Sus pequeños deditos se enredaban en el pelaje del minino sobre su regazo. Rebeldes lágrimas recorrían sus mejillas teñidas de un rosa intenso, emitía sollozos inaudibles a los oídos de cualquiera, sin embargo, tenia unas inmensas ganas de gritar y desahogarse por completo en los brazos de su madre.—Quedate, por favor Bubu— dijo entre sollozos.
Bubu era el gato de Harry, ambos descansaban a los pies de un sauce llorón, acostumbraban a perderse entre las largas ramas de éste solo para pasar un buen rato a solas, como los dos mejores amigos que eran.
Aquella mañana la vaguada costera entro sin previo aviso con esponjosas nubes grises que en cualquier momento mojarian a los ciudadanos como acostumbraba el extraño clima de Reino Unido.
Entre el sonido del viento mover las ramas de los arboles de su entorno logró llegar el melifluo maullo de Bubu a sus oídos alertándolo de que algo no andaba bien.
Bubu, había estado en una riña con perros exactamente el día anterior, provocando de tal manera su severo estado de salud. Y si había algo que le había quedado muy bien en claro al pequeño Harry era que esa mañana su mejor amigo se iría, como decía él, al cielo de los gatos.
Segundos después vio los azulados ojos del minino cerrarse para jamas volver a brillar en el mundo de Harry.
Su llanto no ceso hasta detener sus pies por completo en las afueras de su humilde morada, donde antes de girar la desgastada perilla se limpio las mejillas y los ojos con su suéter rosa.
Todos los ojos se posaron en su pequeñito cuerpo al poner un pie en su hogar. Toda su familia lo miraba como al hubiese estado perdido siglos. Sin embargo nadie parecía muy preocupado, comían muy a gusto su sopa de pollo recién sacada de la cacerola.
—Mi niño— Espeto la abuela poniéndose de pie de la mesa para ir a ver a su nieto.
Harry no se movió y se dejo enrollar en los brazos de su abuela mientras ella acariciaba sus suaves risos algo húmedos debido al clima.
— Él esta en un lugar mejor— dijo la anciana al percibir el llanto en su pequeño. Odiaba verlo llorar. Ella amaba a Harry como si fuese su hijo.
Toda la familia presente miraba la escena con algo de ternura. Incluyendo al tío Wilson, quien en cualquier otra circunstancia le habría dicho a su sobrino que no llorara, porque eso era para niñas, y que tenia que ser todo un "tigre" como lo era el mayor. Sin embargo no menciono palabra alguna.
—Ven conmigo— dijo la abuela sosteniendo entre sus manos la muy pequeña mano de Harry para guiarlo a un lado de la cocina. —Ten— dijo sacando unos cuantos dulces de leche, los favoritos de Harry y entregándoselos como si de droga se tratase —Pero no le digas a tu madre— susurro. Harry asintió apenado. Unos dulces no iban a reemplazar el vacío el su corazoncito, sin embargo iba a tratar solo para ver contenta a su abuela. —Buen chico— la mayor deposito un sonoro beso en la frente del menor y se fue a servirle un poco se sopa a su pequeño.
Harry aprovecho ese lapso de tiempo para subir a su habitación y meter todos esos dulces en un calcetín, así su madre nunca los encontraría. Luego busco una hoja blanca y uno que otro crayón y por ultimo una pala de juguete. Metió todo ello en una mochila de princesas y bajo viendo como su madre recogía la mesa.
Fue en busca del tío Wilson y cuando por fin lo halló algo tímido dijo...
—Estas invitado al funeral de Bubu— dijo mientras jugaba inquietamente con sus deditos.
—Vaya— dijo algo sorprendido el hombre —¿Cuando es?— pregunto con interés.
—Hoy— dijo con la voz quebrada el rizado y posando su mirada n sus pies. Necesitaba a Bubu de vuelta.
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My Firefly (Larry Stylinson)
FanfictionHarry Styles a su corta edad de 6 años su mundo se volvió obscuro, lleno de soledad y sufrimiento. Pero conoce a Louis Su luciérnaga. El chico que le enseñara lo linda que puede ser la vida, el chico que iluminara su mundo. Pero ¿qué pasara cuando...