Te conocí no muy bien, eras una perfecta imperfecta, una chica que no sabía que hacer, una descontrolada y alegre niña. 

Aun recuerdo el dolor que tuvimos al separarnos por primera vez, no quería dejarte, tú no querías dejar que me vaya. 

Tuve unos asuntos que arreglar en otra ciudad no muy lejana a la nuestra, pero de todas formas, me recordó al día en que te conocí, rebelde, que no sabías que hacer para detener ese bus para poder quedarme, fue la primera vez que te vi llorar, fue la primera vez que lloré por ti y una corta separación, ambos sabíamos que el viaje era corto pero el tiempo era largo, eso nos hizo mas fuertes, mas unidos, mas tú y mas yo. Salí un 23 de octubre, un 23 lleno de rencor por no poder viajar junto a ti.

Rosas para el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora