a algunos inevitables suspiros que nacen de mis labios, notando el suave tacto de su húmeda lengua recorriendo mi barriga. De hecho, no puedo evitar soltar algún extraño sonido.

Dígalo —insiste él.

Seb... Sebast... —intento pronunciar con dificultad— ¡Alguien nos podría ver!

Comienza a desabrochar mi camisa lentamente. No me doy cuenta de que ha soltado mis brazos hasta que sin querer los rodeo en su cuello mientras él besa el mío sutilmente.

Det... Detente... Es... Una orden... logro exigir sin elevar demasiado mi voz.

Yes, my lord responde susurrando de nuevo en mi oído debido a la inevitable cercanía.

Como le ordeno, detiene aquellos cálidos y suaves besos y se incorpora mientras se esfuma de su rostro aquella sonrisa que no había abandonado desde que he aparecido por la puerta. Entonces, me encuentro con que ahora se está deshaciendo de sus guantes blancos dejando al descubierto el símbolo de un pentáculo significativo de nuestro contrato marcado en su mano y su sonrisa reaparece. Nuevamente se acerca a , algo vacilante, pues yo me mantengo inmóvil.

Bocchan... Mi bocchan... susurra.

Acaricia mi rostro delicadamente con su mano izquierda y, una vez más, desliza hacia abajo su mano derecha por mi cuerpo hasta alcanzar...

—¡No, Sebastian! —exclamé de un brinco sobre mi cama, observando posteriormente a mi alrededor. Me encontraba en mi habitación.

—Ahora mismo me dirigía a despertarle. ¿Sucede algo, bocchan?

Yes, my bocchan [Kuroshitsuji / Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora