Tercer día

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Fue un día normal, no hubo razón alguna para no pasarla en familia, pero todo se fue de mal en peor, en momentos como esos no sabes si huir o quedarte y torturarte, en mi caso necesitaba a un amigo y la necesitaba a ella.
Adriano, llegó y nos fuimos a la iglesia. Al poco rato llegó ella, entonces me acompañó toda la tarde y parte de la noche, no tenía el pensamiento de que ellos me harían sentir mejor. No tenía ni la más remota idea de que ella estuviera ahí conmigo.
Paso de ser un día familiar a un día especial.

Rosas para el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora