Capítulo 4 "¿Rosas Marchitas?

69 7 1
                                    

11 Agosto 1988

Trabajar para él sin estar trabajando era un poco... extraño.
No fue para nada dificil hacerle creer a Robert qué estaba con el cuándo en realidad estaba con Michael, y ni siquiera yo misma sabía si estaba con ambos.

¿Que si lo consideraba traición?...
No, traición no...
¿venganza?
Si, tal vez si

Ahora colaboraba para ambos, pero consideraba el "trabajar" sólo conmigo.

"No confiar en nadie, no creer en nadie, solo en ti.. "

Esas palabras las cuales mi padre me había dicho cuándo joven, se habian quedado grabadas en los más profundo de mi mente y de mi corazón.

"Nadie te conoce, serás una caja de sorpresas... cuida de ti.. solo de ti..."

Mi padre era un sabio, una persona capaz de salir adelante y más que eso, una gran padre.
Jamás debió morir de aquella manera, pero le vengaria y lo haría por él, no por Michael, no por Karen.. solo por él.

Un par de semanas, y estaba de aquí para haya sin levantar sospechas, primero con Robert inventantole cosas de que Jackson comenzaba a agarrar confianza, que esto llevaria tiempo y con Michael era más de planear la manera de desasernos de Robert sin qué sus secuases o peor aún, sus "clientes" fueran tras nosotros.
Mi relación con Michael era solamente profesional, algunas veces él trataba de hacerme plática sobre mi vida personal y cosas así, pero siempre lograba evadirlo, aquella amistad que habíamos tenido hace años se había esfumado, errores mios y errores de él.

Asi que sólo quería una relación de compañeros con él, no queria cometer el mismo error que antes.

Llegaba el momento en que quería desaparecer... irme lejos sin importarme nada y olvidarme de todo pero me seguían y sabían lo que hacía las 24 horas del día.
Me sentía cómo una prisionera, e incluso en mi propia casa.

- Podemos hablar con Carter, tal vez el nos diga qué es mejor para llevar a cabo el plan, ¿Linda, me estás escuchando?- susurro soltando algunos papeles sobre el escritorio.
- Eh.. si.. Carter no, es buen amigo de el hermano de Robert, no creo que sea buena idea- me miró fijamente
- Creó que ya es tarde... debo ir a dormir, Robert quiere que este ahí con él temprano para contarle si ya me has contado algo- me puse de pié tomando mi chaqueta y mi bolso.
- ¿Aún siguen afuera?-susurro mientras que yo me acercaba a la ventana.
-Si, aún siguen ahí y lo seguiran estando, esperemos unas semanas más y empezará a confiar más en mi-
Me quedé ahí parada viendo hacía el otro lado de la calle, un auto negro con 2 tipos en el obsevando la casa y claramente espiándome a mí, cómo ya era costumbre, Rod siempre enviaba a alguien a que me espiase.
Escuche unos cuantos pasos acercase a mí, estaba de espaldas y aún asi podía sentir lo cerca que estaba de mí.

Un calido aliento sobre mí cuello hizo que nuevamente mi pulso aumentará y mi respiración se entrecortara un poco...

¿es que acaso no se daba cuenta de cómo latia mi corazón?

-Hueles tan bien...- susurró besando un poco mi cuello haciendo que se me erizara la piel por completó.
- N.. No- me giré y le vi frente a mi, cerca... muy cerca.
- Dios, eres hermosa- acarició mi rostro un poco, me aleje de él caminando hacía el sofa y colocándome los zapatos que me había quitado.
-Vendre mañana por la tarde, ¿de acuerdo?- se quedó ahí parado, giro sobre sus talones ladiando un poco la cabeza e inclinandola hacía la izquierda sin dejar de mirarme.
- Un día de éstos ocurrira- susurró despreocupado
- No lo creó, - me puse de pie y acomode un poco mi cabello tras mis hombros.
- Yo sí- pasó por un lado mío
-Un dia de estos serás mía- susurró sensualmente en mi oído, beso mi mejilla y se alejó un poco -Buenas noches Linda- y salió de ahí dejando mi respiración agitada como tantas veces.

------------------------------------------------------

- ¿Qué me traes de nuevo muñeca?-
- Nada, sigue igual que siempre, supongo que tardaremos mas tiempo hasta qué tomé confianza- suspiro fastidiado, se puso de pie caminando hacia mi, estaba enfadado... de nuevo.
- Ese maldito-
- Lograre que me diga algo, estoy segura- se acercó más a mi mirándome
- Pues te estas tardando demasiado
- ¿Y que esperabas?... hago todo lo que puedo, no puedes exigirme tanto- le contesté de forma arrogante y retandole.
Tomó con su mano derecha mi mentón apretandolo sin importar que me quejara de dolor, acercó su cara hacía la mía.
- ¡No me retes... no eres nadie!- subió un poco de tono su voz, intente quitar su mano de mi cara
- ¡Sueltame!- grite forsejeando
- ¡NO! ... Ahora harás lo que yo te ordene ¿me escuchaste?- me soltó bruscamente dando media vuelta dispuesto a irse.
- bastardo- susurre en tono bajó.
Volteó hacía mi rápidamente, y sin pensarlo, me soltó una bofetada.
- ¡No me vuelvas a faltar al respeto! Ahora iras con Jackson y seguirás con el plan, ¿me has escuchado?- acáricie mi mejilla mordiendome la lengua.

Maldito... quería matarle... quería gritarle... pero lo haría bien, lo haría sufrir...

Asenti con la cabeza, caminé hacía la salida y le voltee a ver nuevamente.
- es mejor qué les digas a tus colegas que no me sigan, esta comenzando a sospechar- y sin decir más, salí de ahí hecha una furia,
Me las pagaría, esto no se quedaría así...
O me dejo de llamar Linda Owen.

Me subí a mi coche y me dirigí a mi habitación en el Hotel donde me estaba hospedando.
Miré por el retrovisor y me sorprendió mucho el no ver a alguno de los autos de Robert siguiendome, cómo de costumbre.

Cómo cada tarde me encontré a Liam en su puesto de trabajo, era el encargado de la recepción.
Con una leve sonrisa alce mi mano izquierda antes de llegar al elevador saludandole, de su parte recibí una gran sonrisa que hizo que me sonrojara un poco, debo admitir que aquel chico era bastante mono, ojos azules, cabello castaño oscuro y esa maravillosa sonrisa con la que recibía a sus huéspedes, si, demasiado majo diría yo.

Presione el piso número 8 y esperé un par de segundos a que el elevador subiera.
Al abrirse las puertas de metal salí dando vuelta hacía la derecha, comencé a buscar en mi bolso las llaves de mi habitación. Alce la mirada y ahí a los pies de mi puerta se encontraba un ramo de rosas un tanto marchitas, me acerqué hasta el extrañada.

¿quien en su sano juicio, le enviaria rosas marchitas a una chica?
Seguramente alguien bastante enfermo, pensé.

Tome el ramo y abrí la puerta, deje la chaqueta y mi bolso en el sofa.
Me acerqué a la mesa dejándo las rosas sobre esta, una pequeña nota capto mi atención.

"Te estas liando con las personas equivocadas, andate con cuidado Owen" S.W

¿S.W?
Releí aquella nota tratando de entender lo que me trataba de decir y pensando quien demonios es S.W.
Sin tomarle tanta importancia, me despoje de mi ropa y me fui directamente a la ducha.
Tal vez un buen baño de agua caliente me relaje un poco y me quite el coraje que tengo por culpa de ese maldito, lo odiaba.. no solo por la bofetada, le odiaba por la muerte de mi padre.

Salí de la ducha, me puse mi pijama, un bluson de ceda color blanco que me llegaba un poco arriba de las rodillas, y olvidándome por unos minutos de mi vida, me recoste en mi comoda cama y ahí caí en un profundo sueño...

"Cómplices"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora